Amor que Duele [En Pausa]

Capítulo 33

Nuestro querido Andrew

Espero que no os quejeis😂
Se avecinan buenas cosas...

Al fin llego a mi temporal dulce hogar, deposito las bolsas en el pequeño escritorio y saco mi móvil del bolso junto al papelito, apunto el número del tal ángel caído del cielo y le doy a llamar.

"Anda que tardaste"

Dijo mi recién despertado subconsciente...

Al tercer pitido, una voz tan reconocible inundó mis oídos.

-¿Sí?

-¿Ángel?

-Sí, soy yo.

-Ah, sólo te llamaba para comprobar que el número es verdadero.- solté sin pensar, recibiendo una sonora carcajada al otro lado del teléfono.

-Ya lo has comprobado.- dijo aún riendo.
Me quedé en silencio, uno, porque no tenía nada que decir, y dos, para no soltar otra estupidez.

-Yo no sé su nombre, o ¿te llamo clienta?.- dijo con esa voz angelical...

-Ah, perdón...Me llamo Miriam.- dije volviendo al planeta tierra.

-Encantada Miriam, bonito nombre.

-Lo mismo digo Ángel.

"Que bueno que te llames Ángel y seas un buenazo ángel ¿donde te dejaste tus alas?"

-Entonces ¿me confirmas lo de esta noche?.- dijo en ese tono seductor.

-Bueno...creo que para eso te llamaba, recordé que esta noche me invitaron a una fiesta unos amigos, y no les puedo dar el plantón. - me justifiqué.

-Oh, me hubiera gustado verte esta noche, ¿donde será la fiesta?.- dijo en un tono de decepción ¿donde estaba la voz seductora?

-Será una fiesta en la playa.- dije sin dar muchos detalles.

-Pásalo bien, hasta otra.- dijo con decepción.

-Adiós. -fue lo último que dije cuando colgó, no se si lo habrá escuchado o no, pero no me importaba, era un simple adiós.

Aún quedaban unas horas para la fiesta, decidí llamar a mis padres y preguntar por mi pequeña hermana Sara, hablamos poco estos días ya que siempre se encontraban ocupados con el trabajo, pero Andrew y yo no parábamos de hablar, no había ningún día en el que no habláramos.

Después de hablar un rato con mis padres, llamé a Andrew que enseguida descolgó la llamada.

-¡Hombre!

-¡Mujer!

-Oh, perdona, se me olvidó que hablaba con una feminista...- reí ante su respuesta.

-Tienes cada respuesta, hijo.- dije riendo aún.

-Si tu supieras...¡Miriam! ¡Mujer dónde te habías metido!.- dijo gritando a todo pulmón haciendo que alejase el móvil de mi oído porque podría sufrir una fisura en el timpano.

-Me dejaste sorda.- solté poniendo el manos libres.

-Mejor, así ligas menos y te tengo para mi.- dijo en modo seductor, sin superar a Ángel claro.

-Por cierto, tengo que contarte algo.- dije recordando a Ángel.

-Que casualidad, yo también, es mas estaba apunto de llamarte ¡Que alguien diga que no somos hermanos!.- dijo gritando de nuevo.