LLEGASTE A MI VIDA, TU VIDA, NUESTRA VIDA.

Cap. 40 Ante mis ojos.

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Sonreí al pensar en que al ser la guardiana del tiempo, había vivido miles de años en la más pura soledad eso había hecho de mi deber la única razón de mi existencia, pero cuando conocí a mi familia realmente comencé a vivir y eso me hacia tener aún más convicción para cumplir con mi misión guardado un ferviente anhelo, teniendo fe en poder recuperar lo que he amado......

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- Así es, definitivamente el próximo año habrá una gran boda- responde con toda naturalidad y puedo ver el semblante de la pelinegra deformarse en marcado disgusto, mientras nos deslumbran los flashes que se han disparado con esa declaración junto con la urgencia de los reporteros convocados a esta rueda de prensa que han olvidado el orden y quieren saber los pormenores, soltando preguntas a gritos.

No ha sido tan difícil acostumbrarme a ser tan odiada por las chicas de todo Tokio y tan admirada por otras más, mi carrera va en ascenso y la popularidad de mi primer sencillo esta entre los principales cinco de la radio, mientras que el sencillo de Seiya es el número uno, me siento orgullosa de el, sonrió, pero el gesto se desvanece ante aquel recuerdo que me invade, Haruka, Michiru, Setsuna y Hotaru desfilan de repente entre la gente, me pasa a diario, creo o quiero verlas en la calle, en cualquier multitud, a veces también las veo en la escuela, una especie de remordimiento invade mi pecho y hace que mi mente me torture... ¿Cómo podemos seguir como si nada con nuestras vidas? Sin su presencia, sabiendo que sus vidas, amor y sueños han sido sometidos bajo el gran peso de un deber ¿Así será si algún día desaparezco?...

- Dulzura... Dulzura... ¿Estás bien?- un ligero mareo hace que mi rostro se sienta frío.

- Tal parece que la señorita Ai no se siente muy feliz con la noticia de la boda... ¿Que piensa usted de eso joven Seiya? - el tono amargo de la periodista, me hace observar a mi novio que aprieta mi mano con cariño, la mirada que me dedica está cargada de algo parecido a la tristeza, tal vez preocupación, sonrió para tranquilizarlo y tomo compostura.

- Perdonen, estaba distraída pensando en cómo será mi vestido de novia - digo sonriendo y ella parece apretar los dientes, cuando el susurra a mi oído.

- Es eso... O como yo, pensabas en nuestra noche de bodas... - una emoción colectiva, se genera en esa sala, mi novio a olvidado que los micrófonos están encendidos. Reímos nerviosos y algo avergonzados lo cual devuelve el color a mi rostro, aún asi conseguimos librar ese pequeño bache hasta desviar el rumbo de la entrevista hacia nuestros nuevos proyectos, logrando fijar la atención de los medios a lo meramente profesional hasta terminar la conferencia.

- No puedo esperar a saber cuál es mi regalo...- acaricia mi rodilla por debajo del material de la falda mientras conduce su lujoso Ferrari rojo rumbo a su departamento, es su cumpleaños y piensa que solo estaremos el y yo, a solas, y después de esa caricia, me arrepiento de que no sea así, me he vuelto adicta a el jugueteo sensual de explorar nuestros cuerpos, su perfecta anatomía provoca lo más carnal en mi, aunado a mis instintos que parece no caber en todo mi ser, es como querer demostrarle el inmenso amor que le tengo, con mi alma y mi cuerpo, con todo lo que soy, suena descabellado, un tanto insano el querer pertenecerle a una persona, pero yo quiero, no, necesito hacerle saber de alguna manera que en cada partícula de mi ser tengo la certeza de que el es la única razón de mi existir, tal vez hacer el amor con el sea una manera, entregarme por primera vez a el, solo a el, para siempre...

- Amo ver tus mejillas sonrojadas dulzura... - me guiña y logra ruborizarme aun más, se ha dado cuenta que estaba teniendo esos pensamientos de intimar con el, pero sonrió al ver su rostro igual de ruborizado que el mío.

- Te amo...- escapa en un susurro lo que mi corazón exige a mi boca mientras el está atento a el tránsito, es tan grato ver su perfil perfecto y su cabello negro resplandecer con los tintes naranja y carmín del ocaso, pero nada se compara a cuando clava su mirada en la mía, esos hermosos ojos cobalto me deshacen y sospechó que también tienen el poder de revivirme si llegase a agonizar.