Capítulo 38

340 20 1
                                    

Capítulo 38

Luke

Sentí un ligero toque en el hombro y la voz de Blair llamándome a lo lejos. Abrí mis ojos de golpe, recordando que he dormido en el hospital junto a Erick; el cuello y la espalda están matándome. Me acostumbré rápido a dormir en colchones finísimos aquellos días en que Audrey y yo éramos algo más que amigos.

-Hoy es el día- Dijo Blair en susurros, cómo si pudiéramos perturbar el descanso de mi hermano. 

-¿A qué te refieres?- torció la boca. La puerta se abrió, papá entró, su cara de funeral me lo decía todo.

-No, aún no- Rogué. A penas acabo de llegar y ya lo quieren desconectar, lo único que pido son unos pocos días con Erick; estoy enterado de su estado, tiene muerte cerebral, pero eso no quita el hecho de que su cuerpo sigue aquí con nosotros, y somos afortunados de abrazarle aunque seamos los únicos que reaccionemos ante el gesto. Blair y papá se ven demasiado resignados, pero yo no, aún me niego a creerlo.

-Luke, es tiempo. Erick sufre más cuando lo mantenemos atado al respirador- ¿Ella que sabe? No es como que Erick le haya dicho su forma de sentir, si nadie en esta familia lo hace más.

-No voy a dejar que lo hagan- Me interpuse entre la camilla y ellos, el corazón me latía tan rápido que era todo lo que escuchaba.

-Ya te despediste, Luke, es hora de que dejemos ir a Erick- Continúo diciendo mi papá. Estábamos en una posición en la que yo sabía que el que saldría perdiendo sería precisamente yo.

-¿Es que no les importa? Si lo desconectan ya no habrá marcha atrás; no podremos abrazarlo, ni verlo y eso es…- Las palabras se me quedaron atoradas en la garganta. La vista se me nublo por las lágrimas y sentí los brazos de mi hermana rodearme el torso. Blair mojaba la parte superior de mi camisa con sus propias lágrimas y no quiero ni voltear a ver cómo se encuentra mi padre. Duele como mil patadas en el estómago, quiero vomitar, quiero gritar, quiero morir yo también. Lo amo demasiado que no imagino una etapa de mi vida sin él, es justo del mismo modo en que me siento respecto a mi mamá. No quise perder a ninguno de los dos, a ambos los di por sentados y ya no los voy a volver a ver nunca jamás.

-No puedo Blair- Hubo un momento en el que contenía los sollozos y luego los dejaba salir todos de golpe, es el llanto dramático al que ninguno desea llegar jamás, la clase de llanto que sale una vez que estás demasiado herido para contenerte.

-Si puedes, Lukey, estamos juntos en esto. Podemos hacerlo- Me susurró.

Dos enfermeras y un doctor entraron. Llevaban un par de equipamiento en sus manos que me imagino utilizarán para desconectar a Erick.

-Necesito aire- Empujé a Blair lejos, corrí tan rápido con el pasillo que no me han de haber visto ni el polvo. Aire, un lugar donde respirar, eso es lo que me hace falta en este instante. El sonido de la maquina mostrando su frecuencia cardiaca aún se repite  en mi cabeza, suenan al mismo tiempo que los latidos de mi corazón. Veo el baño de hombres casi al final de CUI; entro y me encierro en un cubículo, las ganas de vomitar me vienen y son imparables. Es el dolor que de alguna manera pide ser expulsado de mi cuerpo.

Le bajo a la palanca, ya no hay más que pueda devolver, me arde el estómago, pero apenas siento ese molesto detalle, me duele más el pecho. Necesito respirar, no puedo respirar, necesito a Audrey, su voz. Saco mi celular y marco su número, suena y sigue sonando pero ella no contesta. Ella me entiende, no me había dado cuenta hasta ahora pero me entiende. Va a perder a Pam, lenta y dolorosamente, como yo perdí a Erick y de alguna manera perdió a su mamá, a la imagen perfecta que tenía de su mamá. Y sigue sonriendo, Audrey tiene esperanza en el mundo, a pesar de todo lo malo; quiero que me diga la fórmula para ser así.

Serendipia (Luke Hemmings, Fanfic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora