Serendipia (Luke Hemmings, Fanfic)

Capitulo 37

Capítulo 37

Luke

La cena no supo excepcionalmente bien a comparación con otras ocasiones. La silla que antes era de Erick está vacía e igual la de mamá. Veo como Papá y Blair tratan de ignorar ese hecho y siguen conversando sobre Charlie y Zoey junto a una animada Emma y un aburrido Ben.

-¿Podríamos dejar de aparentar?- Dejé caer el tenedor en mi plato a medio comer. La atención de todos estaba puesta en mí, habían dejado de sonreírse con esas muecas falsas, gracias el cielo.

-Luke…- Me reprendió mi padre.

-¡No, papá! Ya no soy un niño, ni tampoco me gusta fingir que no siento nada cuando veo esas sillas vacías, sé que tú también sientes lo mismo, y Blair, pero están más ocupados en no dejar de sonreír que ocuparse de toda esta mierda- Grité. Mi padre se puso inmediatamente de pie y me miró desafiante.

-¡Lucas, cuida ese vocabulario! No puedes venir y decirme cómo sentirme respecto a Erick o a tu madre, eso es algo que yo solamente entiendo- Fue soltando las palabras, primero gritando y después calmado.

-Ese es el problema con esta familia, nunca hablamos sobre la muerte de mamá, y por eso Erick se suicidó, y por eso yo me fui- Eso que acabo de decir salió de mí sin que yo lo pensara mucho, siempre estoy sediento de buscar culpables, ya no soy yo solamente, esto es real, este es el verdadero problema y también la única solución.

-Luke, este no es el momento para hablar- Continuó Blair, en vista de que papá se quedó mudo y nadie se atrevía a decir nada.

-Entonces nunca lo será. Con permiso, no tengo hambre- Me levanté de la mesa y lancé la servilleta, de tela, en la silla- Iré a ver a Erick.

Tomé las llaves de mi auto, un porsche, de color negro, que me regaló papá cuando cumplí los dieciocho. Está intacto, tiene el mismo rayón, en la puerta izquierda, que le hice cuando fue la fiesta de Ashton y yo descubrí que Natalie me engañaba. Es un recuerdo a fin de cuentas. En el garaje hay cosas que debieron haber sido tiradas a la basura desde hace tiempo, pero papá está aferrado a ellas, como a la idea de que somos una familia perfecta.

Conduje hasta el hospital donde tenían a mi hermano, la música a todo volumen de All time low y el viento entrando por la ventana me serenaron antes de llegar. Para el momento en que pise recepción ya no tenía ganas de golpear a alguien, simplemente me sentí solo.

-Con permiso- Dijo la enfermera que me acompañó hasta la habitación. Vi el número con ansiedad, 231, adentro está Erick. Abro y cierro mis ojos con la primera imagen de él en la camilla, está conectado a un ventilador, tiene un tubo que va en su boca y una cánula mientras el monitor muestra en pantalla su frecuencia cardiaca. Su cabello rubio está un poco largo, a él no le gustaría así, y su piel está pálida, supongo que el sol que entra por la ventana no es suficiente. Me encantaría que me mirara con sus ojos color azul, Blair siempre lo envidió porque sus pestañas eran más largas que las de ella.

-Hola, enano. Han sido muchos meses sin vernos. Creo que estás más alto- Me senté a un lado de su cama tomando la primera silla que vi. Coloqué su mano, fría, entre las dos mías y la apreté; no hubo respuesta de su parte, pero tenía la esperanza de que ocurriera.

-Ese día que llegué y te vi en el suelo del jardín, lleno de sangre, no supe que hacer. Cuando llegamos al hospital, los médicos te llevaron en una camilla al quirófano, dijeron que tenías una fractura en el cráneo. Estuve horas en la sala de espera, junto a papá y Emma, sí, ella también estuvo aquí. Después de mucho tiempo el doctor Flynn, amigo de papá, vino y nos dijo que estabas en coma… jamás te recuperaste. Estaba en ti vivir o morir y me gustaría saber porqué te decidiste por el camino fácil- sorbí mi nariz y traté de limpiar mis mejillas mojadas.