Capitulo 14

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Era sábado por la noche y estaba sola en casa, con placas, pero con una energía inseplicable.
El viernes por la noche me la pasé hablando con Cayden por mensaje ha escondidas de la vigilancia de mi mamá, según ella una enferma no tendría que estar todo el día con la cara pegada en el celular pero yo creí que los mensaje que el me envía eran el mejor remedio del mundo.
Me siento tan bien cuando hablo con el, siento una felicidad nueva, una nunca experimentada por mi parte.
Subi el volumen de los grandes parlantes de la televisión moderna de la sala, papá los había comprado para ver los partidos del super tazón con un mejor audio, siempre que miraba los partidos parecía que la casa era la cancha misma, lo que más risa daba eran los victoreos y los indultos por parte de la abuela y de papá, la abuela siempre fue fan de los osos de Chicago, según los que cuenta mamá al abuelo no le interesaban tanto los partidos de fútbol americano pero a la abuela le encantaban hasta tal punto de olvidar de recoger a mamá cuando iba a la primera.
Esa anciana está loca, pero la amo tanto.
La música comenzó a vibrar en los parlantes, tire el control remoto en el sofá y comenze a bailar al ritmo de la música, me sentía tan bien conmigo misma, por primera vez en la vida sentía que nada importará, moví los brazos en el aire, mis pies enfundados con mis medias Rojas se deslizaban sobre la madera y mi rostro tenía una sonrisa que dolía mientras cantaba a todo pulmón la letra de la canción, la canción que el recomendó Jessa anoche mientras hablábamos por el grupo que teníamos con Diane.
Di un giro con mis pies mientras bailaba y quedé frente a la ventana, vi una motocicleta y luego vi al chico que estaba sobre ella con los brazos cruzados y la cabeza girada hacia mi, me estaba viendo y sabía quién era.
Cayden movió una mano en forma de saludo y la volvió a pocicionar como estaba antes.
Me aleje de la ventana con movimientos torpes gracias a que mis medias se patinaban con la madera, me tiré al piso cuando llegue a el pasillo de entrada, lejos de la ventana.
Me coloque hacia arriba y de la nada comenze a reírme.
Estaba loca, los recuerdos dolorosos del pasado ya no hacían tanto peso desde que le conté mi primera experiencia física con el bullying, sus palabras retiraron la capa de plomo que cubría esos recuerdos obligándome todas las noches en mis sueños a revivirlas, y parte de todo, ya no me veía en el espejo a una chica llena de moretones sino que podía ver su piel blanca, parecía tan suave, parecía que esa chica era amada por alguien especial.
Mire hacia la puerta, quería salir a reunirme con el, corrí hasta el sofá y busque mi celular, coloque mis rodillas contra los almuadones de cuero blanco, coloque un brazo sobre el respaldo y observé al chico enfundado en ropa obscura y una enorme bola de plástico acolchonada por dentro.
Miro el aparato que comenzó a brillar en medio de su manubrio, toco la palabra y me habló.
- Lindo baile, anaranjada.- Dijo con un tono de burla en su voz.
Una burla inocente entre amigos.
Mis mejillas ardían.
- Si,claro.- Dije y mire la planta que había hacia mi derecha.
- Lo digo en serio, tendrías que ir a clases de baile, se nota que tienes mucha energía.- Hablo y lo mire.
Sabía que estaba sonriendo.
- Me aburro.- Dije con un puchero.
El se acomodó en el asiento de su moto.
- Remy... Sabes que...- Termino la frase por el.
- No podemos salir juntos como unos amigos normales, nuestra amistad no es normal considerando tu linaje.- Largué un suspiro, me levanté del sofá y lo rodee para estar más cerca de la ventana.- Si lo sé.- Coloque mi teléfono entre mi hombro y mi cabeza.- No entiendo porque aceptaste ser mi amigo, estando a mi lado, ahí en donde estas.- Lo señale con la mano abierta.- Te arriesgas a que te arresten.- Dije coloque mi mentón en el respaldo.
