c u a t r o

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Joven adulta.

Y cuanto más  lo quiso ocultar, más  vistoso se hizo.

Sobretodo con los tratos que el azul  comenzó  a darle  a el rosado. Este último  ya no se apartaba, hasta podría  decirse que se miraban con cierto cariño.

Una noche, en la cual  el azul se estaba encargando de darle de comer a el rosado, este le pregunto: "¿cuándo  podré salir? ¿cuándo  podré  ser libre?".

El contrario no sabía  que contestar.

¿Podría convivir con él? ¿Amarlo como merecía? ¿Liberarlo?

¿Podrían  seguir como hasta ahora? ¿Por cuánto  tiempo? ¿Podia encerrarlo por por toda su vida?

Y lo supo.

Al ver sus ojos supo que debía  darle  libertad y amarlo.

Era lo que tenía  que hacer; liberar y amar.

Abrió  la jaula, lo tomo con suma delicadeza y apoyo su frente contra la del  rosado.

"Eres libre" y lo besó.

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