Vacío [空] Naruto Fanfic

[Capítulo 4]

 «Rumores»

Disfruten el capítulo, nos leemos abajo.

[空]

Yoshino observó pasar a la peliazul hacia las escaleras, haciendo equilibrio con dos cajas, antes de volver la vista a su esposo.

Estaba segura que ese pequeño despliegue de actividad inaudita, véase esto por "encargar a una persona ajena al clan uno de sus ciervos" tenía un trasfondo. Ella quería, no, merecía saber qué era y porqué. Pero no solo era por un animal.

No la mal interpreten, ella adoraba a la chica (hasta ayer, pensaba en ella como una hermanita pequeña)  y su singular ser carente de prejuicios y sonrisas fáciles. Alguien que, sin duda, no había probado nada del mundo, aún si éste le había escupido por primera vez teniéndola carente de memoria y abandonada a su suerte en un bosque medio moribunda. Shizen, era solo un niño, pero era difícil sacar los instintos shinobi que le gritaban que algo pasaba.  

Ahora bien, realmente tenía un cariño particular por la peliazul pero... era difícil, ella tenía que velar  primero por su familia y el Clan. Aún más en tiempos de guerra. 

-¿Podemos hablar del elefante ya o es muy pronto?-. su voz, si bien, quería sonar distante y un tanto indiferente, sonó a reproche.

Shikaku estuvo tentado a enterrar la cabeza bajo la piedra más próxima y esperar a que todo pasara; estaba en problemas. ¡Qué fastidio! Eso le pasaba por intentar ser tan buena persona. En realidad, fue más como un pedido del Hokage y de allí él decidió pero, lo sabía, todo cambiaría con esto. Y no de una buena forma. 

-¿A qué te refieres?-. prefería pecar por cauto, haciendo preguntas obvias, a soltar un discurso ensayado y colocar la soga en su cuello por pura impulsividad. Estaba literalmente en un campo minado. 

-No te hagas el desentendido, Nara Shikaku. Hablo de que, es más que obvio que tenemos personas que pueden cuidar a un venado prematuro. No es la primera vez que sucede. Y que ciertamente, ella no ha tenido contacto con nadie de la aldea desde que pisó el recinto. Ni siquiera a pasado las puertas hasta la noche del incidente. ¿De quién la ocultas? ¿Qué está pasando?-. suspirando, la mujer pasó la mano por su cabello, desordenándolo un poco-. Necesito respuestas, soy tan parte de esto como tú. 

Lo sabía, Shikaku sabía que, tarde o temprano, debía dar explicaciones. A pesar de la sensación desagradable y corrosiva de los nervios y la culpa que no dejaba de surgir en su estomago, sabía que tarde o temprano tenía que afrontar la verdad. 

-No oculto nada, sigo al pie de la letra las instrucciones de Hokage-sama -incluso para él, sonó a una excusa muy vaga. -Bueno, es verdad, hay... algo más.

Odiaba mucho tener que hablar de ello, no estaba quebrantando ninguna regla. Sarutobi-san, incluso, comentó que estaba bien si quería hacérselo saber a ella. Después de todo eran quienes cuidaban a la chica en su casa. Pero... temía que al hacerlo, la tratara diferente.

Que solo por algo que, obviamente nadie controla, ella, una niña, podría terminar con la vida hecha un asco. Con miradas siguiendo cada paso, cada decisión, absolutamente todo lo que decidiera sería juzgado y evaluado buscando pistas para desacreditarla.   

La mirada inflexible de la mujer que era su ser más apreciado, le hizo ver que no había alternativa.

Más que nunca quiso solo sentarse a jugar Shogi con Inoichi, bajo la atenta mirada de Chōza y sus comentarios simples, como cuando eran jóvenes e... ingenuos.