Serendipia (Luke Hemmings, Fanfic)

Capítulo 42

Capítulo 42

Luke

-¿Qué es lo que te sorprende? Abi siempre ha estado enamorada de ti, el único tonto que no lo sabía eras tú- Dijo Ashton. Odio el tono condescendiente que está utilizando conmigo. Acepto que no me di cuenta y ahora que lo veo no pudo ser más obvio, pero no soy un bebé al que le deban explicar las cosas con manzanas y palitos.

-No me estás ayudando, ¿qué debo hacer?- Ash suspiró. Puedo imaginar su cara de frustración. Sueno desesperado.

-¡Nada! ¡No hagas nada, Luke!- Gritó. Alejé el teléfono de mi oreja si no quería quedarme sordo. Ashton ha perdido los estribos y es por mi culpa, no es para tanto.

-¿Cómo nada? Es demasiado frustrante. No la quiero perder como amiga- Él volvió a gruñir furioso al otro lado de la línea.  Jugué con el cordón de mi zapato, estaba sentado con las piernas entre cruzadas, pasó un lapso de cinco minutos, aproximadamente, para que me contestara.

-Dale tiempo, Luke. Es lo único que cura todo, incluso una amistad casi rota. Va a pasar un buen rato antes de que Abi vuelva a sentirse cómoda contigo alrededor- Dijo, bajándole dos rayitas a su irritabilidad. Gemí, por la frustración. Me dejé caer de espaldas en la cama y descansé mi cabeza contra la almohada, pero ni así tuve una buena idea.

-Bien, Supongo que tienes razón- Acepté, al final espero que sea cierto.

-La tengo. Hey, Luke, ya me voy, Maia quiere que vayamos a entregar más invitaciones- Dijo con fastidio.

-Sí, no te preocupes. Diviértete- Le dije, burlándome de él.

-Chúpala, idiota. Te veo dentro de cuatro días- Ambos reímos. Es fácil contarle a Ashton esta clase de cosas, más que a Calum o Mike, ellos no se toman enserio las conversaciones, sobre todo cuando se trata de amor.

Audrey

Terminé de hacer los deberes. Me concentro más cuando tengo todo en silencio, con Keyla aquí todo el tiempo no puedo tener un minuto de paz. Siempre tiene música a alto volumen y su forma de hablar no es la más serena. Ella y Chelsea están preparando palomitas. Han terminado sus tareas hace rato; eso me hace odiar todos los días que falté a la escuela, ponerme al corriente no ha sido fácil. El timbre suena justo cuando termino de acomodar mis libros en el escritorio. Chelsea grita que ella irá a abrir, no me preocupo en arreglar mi aspecto; pantalón de chándal color negro, blusa manga larga color azul y pegada al cuerpo y unas botas de peluche color café.

-¡No jodas! ¿Qué haces aquí, maldito infiel asqueroso?- La voz, enojada, de Keyla se fue haciendo más fuerte conforme caminaba por el pasillo. Vi a Harry parado junto a la puerta, mis dos amigas le impedían el acceso adentro.

-No empieces, Keyla. Necesito hablar con Audrey, es urgente- Estoy segura de que no viene a pelear, le dejé todo muy claro el otro día, así que algo más tendría que haber pasado para que Harry se trague su orgullo y venga a verme.

-¿Qué quieres, Harry?- Los tres se fijaron en mí. Harry parecía sorprendido, y es que olvidé el cambio de look que llevo. Keyla rodó los ojos y con la mirada más mordaz me dijo todo. Harry no es bienvenido por ellas.

-Es Daniel, tu hermano- Fue cuestión de segundos antes que quitara a mis amigas y me pusiera frente a él. Mi corazón latió fuerte, ¿ahora que le sucedía a mi hermano?

-No lo escuches, Audrey, es un cretino que no merece dirigirte la palabra- Dijo Keyla, detrás de mí.

-¡Chicas! Esto es entre Harry y yo. ¿Pueden dejarnos a solas, por favor?- Ambas se miraron, parecían dudar- ¡Por favor! Puedo manejarlo yo sola, gracias- Las dos se fueron a la cocina no sin antes darle unas miradas de advertencia a Harry.