Caminar por el mismo pasillo que había recorrido hacía más o menos un mes, le erizaba la piel. Estaba tal y como lo recordaba. Su mente se había empeñado en sacarle una fotografía a cada rincón de aquel lugar, con sus paredes tan blancas como las puertas, las cuales llevaban una pequeña ventana redonda donde solo podía ver la habitación de enfrente y parte del pasillo. Alex lo sabía porque había pasado horas cuando despertó mirando por allí, tratando de buscar una solución al enigma que se le presentó sin previo aviso.
Pero todo había quedado atrás y ahora se encontraba caminando como un cazador llevando a su presa a una de aquellas puertas.
—Detente —ordenó. La rubia lo hizo.
Había decidido llevarla a una habitación alejada de la entrada, de esa forma no la escucharían gritar si pedía ayuda.
Estiró la mano, con la otra aún sosteniendo el cuchillo contra la espalda de la mujer. Ella vestía la ropa que llevaba debajo de la bata que Alex le había quitado.
—Entra —pidió. Sin decir nada, ingresó.
—No te saldrás con la tuya, te... —Pero Alex cerró la puerta, echándole el pestillo y la voz de la rubia había quedado ahogada en cuatro paredes donde terminarían perdiéndose.
La miró unos segundos a través de la ventana. Seguía hablando, estaba enojada. Claro que lo estaba, ahora que no tenía el filo de un cuchillo acariciando su piel.
Lo escondió en el bolsillo de la bata, acomodó la trenza que llevaba en el cabello y se encaminó al ascensor sin mirar atrás. Cuando presionó el botón y las puertas se abrieron, halló la libreta junto con la lapicera que la doctora había dejado caer y tomó ambos objetos.
Lo único que quedaba ahora era hallar a Jasper y al resto de su gente, siempre y cuando los guardias que vigilaban a través de las cámaras no la reconocieran. Dudaba que fueran a hacerlo, pero debía mantenerse alerta. Sorprendentemente, su corazón no latía con fuerza y cuando pensó en Bellamy su pecho no se hundió. Por primera vez, su mente y cuerpo habían aceptado lo que había decidido hacer. Tal vez, era porque estaba tomando la decisión correcta o porque la vida de Jasper estaba en juego. La noche anterior, si bien Bellamy no lo sabía. Ella se estaba despidiendo. No sabía si saldría de allí con vida, no luego de haberse enterado de qué eran capaces la gente en Monte Weather. De todas formas, su conciencia estaba en paz.
Las puertas se abrieron con un sonido sordo y se encontró con el pasillo vacío. Dio el primer paso y miró hacía ambos lados. Debía ir por el pasillo de la derecha, luego doblar a la izquierda hasta llegar al comedor. Desde ahí sabía perfectamente cómo llegar a los dormitorios. Por un momento se planteó la idea de que Jasper no estuviera allí, pero no podía detenerse. No ahora.
Comenzó a avanzar, pero se detuvo cuando vio dos guardias asomándose por la esquina. Su corazón se desbocó hasta que recordó la libreta que llevaba en la mano. Tomó la lapicera y comenzó a hacer garabatos mientras cruzaba junto a los guardias, quienes mantenían una conversación amigable y no notaron su presencia. Volvió a respirar.
Cuando atisbó las puertas que daban al comedor, comenzó a avanzar con cierta rapidez. Una mala idea. Ya que antes de darse cuenta, tropezó cayendo al piso con un ardor en las muñecas y rodillas. Levantó la mirada sin aire pero se encontró con un niño también en el suelo.
—Lo siento —habló el niño poniéndose de pie. No tendría más de siete años pero estaba vestido y actuaba como un adulto. Alex lo miró rogando porque el pánico no cubriera su rostro—. No la vi —añadió.
Alex se puso de pie torpemente.
—Está bien —susurró ahogada en sus propias palabras. El niño la miró unos segundos más antes de seguir caminando por el pasillo.
![](https://img.wattpad.com/cover/138832408-288-k715201.jpg)
YOU ARE READING
Beautiful Mess II → Bellamy Blake
FanfictionAlexandria despierta en un lugar que desconoce, rodeada que médicos que la tratan como si fuera un objeto. Pronto lo reconoce como Monte Weather, el mismo lugar donde debían haber aterrizado. Mientras se reúne con sus viejos amigos, Jasper quiere co...