Sentía las leves caricias de su mano acariciar mi pelo levemente. Su pecho subía y bajaba mientras su respiración chocaba contra mi cabeza, tranquilizándome de alguna forma. Me removí en el sitio y poco a poco fui despertándome. Su sonrisa me deslumbro por completo haciéndome sonreir a mi también.
ㅡBuenos días.
ㅡBuenos días.
Me desperecé del todo golpeando a Hoseok en la cara provanco que se riera y me senté en la cama. Me moría de sueño. ¿Qué hora era?. Miré por la ventana y vi que el sol aún ni había salido. Era muy temprano.
ㅡ¿Quieres desayunar TaeTae?
Su voz ronca me erizó por completo la piel, despertando por completo todos mis sentidos.
ㅡ¿Qué hora es?
ㅡLas siete.
ㅡ¡¿Las siete?!ㅡ. Me enderecé por completo alarmado. Tenía que ir a trabajar. ㅡ¡Mierda, tengo que ir a trabajar!
ㅡNo te preocupesㅡ. Me besó en la mejilla. ㅡTenemos tiempo de sobra.
Se levantó de golpe y me tendió la mano para que también me pusiera en pie. Puse todo mi empeño en hacer que notara que no quería salir de la cama, pero con dos estirones ya me tenía delante de él. Lo miré con odio, pero él se limitó a sonreirme de nuevo. No podía enfadarme.
Entramos en la cocina y me senté en una de las sillas. Hoseok empezó a preparar el desayuno mientras me comentaba sus planes.
ㅡTae, necesito que me acompañes este fin de semama a un sitio.
ㅡ¿Cual?
ㅡYa lo verás, pero necesito que aceptes.
Lo miré de reojo algo dudoso viendo como se mordisqueaba el labio.
ㅡ¿Por qué no me lo puedes decir?
ㅡEs... una sorpresa.
Siguió preparando nuestros cafés y poco después tenía una taza ardiendo delante de mis narices. No dudé en darle un primer trago, con cuidado.
ㅡ¿Quieres algo para comer con el café?
ㅡClaro.
Se colocó de cuclillas y abrió uno de los armarios. Sacó pan de sandwich y empezó a tostarlo. Olía de maravilla. Colocó un plato con una gran tostada delante de mis narices y con un gesto de barbilla, me ordenó que comiera. Lo hice encantado.
ㅡ¿Por qué no te haces cocinero o algo?ㅡ. Pregunté con un trozo en la boca.
ㅡTae por favor, traga antesㅡ. Pidió intentando contener una sonrisa.
Hice lo que me pidió y volví a formular la pregunta, haciéndole soltar una pequeña risilla.
ㅡNunca me ha llamado la atención.
ㅡPues que sepas que eres todo un genioㅡ. Dije seguro. Lo era.
ㅡMe alagas pequeño.
Se levantó y me besó en la frente para luego dejar su vaso vacío en la encima.
ㅡVístete, o llegarás tarde.
Salió de la cocina con esos andares perfectos que tenía y yo me quedé embobado.
"Es perfecto."
Le di el último mordisco a la tostada y lo dejé todo donde Hoseok, saliendo practicamente corriendo de la cocina. Me empecé a quitar la camiseta que Hosoek me dejó y busqué mi ropa. Pero mierda, toda mi ropa estaba en mi piso y la necesitaba. No pensaba ponerme la misma ropa otra vez.
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