Capítulo 3

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Remy
Sigo acostada en mi cama mientras observo el mensaje una y otra vez, la pantalla se refleja en mis grandes lentes. Las tareas de la escuela pasan fugas por mi cabeza y tiro el celular para luego dirigirme a mi mochila, y sacar todo lo necesario, dejo las cosas sobre mi largo escritorio con estantes y cajones, me siento en la silla de este y empiezo a resolver los problemas de álgebra.
Después de un rato termino de hacer las tareas que me dejaron mis profesores, busco en mi placar un pijama, un pantalón de algodón suelto, una remera negra con lunares rojos, unas medias calentitas, mis pantuflas de peluche y un conjunto de ropa interior de color blanco, entro al baño y dejo mi ropa limpia en la tapa del inodoro, la sucia la depósito en un canasto de mimbre color marrón y entro a la ducha, cuando salgo miro mi cuerpo en el espejo del baño por costumbre, abro los ojos al ver los moretones que hay en mi cuerpo, peores que los de siempre, toco uno y duele, toco otro mas pequeño y este no duele tanto, largo un suspiro y me dijo a mi misma que es algo normal y que se puede aguantar. Una vez cambiada y limpia bajo a la cocina y me encuentro a mi abuela cortando una manzana, la saludo con un beso en la mejilla y busco una taza para preparar mi café.
- Ese muchacho era tu novio cariño?.- pregunta mi abuela. Me quedo en shock, la taza que tenía entre mis manos ya no está mas sino que está rota en mil pedazos en el piso. Miro el suelo y me agacho para juntar los pedacitos. La abuela estaba en casa cuando él me trajo?, Vio todo?. Siento como unos pedazos de aquella taza que ya no existe lástiman mi dedo anular y meñique.- Dios mio, Remy.- Dice mi abuela y toma mi mano para ponerla debajo del agua fría que sale del grifo del fregadero de la cocina.- Tienes que tener mucho mas cuidado.- La miro y ella esta juntando los trozos con la escoba.
- Abuela, por favor no le digas a mis padres y nadie de el.- Digo y ella me mira con una sonrisa para luego asentir.
- Claro cariño, seré tu cómplice, estaré para lo que quieras.- Dice ella y vuelve a concentrarse en juntar mi desastre. Subo a mi habitación y busco en mi mochila una caja de curitas que siempre llevo y es de costumbre gastarla en menos de una semana. Luego de colocarme las dos curitas escucho como mamá me llama desde la entrada de casa, bajo y veo como lleva varias bolsas a la cocina, yo la sigo y ella deposita las bolsas sobre la mesada.
- Hija, ordena los cosas por favor.- Dice ella, yo solo asiento y me dirijo a la primera bolsa mientras ella va al auto por más, Walter entra a casa con su uniforme de deporte, busca una bolsa de papas fritas en una de las bolsas que dejo mamá, cuando la saca escucho como mamá lo llama y el sale corriendo escaleras arriba.
- Walter Troy Foster, no puedes comer comida chatarra antes de la cena.- Grita mamá y luego se escucha como mi hermanito cierra su puerta con fuerza, ella larga un suspiro para luego dedicarme una sonrisa y ayudarme con lo que queda en las bolsas.

 Luego de terminar de ayudar a mama con las compras subo de nuevo a mi habitación y una ves dentro de ella cierro con traba, miro hacia mi placar y me voy en su dirección con rapidez, abro aquel mueble y me agacho para empezar a sacar cajas de zapatos, al final de este encuentro el cofre blanco y negro con un candado de color oro, lo saco y busco la llave en uno de los cajones dentro de un celular viejo, esta esta oculta donde tendría que ir la batería. Una vez con la llave en mi mano la introduzco en la cerradura del candado y esta hace un sonido al girarla avisando de que ya se encuentra abierta, levanto la tapa del cofre y lo que mas resalta en ella es la bandana de el. La tomo entre mis manos para acariciar su  tela. Los recuerdos de aquella noche llegan a mi mente, me siento en el piso usando mi cama como respaldo. ¿Porque yo?, ¿ Si solo me esta usando para llegar a mi padre?,¿ si me secuestra y luego le pide a mi padre su salida del país?, y ¿ Porque sentía descargas eléctricas cuando el me tocaba?. Miro al techo en búsqueda de respuestas pero lo único que encuentro es un techo blanco.

 - NIÑOS A COMER!!!.- Grita mi madre desde el comienzo de la escaleras. Abro los ojos como platos, me apuro en guardar el cofre en donde estaba y la bandana en el fondo de mi mochila, Abro la puerta y salgo corriendo escaleras abajo, al llegar al comedor encuentro a mi padre sentado en su lugar habitual ,en la punta de la mesa, me siento al lado de mi abuela, ella me dedica una sonrisa cálida y yo se la devuelvo. Mama entra con la comida y la deposita en el medio de la mesa.

La Nerd & El LadronDonde viven las historias. Descúbrelo ahora