SKYFALL ━ tony stark

00: cavar nuestra tumba.

━━━━ CAPÍTULO 00:
❛ CAVAR NUESTRA TUMBA ❜

Durante mis años de vida había tomado muchas decisiones. Algunas parecían la peor opción si las analizan bien, pero siempre atendía las consecuencias de cada una de ellas, porque de esa forma Madre me había enseñado. Me había dado libertad de hacer de mi vida un desastre si así lo quisiera, pero debía saldar cada deuda al final, porque todo siempre regresa, cada cosa buena o mala que hayas hecho vuelve a ti como una especie de boomerang sin previo aviso.

Cuando vivía en Exol no me gustaba la humanidad, la detestaba hasta los huesos, me parecía repugnante el hecho que seres lucharán entre sí constantemente, provocarán sus propias guerras y destruyeran su hogar de tan vil forma. La Tierra solo era tierra sagrada que había sido maldita con humanos, un lugar que no merecía todo lo que estás criaturas le habían hecho. Solo miraba odio en sus corazón y guerra nublada en sus mentes, que me parecía rara la idea de otros mundos en querer protegerlos ¿Qué protección necesitaban ellos? Si ellos mismos eran su inminente destrucción.

Sin lugar a duda, haber decidido esconderme en Midgard fue de las decisiones más extravagantes que había tomado. La Tierra se convirtió en un refugio para mí luego de todo el dolor que había causado, parecía casi sarcástica la idea que ahora viviera en el lugar que tanto había profanado.

—Aisha, llevas diez minutos viendo esa estatua ¿estás hablando con ella o...? —Daven rió por lo bajo y le dediqué una pequeña sonrisa de lado mientras apartaba mi vista—. Salgamos de aquí, ya me aburrí.

—Pareces un crío ¿Te lo había comentado antes?

—Muchas veces —sacó una goma de mascar de su bolsillo y la introdujo a su boca—. También comentaste que soy extremadamente ardiente y definitivamente el ser más guapo con el que te hayas cruzado.

—Definitivamente nunca jamás en mis trescientos años de vida dije algo así —bufé mientras caminaba junto a él—. No tienes que acompañarme al museo, se que te trae malos recuerdos.

—Al contrario, me parece fascinante la idea en la que los humanos plasman a sus dioses, una idea tan pura y a la vez tan errónea.

Daven Atkinson era una alma en desgracia, no había otra palabra que lo describiera mejor, solamente alguien con demasiada libertad y un ego inflado en su máxima expresión ¿y como no iba a tenerlo? Si cada mujer humana caía rendida a sus pies con unas palabras bonitas o una simple sonrisa de parte del pelinegro. No sabía mucho sobre él, era demasiado reservado respecto a su pasado y pidió que no le preguntara sobre este, solo se limitó a decirme que igual que yo, llegó a Midgard buscando un escondite y de toda la locura de su reino. Aun así, jamás me dijo de que planeta provenía, ni de su familia, pero creo que era mejor así, ambos teníamos una buena visión del otro sin saber lo atroz que fue nuestro pasado.