Serendipia (Luke Hemmings, Fanfic)

Capitulo 11

Capitulo 11

Luke

Al finalizar la jornada de trabajo, me encargué de llevar a la señora Bailey y a Bethany a cenar. Aún cuando le dije a ambas que sería algo formal, sé que las cenas en lugares ostentosos son tensas y carentes de diversión; Por lo que las llevaré a uno de mis lugares favoritos en Londres, es barato, bonito y sirven buena comida.

-Llevemos mi auto- ofreció nuestra jefa. ¿Ir en auto? No lo creo, si de verdad quieren una noche diferente, yo se las daré.

-No será necesario. Vamos, caminemos un poco y después tomemos el metro- la zona King’s Cross quedaba lejos para ir andando, así que tomamos el metro a unas cuantas calles. La señora Bailey parecía horrorizada cuando le dije que debía sostenerse del tubo. Antes de tocarlo sacó una toalla húmeda de su bolsa y lo desinfectó para ella e incluso para mí y Bethany. Mi compañera no estaba tan sorprendida del transporte, pero me había contado que prefería viajar en taxi o en su bicicleta.

-No sé cómo pueden viajar en esta cosa- me dijo mi jefa al oído, me entró nostalgia al ver que se ponía de puntitas para así apenas alcanzarme, como mamá.

-No es que ame el metro, pero no es necesario sacar un auto y pasarme la mayor parte del día en el tráfico cuando puedo llegar más rápido a los lugares andando y en transporte público- Además que no tengo dinero, lo que le dije era cierto, se pierde tiempo yendo y viniendo en automóvil, prefiero las cosas sencillas. Además, me permito ver lugares que nunca hubiese descubierto si fuera andando en un auto propio.

-Bueno, mañana que acompañes a la señorita Littenberg al salón de eventos no podrás viajar en esta cosa, te prestaré mi auto- No es necesario, mas no quise discutir con ella, está sonriendo y aunque diga que no, parece disfrutar de la experiencia del transporte público.

Cuando llegamos frente al Java Tree Café lo primero que hice fue mirar las reacciones de mis acompañantes. No están enojadas u ofendidas, es un buen comienzo para decirles porque este lugar es el mejor.

-Es uno de mis lugares preferidos en la ciudad, sirven la mejor sopa y el personal es muy amable-

Beth me sonrió y la señora Bailey entró sin que nosotros le dijéramos algo más.

Por suerte, hoy era uno de esos días en que el restaurante no estaba abarrotado de gente. El mesero, de procedencia italiana, nos dio el menú y habló un poco con nosotros, incluso hizo reír a las damas.

Audrey

Ansel insistió en que debíamos ir a comer algo antes de seguir haciendo la lista de invitados de la boda de Maia. Sí, ella está haciendo su lista, debería hacer lo mismo; Sin embargo, mamá es la que se ha autodenominado la organizadora y no me deja hacer nada más que elegir mi vestido y la comida del banquete. Me sorprende que me haya confiado tal tarea, porque yo soy más de una buena pizza a un filete con verduras frescas y caviar (detesto esa cosa, por cierto).

-Vamos a entrar aquí; ya me cansé de caminar y Ansel no se acuerda de la estúpida dirección- Keyla, así como todos, estamos cansados de ir andando por las calles sin encontrar el restaurante que Ansel ha dicho que quiere ir. Estamos en la zona King’s Cross y tengo mucha hambre, ahora mismo podría pararme frente a una carretilla donde venden pescado frito y papas y comerme una orden entera sin rechistar.

-Está bien, culpen al chico, de todos modos siempre lo hacen- Ansel nos abrió la puerta. Íbamos todas, incluyendo Fifi, quien últimamente no se involucra en nada que tenga que ver con sus amigos.

-Es porque siempre terminas perdiéndonos- Le dijo Keyla antes de pedir una mesa.

-¿Podrían no pelear esta vez? Cada que salgo a comer con ustedes la comida me causa agruras, son una pesadilla juntos- Chelsea tiene razón, no hay un solo momento en que Keyla y Ansel no peleen; desde que se conocieron en secundaria tienen esa manía de molestarse el uno al otro tanto como Dios se los permite.