Vacío [空] Naruto Fanfic

[Prólogo]

[空]

Vacío.

Esa fue la primera sensación que tuvo al despertar. Como una pérdida realmente importante, algo vital, pero todavía inalcanzable.

Aún así, resonaba un nombre:

Naruto.

Sabía, sentía se podría decir, que no era su nombre.

No podía recordar quién era, cómo era. Había poco más que imágenes borrosas y voces difusas en su mente. Nada distinguible.

Y eso daba miedo.

Los recuerdos, sus recuerdos, no estaban. Su identidad... no era nadie.

Respirar le dolía. Demasiado. Quizás era por la velocidad con la que lo hacía. Su ansiedad estaba provocando más dolor.

Pero no sabía con claridad dónde estaba. No sabía cómo había llegado allí. ¿Y si quién le causaba dolor estaba todavía con ella? ¿Fue esto alguna especie de tortura? ¿Porque? Tenía miedo de abrir los ojos.

Experimentaba la sensación más rara que pudiera recordar... si de hecho podía evocar algo que no fuera, además, ese sentimiento de desolación o de estar rodeada de agua y... nada.

Cuando no sintió ataduras ni restricciones en sus extremidades abrió de a poco los ojos. Miró fijamente el cielo azul, despejado, sin nubes. Y dolió justo en medio de su cráneo. Jadeo por el nuevo nivel de dolor. Había demasiada luz.

Pasados unos minutos (¿o quizás más?) y acostumbrada a la luminosidad, comenzó a tratar de poner a funcionar sus extremidades. Primero las manos, que se sentían ásperas y callosas, luego las piernas, la hierva le hacia cosquillas donde se tocaba con el suelo. Pudo mover levemente su cabeza hacia la izquierda y vio solo árboles. Sombras verdes y altas que tenían puntos blancos y negros. Frondosos y extensos que se inclinaban y la hacían querer vomitar. Desde su posición eran enormes. En realidad todo debía parecer enorme con esa perspectiva. Quiso reírse de si misma. ¿Por qué era gracioso? El verdor y algunas flores parecían llenos de vida. Empezó a sentir su boca seca y cómo su garganta ardía profundamente.

Necesitaba agua.

Según la ubicación del sol... no deberían ser más de las tres de la tarde. ¿Cómo tenía ella siquiera esa información?

Una vez que los árboles dejaron de bailar, volvió a intentar apoyar sus manos para sentarse. Lentamente pudo tomar una posición más elevada. Ahora debía colocarse de pie completamente... lo que era un arduo reto con su costado punzando con dolor. Ni hablar de su cabeza, parecía que alguien estaba metiendo su mano y jugando con su cerebro.

Registro vagamente lo que llevaba puesto: una prenda que debió ser blanca y ahora era un rejunte de barro, manchas verdes y sangre seca. Nada más. Parecía un vestido corto o una camiseta algo larga de mangas cortas hasta sus codos.

Dejando eso de lado espiro dos, tres... cuatro veces y tomó envión.

Estar de pie era una sensación rara. Primero porque ahora el mundo bailaba, la luz parecía más brillante y el reflejo de vomitar le estaba comenzando a llenar la boca de saliva.