- Me arrestaran por estar acosando a una menor.- Dijo nuevamente con burla.
Yo me reí y luego escuché su risa atravez del parlante del celular.
El toco algo en la pantalla de su celular.
- Tengo que solucionar un problema, cierra todo volverá en un rato.- Dijo desde la calle del frente.
Largué un suspiro.
- Bien.- Dije algo desganada.- Ten cuidado.- Lo mire a los ojos.
Apesar de aquel pasado de plástico negro no me dejara ver sus ojos los encontré.
El cortó la llamada y con un fijas saludo de mano en el aire se fue con un estruendo por parte de su motocicleta.
Apague las luces de la planta baja y corrí escalera arriba, entre a mi habitación .
Ya había pasado una media hora desde que el se fue y me tiré en la cama, quería un café pero no uno cualquiera quería si no uno del Starbucks pero más deseaba eran sus mofins de chocolate.
Me mire en el espejo y me dirigí al armario, saque unos jeans, una remera blanca, un suéter coral y un abrigo con felpudo en su interior, me senté en el piso y me coloque una Vans blancas, me levanté de golpe, rebusque en mi mesa de luz unos billetes, tome mi teléfono y decidida salí de la casa enfrentándome contra el frío invierno, las calles estaban iluminadas por las farolas y el ambiente era tan frío como el clima, observé los árboles de la vereda mientras caminaba rápidamente, quería evitar el contacto con el frío.
Seguí caminando unas quince cuadras, tarde más de lo esperado ya que en tanto paraba para sonarme la nariz y no tenía tanta fuerza en mis piernas como para caminar tan rápido como siempre lo hacía.
Abrí la puerta del lugar y descubrí poca gente sentada o pidiendo algo de tomar o beber y algunas sillas ya se encontraba patas para arriba ensima de la mesa.
Me acerqué al mostrador.
- Hola.- Dice un chico de tes algo oscura.
- ¿Tienen mofins de chocolate?.- Pregunté mientras miraba las heladeras bajas algo ovaladas.
- No, y las máquinas ya han sido apagadas, lo único que le puedo vender son los alimentos que ve.- Dice el chico con cortesia.
- Está bien.- Digo con una sonrisa.- ¿Me darías esas galletas que quedan?.- Le pregunto señalando el frasco de vidrio que brilla gracias a la luz que hay ensima nuestro.
- Claro.- Tomo una bolsa con el logo de la cafetería y con unas piezas comenzó a colocar las seis gigantes galletas con chispas de chocolate dentro de la bolsa de papel.
Salgo del local escuchando el ruido de los pocos autos que pasan por la acera, los costados de las calles todavía tienen agua acumulada de la lluvia de esta mañana.
Camino mientras tarareo la canción que estaba bailando en la sala de casa, muevo mi brazo para un lado y otro asiendo que la bolsa haga rudio al ser balanceada.
Algo me eclipsa la luz de la farola de la calle y sin poder ver el rostro de la persona que me empuja hacia atrás termino estrellada contra una pared de cemento liso.
Este momento ya lo viví una vez.
Tengo los ojos tan grandes como la luna que se encuentra sobre mi cabeza, los ojos azules me miran con miedo y enojó, de apoco relado mi mirada de susto a una neutra.
La ira me imvade.
-¿Estas loco?.- Lo empujó por los hombros pero solo se mueve un poco y vuelve a poner su cuerpo a la misma distancia que antes.- Casi me matas del susto.- Digo indignada.
-¡ LA QUE CASI ME MATA DEL SUSTO ERES TÚ!.- Dijo gritando, se nota a simple vista que estaba muy enojado.
Frunci el ceño.
- ¡NO ME GRITES!.- Le dije en su mismo tono de voz.
El rodea mi rostro con sus manos.
- Perdona.- Hablo para luego apoyar su frente sobre la mía.- No pude controlarme.- Suspira haciendo que un olor a menta y tabaco llegue a mis fosas nasales.
- Esta bien.- Digo mirando hacia otro lado.
- Me tenías que haber dicho donde ibas, Remy.- Dice apartando su frente de la mía, coloca su ante brazo contra la pared y se inclina un poco para estar a mi altura.
- No tengo porque darte explicaciones de donde voy.- El enojo estaba en llamas dentro mío, estaba activo como un volcán que expulsa magma.
