V: Conocidos en Borton

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Había conocido a Zackary Collins cuando volvía de un largo viaje que realizo con Harry hace 8 años, cuando ella había cumplido su mayoría de edad.La embarcación de su hermano se detuvo en aquella isla para que los hombres pudiesen descansar, y a petición de ella, que había escuchado que en aquel puerto vendían unas exquisitas telas traídas desde la India, como regalo de cumpleaños a su hermano y él con alguna que otra objeción terminó aceptando. Se quedarían una semana en aquella isla y ella pensaba disfrutarselo al máximo. Empezó a recorrer las calles del puerto la misma tarde en que el barco había llegado, había pedido permiso y le fue otorgado, fue en busca de aquellas maravillosas telas de las que le habían hablado unas damas qué se había encontrado en otro puerto cuando apenas iban saliendo a su viaje, entro a aquella pequeña tienda llena de telas que en efecto eran tan hermosas como aquellas dos chicas le habían relatado.

Salio contenta de la tienda con sus telas pensando en los atuendos nuevos que podían hacerle al llegar a "Cuna de la luna", cuando de pronto se topo con un chico de cabello azabache, ojos grises,test blanca y facciones preciosas. Había quedado hechizada con aquel muchacho y él evidentemente no podía dejar de verla a ella.

Bastaron 2 días para que esos dos pilluelos se volvieran algo más que amigos, habían compartido historias de viajes, ella por su parte contó como habían masacrado vilmente a sus padres, así como también que su hermano había derribado a un barco español y había vuelto con riquezas robadas hacía la Reina convirtiéndose así en Corsario; él por otro lado le había contado como se había enfrentado a la muerte de sus padres y como después de tanto dolor había comenzado una vida feliz a bordo de una embarcación perteneciente a un viejo capitán que les había agarrado cariño a él y a su mejor amiga, que también era huérfana, y les había dado la oportunidad de ser parte de su tripulación. Habían casi conocido cada recóndito secreto de la historia del otro y al ver que simpatizaban decidieron convertirse en una pareja, ambos tenían 18 años y no sabían gran cosa sobre el amor e ignoraron que pronto se separarián a causa de sus destinos opuestos.

Sin embargo eso no fue lo que los separo, después de estar juntos todo el día por casi 6 días debían despedirse y ella había decidido que en los pocos dias que había estado junto a él había sentido felicidad y dicha y que por eso se merecían una despedida inolvidable para que nunca se olvidasen. Y fue así, una despedía inolvidable, pero no feliz, ella esa noche había preparado una velada en el interior de la isla en la que le entregaría al chico de sus sueños su virtud (virginidad), pero justo antes de que ella llegara hasta el lugar planteado para encontrase ese día e ir a la bonita cena, lo vio abrazado a otra chica, una morena de bellos cabellos marrones y tonos dorados, al ver la escena lo primero que Bella pensó fue que él era un canalla mentiroso y le había mentido al decirle que la quería. Enfurecida espero unos minutos hasta que aquel abrazo culminará y la ,para ella extraña, chica se fuera, al verla irse, Bella salió y Zack tuvo indicio de besarla, ella rechazo ese beso y tras una cachetada que dejó desconsertado al muchacho dijo:

-Eres un idiota, mentiroso canalla al que jamás amaré, te odio y espero que te pudras- acto seguido ella lo miro con tal repulsión que a Zack se le encogió el corazón.

Sin nada mas que decir, con el corazón hecho añicos y las ilusiones destrozadas, Bella se dio la vuelta y se marchó corriendo con lágrimas en los ojos al barco de su hermano dónde se encerró hasta el día siguiente en el que regresaron a su hogar.

Bella había intentado con todas su fuerzas bloquear esa semana de su mente al llegar a su casa y después de semanas llorando lo consiguió y lo mantuvo bloqueado hasta ese momento.

El chico que tenía frente a ella no era el mismo, había crecido, los años y el desarrollo le había caído de maravilla, su espalda se ensancho y su cuerpo se había tonificado dejándolo exquisito, sus facciones se había definido de una manera vanoril que junto a su cabello negro y esos ojos grises lo volvían un mismísimo ángel.

< Oh dulce Jesús, ¿qué estabas pensado al enviarme de nuevo a Zack, un Zack bastante mejorado?, ¿acaso deseas matarme? > Pensé mirando al apuesto hombre posado frente a mi. Sus palabras me sacaron del trance y el desconcierto que su imagen me proporciona.

