Capitulo 20

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Capitulo 20

Luke

El trayecto al restaurante no fue ameno en lo absoluto. Audrey no me habla y  parezco un lunático que habla consigo mismo mientras intento hacer conversación.

-Estás haciendo todo lo contrario a lo que dijiste que harías- susurró.

-Sigue en pie lo de no herirte- Audrey puso los ojos en blanco. El silencio en el taxi volvió.

-Soy fuerte, ¿sabes? Además, tal vez ni si quiera me enamore de ti si llegara a conocerte mejor- Pero yo si de ti.

-Me subestimas y eso me ofende- vi un ademán de sonrisa en su rostro y choqué los cinco conmigo mismo.

-¿A dónde iremos?- esta vez me miró cuando estuvo hablando y eso es mucho más de lo que pensé lograr.

-Iremos al The spaniards inn Hampstead- Audrey alzó una ceja- Sé que suena peligroso, pero no lo es- Esta vez me dejó ver su sonrisa y supe entonces que he ganado la batalla “odio a Luke”.

-He oído de ese pub. Fue donde Ashton llevó a Maia en su primera cita- Estuve a punto de atragantarme con mi propia saliva; eso de Maia y Ashton yo no lo sabía y me hace lucir como un desesperado. No quiero que Audrey piense que estoy armando todo esto porque me gusta.

-Yo he oído que la comida es buena- El taxista se detuvo frente al pub. Audrey sacaba su cartera cuando yo ya había entregado el dinero al conductor- Yo invito- dije mirandola.

-Que galante-

El host se encargó de ponernos en una mesa en el jardín, a petición de Audrey. No mentiré cuando digo que me sorprendí. Todo el jardín adornado con luces blancas que iban sobre todo el techo; mesas de madera, muy rústicas, e incluso un par de mesas más privadas, con su propia cortina. Cientos de plantas florales adornaban la atmósfera; este sería uno de esos lugares a los que llevaría a mi novia si tuviera una. ¿Por qué tuve que preguntarle a la señora Bailey por un lugar para cenar? Dijo que era perfecto para traer a una amiga. Yo creo que no.

-Qué bonito lugar- le dijo Audrey al mesero que nos atendía.

-Lo es. ¿Qué van a ordenar?-

Audrey checó el menú, así como yo. No puedo concentrar mi cabeza en una sola cosa, siento que no debería comer, tengo nauseas.

-El pollo con ensalada césar estará bien, y la sopa de espárrago- Dijo Audrey con un tono muy dulce.

-¿Y para usted?- Preguntó el mesero.

-Lo mismo- No tengo cabeza para nada. Hace tanto que no estoy en una cita que me parece que esta es mi primera vez.

-¿Estás bien?- Asentí. Apenas se puede creer lo infantil que soy. No tengo porque estar nervioso al respecto, ni si quiera es una cita formal. Estamos utilizando a Audrey para que Calum se dé cuenta que Chelsea aún cuando haya recuperado a su amiga, no lo invite a salir, porque las chicas no hacen eso.

-Audrey… Debes saber el motivo por el que estamos aquí- Ella prestaba atención a todo lo que yo decía- Además, del hecho que me agradas y quiero ser tu amigo; tus otros amigos te quieren, a su manera, no digo que los tienes que perdonar ahora mismo, pero sería grandioso que por lo menos lo pensaras- Audrey asintió.

-¿Podemos hablar de otra cosa? ¿O podemos no hablar de nada?- Oficialmente, soy un idiota. Justo logré avanzar un paso, ahora retrocedo unos cinco atrás. Ninguno dijo nada hasta que la cena llegó. Audrey dijo que está muy bueno, y no volví a escuchar su voz.

Conocí a una Audrey desesperada y confundida, a una Audrey que se ve diferente a los ojos de su hermana y a esta que parece que está muriendo.

-Soy el arruina citas- Audrey levantó la mirada de su plato para verme- Lamento haber hablado sobre cosas desagradables para ti. Sólo quería ser sincero contigo- Audrey sonrió de medio lado, pero no se ve feliz.

-Estoy acostumbrada a que me mientan; tu sinceridad es refrescante- Ahora fui yo el que sonrió. Nadie la merece, ni si quiera su madre.

-¿Qué te gustaría hacer después de cenar?- Ella se encogió de hombros.

-Ya que estamos siendo sinceros, no tengo ánimos de nada-

-Claro, entiendo-

No pude comerme todo el platillo, pues la sensación de náuseas no se me ha quitado para nada. He pasado de la liguilla de los jóvenes experimentados, a la de los niños. Nada más me falta caerme frente a ella o hacer que el vino salga de mi nariz. Audrey no mencionó ninguna otra palabra, se limitó a comer y a mirar las luces que iban de un lugar a otro en el techo.

-¿La trajiste aquí?- Preguntó- Me refiero a la rubia; es decir, tú amiga-

Me tomó un minuto captar la pregunta. Habla de Beth, otra vez. Traerla a colación no creo que resulte de la mejor manera.

-No-

-Es bonita- Continuó.

-Sí, eso creo-

-¿Usa relleno o son de verdad?- Ahora sí que no entendí la pregunta. Mi cara de confusión pareció suficiente para que Audrey se pusiera inquieta. Al final terminó señalándose los pechos. ¡Oh!

-No lo sé- Audrey entrecerró los ojos, entre tanto quiero reír, pero tengo miedo de que me vaya a lanzar el tenedor en la cabeza.

-¡Ay, por favor! Te he visto con ella en citas como esta- Se detuvo un minuto- Espera eso sonó muy psicópata. Quise decir que por casualidad te he encontrado por ahí y de reojo he notado que estás con ella. Sí, eso suena mejor-

-Somos amigos. Suelo salir con mis amigos a comer. No me gusta comer solo; mi padre dice que la comida te sabe mejor cuando estás acompañado- Audrey no se convenció. No puedo contener la risa, termino metiéndome un pedazo de lechuga en la boca.

-Sí, claro, una compañía que usa talla doble D en sostén- Suena tan, molesta, por el tamaño de sostén de Beth, que me es imposible no soltar una carcajada.- ¡No te rías!- Exclamó, molesta.

-¿Te soy sincero?- Ella asintió- No me van los pechos grandes.

Audrey se sonrojó, y al igual que yo terminó riendo.

-No te creo- Se cruzó de brazos.

-¡Es verdad! Los pechos grandes me perturban- Audrey se rió más fuerte, causando que alguno que otro volteara a vernos.

-¿Entonces no te gusta?- Dijo, recobrando la compostura.

-No, Beth y yo somos amigos-

-¿Podrías olvidar que te dije… sólo olvídalo, sí?- Dijo con voz temblorosa.

Sé a lo que se refiere. Lo mejor para ambos es que olvidemos ese episodio en el taxi y afuera de su departamento.

-Olvidado- Audrey sonrió.

-¿Amigos?- Preguntó, extendiendo su mano. Es muy pequeña, tiene los dedos finos y las uñas pintadas de un color morado.

-Amigos- 

Serendipia (Luke Hemmings, Fanfic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora