La primera en salir fue Raquel, que se cortó una pierna con un trozo de cristal , luego salió Dann con mayor sigilosidad Raquel lo observo bajo el sol y vio todos sus rasgos tan perfectos y bien definidos que se estremeció, también vio un morado en el ojo, ojeras, su boca con sangre ya seca y su ceja reventada con un poco de sangre que salía a la poca luz que aún se hallaba tenía todos sus brazos cortados, y en el brazo izquierdo tenía una herida profunda, tomo a Raquel de la mano y la hizo levantarse, ella parecía tambalearse y perdía el equilibrio al caminar junto a Dann por el tejado.
- Quel, una amiga nos está esperando allí.- le señalo un carro que se escondía detrás de un gran arbusto no pudo evitar sentir nauseas al mirar al suelo y ver qué tan alto estaban y también veía como se adentraban en la casa las criaturas de las mismas que habían atacado a Dann en las escaleras.
- ¿cómo se supone que bajaremos y evitaremos que esas criaturas nos vean? – Dann sonrió era la primera vez desde que Raquel estaba con la anciana que ella hablaba.
- Me alegra que aun puedas hablar, temía no volverte a escuchar.- Raquel se sonrojo y miro hacia otro lado para evitar un contacto visual.- bueno tendremos que saltar.
- ¿qué? O dios mío.- dijo Raquel.
- Bueno pues, ya nos hemos tirado una vez de un quinto piso y estamos vivos ¿no?- levanto sus manos divertido a pesar que su casa fuera invadida de demonios.- pero creo que en esta ocasión cualquier movimiento mal dado nos pondría al descubierto.- se tocó la barbilla pensativo.- tendremos que bajar por la escalera de emergencia.
- Es una mejor idea.- soltó aire Raquel descansando del temor que tenia de tirarse de aquel tejado.
Esta vez fue Raquel quien tomó la delantera y comenzó a bajar por la escalera teniéndose con mucha fuerza a los costados tratando de no mirar al suelo para no perder el equilibrio y caer como una tonta, miro una de sus manos mientras la otra sujetaba fuertemente el metal, tenía la mano callosa trato de no pensar en eso mientras seguía bajando. Por fin faltaban unos cuantos escalones para llegar al suelo, por fin logro pisar tierra firme y se tiró al suelo como si disfrutara acostarse en él y le causo gracia a Dann que bajo enseguida de ella.
- No pensaba que estabas tan cansada, vamos! si nos movemos estaremos descansando en menos de lo que canta un gallo.- le estiro la mano a Raquel para levantarla, ella la tomo con gusto y se encaminaron ocultándose de los demonios tratando de llegar al auto que estaba esperando su llegada, cuando corrían uno de los demonios los vio y se encamino por ellos Raquel recogió del suelo una rama grande y ancha de un palo y se la estrello en la cabeza al demonio que hizo un sonido gutural, Raquel aprovecho para pegarle otro palazo en la cabeza y dijo:
- Dile a tu maldita señora.- respiro aire fresco.- que se pudra, que se pudra en el infierno. que salvare a mi familia y la matare.- seguía pegándole palazos al demonio que cayó al suelo Dann tomo a Raquel por la cintura y le dijo.
- Quel, tranquila.- le cogió la cara con las dos manos se acercó a su boca y la beso, el beso era lo más tranquilizador, dulce y sabroso que él había tenido en la vida, Raquel se sorprendió pero se dejó llevar para sentir sus dulces y deliciosos labios en su boca veía estrellas y por un momento olvido todo lo sucedido mientras se seguían besando y perdían la respiración y al parar fue Raquel la que lo beso de nuevo abrazándose fuerte mente dann bajo la mano y le toco la pierna, lo que por supuesto puso Raquel a la defensiva y se separó.- creo que debemos irnos.
De pronto una mujer salió de los arbustos con una cazadora negra una blusa azul claro y unos pantalones de cuero sus ojos eran de un verde muy intenso y dijo:
- Tienes marcado labial dann.- Raquel se le quedo mirando.- pensé que querrían ayuda cuando recibí tu mensaje Dann, si no es mucha molestia podrían subir al auto o esperar que los demonios tachx se den cuenta de su presencia y vengan a mataros.
Como recibiendo ordenes de alguien mayor, no de una muchacha no mucho mayor que Raquel subieron al auto Dann se dirigía al auto, y Raquel igual pero con su cabeza mirando para el suelo, tenía mucha vergüenza con dann, se preocupaba pensando que el solo quería un beso, que solo la había utilizado y había quedado como una tonta que había caído en sus manos, como muchas que también ya habrían caído. La muchacha tomo el asiento del conductor, dann se subió en el puesto delantero dejando a Raquel en el puesto trasero llena de pensamientos, no muy buenos en su cabeza como "si me hubiera querido estuviera con migo en el puesto trasero, me utilizo".
- Bueno a donde os llevo.- dijo en tono burlón la muchacha.
- A la cabaña del norte, carlota.- dijo Dann muy seco.
- Pero danni la cabaña del norte queda en "Canadá".- Dijo la muchacha que al parecer el nombre era carlota.- no podremos llegar a Canadá en este carro, antes de salir debiste haber tomado uno de tus aviones, igual tú me enseñaste a pilotear, eres un experto.
- ¡Carla! ¿cómo pretendías que sacara un avión en medio de toda esa tempestad?
- Tuviste tiempo de sobra para estarte besuqueando.- y levanto los hombros, Raquel sintió una rabia inmensa de que esa mujer se burlara de ellos de aquel forma tan desagradable, estaba a punto de hablar cuando Dann se le adelanto.
- ¿Y a ti que te importa lo que yo haga o deje de hacer? No seas tan entrometida ni tan chismosa.- grito Dann muy disgusto y Carla pareció enfurecerse mucho y dijo en el tono más calmado que pudo.
- Te llevare a mi casa, no puedo hacer más, hablaras con mis padres a ver si te prestan nuestro helicóptero.- respiro hondo y soltó.- con la condición que me lleves con vosotros.
- Sí, no importa.- dijo Dann resignado.
Raquel pensó, cuando se subió la primera vez en el auto de Dann que era un loco conduciendo pero Carla era peligrosísima no le importaba la velocidad ni mucho menos bajarla en las curvas, se dirigían de nuevo a la ciudad donde ella y Dann no hace mucho tiempo habían escapado, la ciudad más hermosa del mundo con el clima más sabroso, la ciudad de Ibagué, nunca antes Raquel había salido del país y la idea de irse para Canadá le resonaba cada vez más en la cabeza.
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Un secreto por descubrir
ActionRaquel Gonzales una tipica adolecente de 18 años, descubre que toda su vida ha vivido en un engaño, que posee poderes extraordinarios, que jamas se hubiera imaginado descubre el amor y pierde a su familia en el camino