Su mente se revolvía como una serpiente lanzándose contra su presa, su cuerpo estaba en un profundo dolor mas su alma estaba en calma, entre varios gemidos de desesperación, se levantó con un grito corto mientras encharcado de sudor clavaba su mirada en el pomo de la puerta delante de él.
"¡¿Señorito?!" se oía desde el otro lado de la puerta. Por algún motivo, Xin Hao no podía identificar sus alrededores. Notaba como su corazón había podido descansar por fin de aquella caída, sus primeros pensamientos fueron que el infierno parecía acogedor.
Pero no era el infierno ni mucho menos. De nuevo, la voz al otro lado de la puerta insistió llamado preocupadamente una vez más.
"¡¿Señorito?! ¡¿está el señorito bien?!"
Esa voz fue lanzada por una chica, posiblemente joven entre dieciséis y veintitantos años, Xin Hao nunca fue muy social así que nunca era capaz de adivinar bien la edad o el físico por la voz de la persona. Cuando Xin Hao abrió la boca para responder, la puerta fue lanzada abajo con un sonoro golpe.
Una mujer bellísima ante él que solo podría imaginar en sus más húmedos sueños apareció. Por un momento muy breve, Xin Hao olvidó todo lo que le envolvía hasta que volvió en sí.
"¡Señorito! ¡¿Por qué gritaba?! ¡Nos asustó mucho a todos-!" decía la joven chica de rubio pelo y morenos ojos.
Xin Hao rápidamente inventó una excusa para la chica que parecía buscar respuestas.
"Parece que una pesadilla me despertó de mi sueño. ¡Lamento si he preocupado a la joven señorita!" Xin Hao rápidamente hizo una pequeña reverencia y, en pánico, la mujer negó mientras la devolvía.
"Es así. Entonces procederé a retirarme de nuevo, si algo sucede nuevamente por favor haga uso de nosotras. ¡Su guardia siempre estará aquí para defenderle!" sentenció con una ligera alegría y marchó de la habitación a paso ligero.
La mente de Xin Hao no podía estar más confundida. Hace escasos segundos estaba respirando con dificultad por haber caído del barranco de los Mil abismos pero ahora mismo no solo estaba bien, si no que se sentía bien.
Miró su alrededor y pudo comprobar que todo lo que allí se hallaba parecían bienes de buena calidad, posiblemente de alguna familia rica. Sus mantas eran de algún tipo de seda lujosa increíblemente buena al tacto, tan buena que podría hacer que hasta el mismo morfeo cayera en los sueños más remotos con solo rozarla.
Xin Hao sin embargo notó algo extraño. Todo era más grande que como él podía recordarlo, no es que Xin Hao hubiera visitado esa habitación antes si no que parecían ser muebles de un tamaño ligeramente superior a los que había visto anteriormente.
Cuando quiso bajar de la enorme cama se dio cuenta de algo: sus pies eran diminutos y sus piernas cortas, ¿qué estaba pasando?
Xin Hao entró en pánico y miró sus manos, estómago, brazos... ¡Todo se había reducido a las partes de un jovenzuelo! ¡¿Dónde estaba su fuerte y robusto cuerpo?!
Tampoco había rastros de sus heridas de guerra, en el estómago no halló ninguna herida cortante, en sus brazos tampoco tenía los tatuajes que se hizo cuando se unió al batallón de escuadra contra bestias demoníacas dentro del Imperio Wuan.
¿Era la misma época? No, Xin Hao se preguntó siquiera era el mismo mundo aunque por la decoración todo apuntaba a que sí. En su anterior situación, él era el artista marcial más fuerte del mundo, alcanzó el pináculo de la cultivación llegando al nivel Dios sagrado, por debajo únicamente del nivel Divinidad al cuál nadie podía acceder ya que los reinos Yuan espirituales no podían romper a través de él.
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Martial Clone Spell Master
FantasyXin Hao fue asesinado en el pináculo de su entrenamiento por bestias mágicas de nivel divinidad. Mientras caía por el barranco de los Mil abismos, él se prometió a sí mismo que si algún día era capaz de renacer, enmendaría los problemas de su vida p...