LLEGASTE A MI VIDA, TU VIDA, NUESTRA VIDA.

Cap. 35 Vivir a prisa

AVISO: MUY LIGERO LEMON.

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"No importa, así pase una eternidad el resultado será el mismo, en cualquier caso el tiempo no es nada para mi, pero esta vez seras mía no importan los medios así que esperaré solo un poco mas para llevarte al lugar donde siempre debiste estar y al que realmente pertences..."

- ¡Siiiiii es día de compras!
Observo a esa belleza rubia correr de un lado a otro, con gran alegría mientras escoge entre elegantes vestidos en tono naranja, ella y sus amigas sonríen con gran emoción mientras desfilan ante los ojos atónitos de todos nosotros, sus novios. Algunos fuimos arrastrados a este día de locura mientras ellas planean sus atuendos para dos importantes fechas próximas, la graduación y la boda de Lita y Andrew.

El rey y yo somos los más frustrados con la situación. Si, su majestad fue traído a rastras por el séquito real, el único realmente complacido con estar aquí parece ser Nicolás que ayuda con gusto a Rei cargando todas las opciones que ha escogido, mientras Seiya, Andrew y Taiki, solo se limitan a platicar de los preparativos de la boda, Masumi se acerca a mi hermano y modela ante el un vestido señido a su cuerpo en color negro, rio abiertamente al ver la cara de bobo que pone al verla mientras el rey solo aclara la garganta al notarlo, se que quiso reír pero su estatus no le permite romper protocolos, lo sé porque así era Kakyuu, ella también debe estar preparandose para su boda...

Yo debería estar preparando mi boda... Pienso en eso mientras observó a mi diosa de amor y belleza, enfundada en un sensual vestido coral y recuerdo a detalle aquella noche... Nuestra noche.

- ¡Quiero que te vayas! ¡Largate Yaten Kou!
Dijo arrojandome el saco en la cara.

- ¡No me iré hasta que me expliques! ¿Que sucede Mina? ¿Por que tienes tanta prisa?
La discusión había comenzado durante mi visita a su casa, era tarde de cine la mayoría de los viernes mis hermanos y yo llevábamos a nuestras parejas al cine y era mi costumbre ir por ella cada que teníamos una cita.

Pero lo que desencadenó esa fuerte discusión fue algo más absurdo... Al llegar, fui recibido por mi hermosa novia que solo llevaba puesta una mediana toalla. Yo estaba muy sorprendido pero intente guardar la compostura y actuar naturalmente.

- Pasa..
Me dijo con una amplia sonrisa.

- Vaya creí que ya estarías lista
Le respondí sentándome en el sofá, con mi típica actitud, su mirada se apagó un segundo.

- No tardaré, espera un momento
Se dirigió a su habitación y encuanto escuché la puerta cerrarse, pude respirar sentía tanto calor que me quite el saco mientras me inclinaba para tomar uno de esos mangas que le gustan leer y que estaba en la mesita de centro, mi atención demanba alguna clase de distracción pues la escena antes vista me tenía muy nervioso.

El departamento era pequeño y es que al vivir sola supongo que no necesita un espacio amplio, todo es muy femenino incluso algo infantil, los tonos amarillo y naranja predominan al por mayor y contrastan con el azul pastel de las paredes y una foto de sus fallecidos padres en un accidente cuando tenía trece descansa en el altar... Ella era huérfana al igual que nosotros, sin embargo algo que me había flechado por completo era el notar que apesar de su situación y soledad ella nunca fue negativa o se encerró en si misma, no como lo hice yo, contaba con mis hermanos eso era seguro, pero la muerte de mi madre fue muy dura ella nunca superó la muerte de mi padre, el gran rey Teneleer Kou y muchos dicen que nadie puede morir de tristeza, yo no estoy deacuerdo, ya que se apagó como una vela al cumplir un año de su muerte, Seiya dijo que estarían juntos en otro plano, algo como lo que los terricolas llaman el paraíso, en mi planeta lo llamamos el caldero primordial y eso también debo reconocerle a mi hermano, aunque esa situación a él le dolía, ese acuerdo cruel de los hijos del rey, Seiya siempre buscaba la manera de hacernos sonreir a Taiki y a mí.