-¿¡Bella!?- dijo el pelinegro.

Al escucharlo y ver su cara vi el mismo desconcierto que yo sentía así que reí y lo seguí mirando.

~Zack~

<Demonios, ¿entre todas las mujeres que han pasaron por su vida tuvo que ser Bella Cox> Pensé.

-¿¡Zack!?- dijo ella tan desconsertada con él.

No la había visto en años, estaba preciosa usando ese atuendo masculino, y debo decir aún más hermosa que la primera vez que nos encontramos saliendo de aquella tienda de telas en el puerto de Borton. Estaba crecida ya no era la pequeña adolescente que había conocido, los años habían llegado junto con muchos atributos, su cuerpo ahora estaba bien definido con curvas, seguía siendo delgada y con busto grande, su dorado cabello me seguía recordando al sol y sus increíbles ojos verdes, que demostraban insertidumbre en ese momento, me recordaron sus duras palabras, que habían llegado de imprevisto el último día que había visto a Bella.

A Bella la conocí, como dije antes en la isla de Borton, yo la había visto llegar en aquel barco enorme, había visto como la dueña de esa dorada cabellera había bajado de manera veloz de aquel barco con emoción en sus ojos para dirigirse a una tienda desconocida para mí, quede muy sorprendido por aquella muchacha pues solo era ub mozo con dieciocho años y debido a la falta de experiencia, en eso de que me sintiera atraído yo por alguien, que tenía no pensé mucho y decidí seguirla, había sido una buena decisión, pues cuando la muchacha salió de la tienda con muchas telas en la mano me apresuré a pararme frente a ella para figir un encuentro "casual", ella me observaba con una expresión que chicas antes ya habían usado al mirarme sólo que en esta ocasión yo también la miraba a ella embobado.

Después de ese encuentro hablamos de miles de cosas coinsidimos con la tragedia de la muerte de nuestros padres y eso nos unió bastante tanto que en dos días ya le había propuesto que fuera mi novia, por lo menos los días que ella se quedará allí, congeniamos muy bien, ella había conseguido que la quiciera demasiado en sólo uno pocos días, pasábamos las tardes hablando y las noches mirando las estrellas. Llegó el sexto día y Bella se iba al siguiente, ella me había citado frente a nuestro lugar preferido, dijo que tenía una sorpresa para mí. Asistí ese día justo a la hora que ella me había dicho y allí la estaba esperando, <como bobo>, hasta que sentí un abrazo en mi espalda y escuche unos sollozos, volteé pesando que era Bella pero no, quedé petrificado al ver a ___ llorando de manera desesperada contra mi pecho, mi primer instinto fue abrazarla, acariciar su cabellera castaña y preguntar qué había ocurrido, ella me contó que al pasar frente a la taberna de la isla un hombre muy borracho había intentado violarla, y avivando momentos del pasado ella lo golpeó y huyó en una crisis, pensé en irme para encontrar al maldito que había intentado aquella atrocidad y matarlo, pero ___ me lo impidió y me dijo que no podía dejar esperando a la muchacha que tan cautivado me tenía, lo pensé y decidí quedarme la verdad fue una idea terrible me hubiese evitado un corazón roto si ese día hubiese seguido a la castaña y no esperado a la de dorado cabellos. A pesar de mis impulsos por seguir a ___ me quede esperando a la muchacha de ojos verdes que había flechado mi corazón, ella no tardó mucho en aparecer, la recibí con un beso que fue rechazado y contestado con una fuerte bofetada, consternado por la actitud de Bella me quede petrificado, sin moverme la escuché con atención mientras decía:

-Eres un idiota, mentiroso canalla al que jamás amaré, te odio y espero que te pudras- dicho eso, pude oír el crujir de algo, un quiebre tan estrepitoso como el de un vaso de cristal haciendo contacto con el piso, después de haber sido lanzado bruscamente contra el último. Supe que lo que se había roto era mi corazón. Bella me lanzó una mirada de desprecio y se fue como mis ilusiones con el aire.

Dos días después nuestro barco zarpó y decidí que el dolor que estaba sintiendo lo dejaría en aquel puerto y que nunca volvería a abrir mi corazón de ese modo a ninguna chica, de ahora en adelante seria alguien incapaz de sentir algo como aquello de nuevo.

-¡¿Bella?!- murmure sin pensar a causa de la impresión.

☆The cradle of the Moon☆ H.SDonde viven las historias. Descúbrelo ahora