- Si tienes. Si quieres ser mi amiga tienes que entender de qué corres peligro en todo momento, necesito saber dónde estás para poder buscarte si algo surge.- Sus fríos ojos se encuentra con los míos que están ardiendo.- No quiero que alguien te haga daño, y si te molesta esto podemos dejarlo aquí y yo tapate todo hueco que quede de nuestra amistad para que nadie sepa que alguna vez tuvimos una relación cercana.- Su tono era algo triste.
El fuego en mi interior se congelo.
Lo abrase en un movimiento rápido que el casi no llego a darse cuenta de nada, el ruido de la bolsa de papel que se encontraba en mis mano hizo ruido y apoyé mi rostro en su abrigo algo frío. El cuero se sentía tan bien bajo mi piel.
- No quiero dejarla, a nuestra amistad.- Mis mejillas se aprietan con más fuerza en su pecho cuando lo rodeó con más fuerza.
El rodea mi cabeza con sus brazos y me da un beso en lo alto de mi cabeza, siento como su mano recorre el largo de mi cabello.
Me siento tan niña a su lado, es como si ya no estuviera tenza por todo lo que se pasa en la adolescencia.
- Vamos, te llevaré a casa.- Dice contra mi cabello.
Deja un brazo sobre mis hombros y yo no dejo de abrazar su cuerpo.
- ¿Porque has salido?.- Me pregunta mientras caminamos a su motocicleta que brilla gracias a la luz de una farola que está ensima de ella.
- Tenía ganas de un café y un mofin de chocolate, pero no había y terminé comprando galletas con chispas.- Lo dejo de abrazar y abro la bolsa de papel.- ¿Quieres?.- Le estiendo la bolsa hacia el y descubro que se ha puesto su banda a peor esta es roja con palabras en árabe en negro.
Niega con la cabeza y yo levanto los hombros, meto una mano dentro de la bolsa y saco una redonda y gigante galleta, la muerdo y miro hacia el que me observan con una sonrisa.
Trata de meter una mano dentro de la bolsa y la apartó.
- Ya has dicho que no, no te puedes retractar.- Apresuró el paso y pego un gritito mesclado con mi risa cuando me rodea la cintura y me atrae hacia el.- Sueltame.- Le digo entre risas.
- No hasta que me des una galleta.- Comienzo a sentir picadas en los contados de mi estómago.
Como puedo saco una de adentor de la bolsa y la estiendo sobre mi hombro, miro a mi costado y sus dientes atrapan la masa cocinada.
Me deja algo agita y comienza a caminar con una mano en el bolsillo mientras con la otra sostiene su galleta.
- Eres un ladrón.- Le digo y doy una posada fuerte contra el piso como una niña pequeña.
El gira su cabeza y con una sonrisa de lado me habla.
- Eso ya lo sabemos.- Mira hacia el frente y comienzo a acercarme a el trotando.- Dime algo que no escuché todos los días.- De un salto sube a su motocicleta, le saca el pie y la sostiene con sus largar piernas, su mano viaja hasta el contacto y coloca la llave para luego darle dos vueltas y sostener por un rato la ultima.
- Que eres bueno, pero se nota que tú no piensas eso sobre ti.- Hablo.
Coloco mis manos en sus hombros y con un impulso me siento detrás de él.
Gira su torso y me mira algo curioso.
- ¿Que?.- Digo, me inclino un poco hacia adelante para tomar uno de los cascos, desabrochó la corea.- Es la verdad.- Y con eso me colocó el casco terminando nuestra charla.
La motocicleta se comienza a mover y rodeo con más fuerza su cintura.

Espero que les guste.
Los/as amo🤗🤗🤗.

¡¡¡ATENCIÓN!!!

 Actualmente estoy participando para un concurso con una de mis novelas en LITNET, el nombre del concurso es "Cenicienta de hoy". Tal vez tarde en actualizar (Como siempre) ya que el concurso termina en Agosto y la novela tendrá que estar terminada antes de la fecha limite.

 Los/as invito a pasarse por la novela que inscribí para el concurso, su nombre es "La Reina Del Mafioso", si no llego a ganar publicare en esta plataforma la novela ya terminada, mi usuario es Yolito0015.

Yolito0015🤓.


La Nerd & El LadronDonde viven las historias. Descúbrelo ahora