Feliz día de los inocentes 3

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El par de conejos, se encontraba en un lugar abierto, en el bosque junto a una hoguera. Ambos se miraban a los ojos, mientras sonreían. Habían decidido salir a dar un paseo por la noche, cerciorándose de que no corrieran ningún peligro, y ahora estaban en aquel lugar...

Hablaban de cosas triviales y se reían, hasta que el pelimorado decidió decirle algo importante...

-Bon... ¡Tengo que hablar contigo!- Habló, tornándose serio.

-Sí, dime...- Respondió el moreno, dejando de reírse.

El más bajo, desvió la mirada...

-¡Es algo... Un poco delicado... Y yo... No sé como decírtelo!...- Habló con tristeza.

El peliturquesa lo miró, preocupado...

-¿Qué pasó?...- Preguntó.

El contrario, desvió la mirada...

-Lo que pasa es que yo... ¡Estoy enfermo!- Respondió al fin, después de una larga pausa.

El moreno, lo observó...

-¿Qué tienes?- Volvió a preguntar.

El pelimorado trató de mantener la mirada y de no trabarse, al hablar...

-Yo... ¡Tengo una Enfermedad terminal y... Me queda poco tiempo de vida!...- Confesó con voz temblorosa.

El contrario se quedó en shock, al oír aquello... ¡¿Su conejito iba a morir?!...

-¡¿C-Cómo dices?!... ¡E-Eso no puede ser posible!...- Habló con voz entrecortada.

El más bajo, lo miró con tristeza...

-¡Es la verdad!...- Admitió con amargura.

El peliturquesa comenzó a desesperarse, lleno de dolor y tristeza...

-¡Pero Bonnie, eso no puede...!...- Gritó angustiado, pero luego, hizo memoria y recordó que día era... ¡Otra broma!- ¡¿Es otro juego tuyo, no?!...- Suspiró de mal modo.

¡No le gustó que lo hubiese asustado de ese modo!...

El pelimorado negó con la cabeza...

-¡No... Esta vez, lo digo enserio!- Contestó con voz ahogada.

El moreno lo observó, incrédulo...

-¡Vamos, ya deja de jugar así!... ¿Acaso pretendes que te crea, teniendo en cuenta y repasando todas las que me has hecho?... ¡Ya no caeré más en tus juegos!- Afirmó con seriedad.

El peliturquesa había decidido ponerse firme, para que su novio no siguiera con aquellas bromas de mal gusto, pero su imposición cayó cuando el contrario comenzó a llorar... ¡Eso sí lo preocupó de verdad!...

-¿Porqué lloras?... ¡N-No me digas que...!...- El pelimorado le miró, como dándole una respuesta afirmativa- ...¡...Es cierto...!...- Completó con amargura.

El más bajo, estaba deshecho en lágrimas y no podía contenerlas. El moreno, acarició las mejillas de su novio, sintiendo mucho dolor en su pecho... ¡No podía creer que aquello estuviera pasando!...

¡Jamás se resignaría a perder a su Conejito, a quien tanto amaba!...

-¡No!...- Abrazó con fuerza al contrario, dejando caer sus lágrimas.

Los sollozos de ambos, hacían eco en aquella estancia... ¡No quería perderlo!...

¡No quería que todo acabara de ese modo!...

¡Se amaban demasiado!...

El peliturquesa trató de decirle tantas cosas, tantas palabras... Pero no lo hizo, y no porque no haya querido, sino porque notó que el pelimorado comenzó a reírse... Pero, no era una risa de burla, sino una que transmitía calma...

El más alto, se separó del abrazo y miró los ojos del otro. Él sonreía, pero sus lágrimas seguían cayendo...

Trató de preguntar tantas cosas, pero antes de que pudiera hacerlo, el más bajo, le entregó un papel, que colocó en sus manos. El peliturquesa miró el papel y notó algo escrito...

Empezó a leer, y con cada palabra que estaba allí escrita, sentía que su corazón se oprimía. Al final del papel, habían unas letras que decían: Lee el reverso. El moreno le dio la vuelta al papel, y comenzó a leer. Al hacerlo, sintió exactamente lo mismo que antes... ¡Pero al final, pudo comprenderlo!...

Finalizó de leer la carta, y observó al otro...

-¡Me mentiste!...- Sonrió con lágrimas en los ojos.

El pelimorado sonrió de la misma forma que su novio...

-¡Feliz día de los inocentes!...- Habló con su voz, temblando.

El peliturquesa sonrió de una manera, un poco, torcida y melancólica...

-¡Feliz día de los inocentes!...- Contestó de igual modo.

El contrario, sonrió...

Ambos secaron las lágrimas del otro, poniendo sus manos en sus mejillas. Sonreían con un brillo diferente en los ojos...

Ambos se besaron con cariño, poniendo de manifiesto, todo lo que sentían, sin necesidad de las palabras... ¡En ese momento, no eran necesarias!...

¡Un beso prolongado que demostraba su Gran Amor!...

¡Y al parecer, siempre había un "Feliz día de los inocentes" que superaba la amargosidad del anterior!...

¿Qué seguiría ahora, después de esto?...

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*CONTINUARÁ*

Amargo Día de los InocentesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora