[Capítulo 3]

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«Inesperado»

[空]

La pequeña peliazul bajaba las escaleras aún con un ojo cerrado y bostezando. Fue un milagro que llegara a la puerta del comedor y no llevarse nada por delante.

¡Diez puntos para Shizen-chan!

El olor a salmón a la parrilla, té de jazmín y namasu(*) despertaron un poco su nublado cerebro al momento de pisar el suelo de madera del lugar.

«Comida... oh, deliciosa comida.»

Yoshino estaba frente a la estufa con un delantal azul oscuro tarareando una canción que a la niña le resultó vagamente conocida. Debajo del delantal tenía el uniforme estándar Jōnin. Quizás tenía una misión más tarde. Desde hacía un tiempo había una demanda cada vez mayor para las misiones y me solía quedar sola un par de horas al día hasta que alguna de mis niñeras se desocupara lo suficiente.  

Shikaku-san leía informes de misiones o algo relacionado al clan, desde su lugar habitual en la esquina de la mesa con una taza de café a su lado.

No parecía más despierto que su protegida. Y además lucía un tanto preocupado.

A todo esto, ¿qué hora era?

Unos casi cerrados ojos verdes buscaron el reloj en la pared de su derecha, eran las 6:38 de la mañana. «¡¿6:38 de la mañana?! Creo nunca haberme despertado antes de las 9 desde que llegué.» el lamento mental de la niña podría haber hecho reír al matrimonio de poder escucharlo. «¡Qué fastidio! Ahora tenía más sueño.»

Por poco y da media vuelta para volver a su cama. La escuchaba llamarle. Tan suave, calentita...

-Oh, buenos días, Shizen-chan. Toma asiento, ya te sirvo algo de beber-. Su plan de escapar y poder seguir haciendo el vago durante al menos unas horas más, fueron interrumpidos por la pelinegra.

-Buenos días Yoshino-san, Shikaku-san-. mejor dejar las fantasías para otro momento. -Gracias, un té estaría bien-. volvió a bostezar y se sentó a a la izquierda del Nara.

Él le observó, casi se río de ese cabello azul todo revuelto, dió un gruñido mitad saludo haciéndole notar que le había escuchado y prosiguió con su tarea. De verdad odiaba el papeleo. Sobre todo si la letra de alguno de sus subordinados era tan horriblemente inteligible. 

La peliazul hubiese reído de no ser por tener toda su energía centrada en no cabecear y mantener una postura erguida.

Dió un vistazo a la mesa cuadrada de seis lugares, en su parecer, algo grande y al mismo tiempo pequeña cuando había reuniones con el Clan.

Por lo que sabía del matrimonio, llevaban casados un año y pocos meses. Justo antes de que el anterior Cabeza de Clan falleciera, había arreglado un Omiai(*) con los Uchiha. Luego de un par de meses se llevó a cabo el miai-gekkon(*). No sabía sus planes a futuro, pero me imaginaba que tendrías... hijos.

Llegados a ese punto... ella no quería indagar demasiado. Quizás para aquel entonces, (cuando un pequeño o pequeña ocupara todo el tiempo de ambos Nara) haya recordado quién fue y, quizás, habría alguien esperándole. Pero no le parecía mal plan quedarse algún tiempo más aquí, todo era tan... fácil. 

Sacudió la cabeza despejando esas ideas. Era muy temprano para cosas tan profundas.

–Luego de desayunar, me acompañarás a la clínica. Necesito que aprendas la mayoría de las cosas básicas antes de que me vaya de misión. Ninguno de los encargados podrá ayudarte, así que procura prestar atención a todo–. tomando el té que le estaba dando Yoshino-san, la ojiverde solo logró asentir a las palabras del hombre.

Vacío [空] Naruto FanficDonde viven las historias. Descúbrelo ahora