Capitulo IV

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Tom despertó sintiendo algunas extremidades entrelazadas con las suyas, fruncio el ceño aun con los ojos cerrados, el aroma que envolvía sus sentidos lo tenia mareado y se sentía perdido, como en un estado letárgico, no la típica sensación de cuando haz dormido por largas horas, aquella se sentía mas como un hechizo uno del que no quería salir, apretó la piel que sus manos sostenían escuchando un pequeño gemido de su acompañante.

Abrió lentamente los ojos, acostumbrándose a la luz que se filtraba por las cortinas, miro a su alrededor extrañado, ¿que hora era?, ¿cuanto había dormido?, sentía que había dormido una semana seguida, lo cual era raro porque Tom sufría constantemente de insomnio, fijo sus ojos en el cuerpo que se acurrucaba en sus brazos, el cabello negro se extendía por la blanca almohada y una respiración acompasada le hacia cosquillas en el cuello, una sonrisa involuntaria cruzo su rostro, el sentimiento de hogar instalado en su pecho era extraño, aún mas lo era la imagen que sabía estaban dando y si cualquiera entraba a sus aposentos en este momento creerían que el y hary eran pareja desde algún tiempo, sus brazos rodeando protectoramente el cuerpo de humano mientras su piernas estaban entrelazadas y el rostro de harry se escondía en su cuello buscando refugio.

Deseaba amanecer todos los días así, un pensamiento que lo asustaba teniendo encuentra que conocía a harry hace poco, eso sin contar el hecho de que aun no averiguaba el porque su olor lo había vuelto casi salvaje.

Diablos, pensar en la sangre de harry había hecho que su cuerpo sufriera una corriente de placer, ese era otro punto, con solo mirar al humano hacia que su polla diera una sacudida y quisiera cobrar vida, y algo que no había querido ni pensar era en la alimentación del día anterior, no porque fuera jodida mente caliente si no porque había mordido al humano y Tom nunca había bebido de una persona directamente de la vena.

Fruncio el ceño ante el recuerdo, y antes de que este lo atormentará con mas pensamientos escabrosos deshizo el abrazo que tenia en harry y se paro de la cama, el humano solo refunfuñón antes de dar media vuelta y volver a dormir, mejor, no deseaba una confrontación, no ahora, menos cuando su pene estaba tan duro que parecía poder clavar puntillas con el, ver el culo desnudó y al aire de harry no ayudaba.

Cuando le puso una de sus camisas creyó que seria suficiente, si era cierto que está tapaba lo necesario, pero en el transcurso de la noche se había subido y ahora sus ojos no se apartaban de las blancas y cremosas montañas que harry poseía.

Restregó su rostro con sus manos y dejo salir un suspiro ahogado, se dirigió al baño donde esperaba una ducha fría lo ayudara.

No sirvió.

No importo cuan fría estuvo el agua su pené seguía erecto y las imágenes de un harry gimiendo con las mejillas rojas y los ojos cristalinos llenos de placer hicieron el trabajo aun peor, enojado, porque no quería llegar al punto de masturbarse y sin embargo era na única saluda que hasta ahora tenía,  tomo el jabón liquido y dejo salir una gran cantidad en su mano antes de envolver su palpitante miembro, empezó acariciándolo de arriba a bajo lentamente, con su otra mano jugaba con sus bolas rodándolas y halandolas suavemente, el encuentro lujurioso de el día de ayer sirvió como escenario, hasta que su cerebro envió una imagen de harry en rodillas con su sonrosada boca comiéndose su pene, dejo salir un ronco gemido para aumentar la rapidez con la que se movía su mano, imaginando como embestía la boca del humano, no duro mucho, una cuantas sacudidas mas y el semen salio a borbotones, imagino que se descargaba en la boca ajena ,su cuerpo se sacudía a causa del orgasmo, apoyo la frente en los fríos azulejos, abrió los ojos y vio como el agua se llevaba los restos de su semilla. El ultimo pensamiento que tuvo antes de terminar su ducha fue el querer hacer su fantasía una realidad con rapidez.

Tom salio del baño con una toalla en sus caderas, el agua aun goteaba por su cabello y recorría su cuerpo, evito mirar hacia la cama en cualquier momento, no quería otra erección y le asustaba la imagen que pudiera encontrar, se vistió rápidamente, y garabateó una rápida nota.

Un Humano Para El Príncipe Donde viven las historias. Descúbrelo ahora