FIN DE SEMANA.

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_____ despertó con los rayos de sol en la cara, en una habitación grande, y hermosa. Confundida volteó al otro lado de la cama. Y vio a Thomas.

*NARRA ______*
¿Qué demonios hago aqui?

Estaba confundida, no sabía lo que había pasado a noche. Por supuesto que no sabía.
Pero lo ví, era Thomas el idiota del set. Había tenido sexo con el.
Lo mejor que podía hacer era irme y rogar por no volverlo a ver nunca en mi vida. Justo cuando pensé en eso el despertó.

Hola- me dijo con una sonrisa.

¡Demonios! Y que sonrisa.

Hey.- le dije levantando las cejas.

¿Quieres desayunar?- me dijo aún sonriendo.

Claro.- contesté.

Quédate aqui- me dijo mientas se iba de la cama emocionado.

Después de unos minutos, llegó con una charola que contenía Hot cakes, Un vaso con jugo, uno con leche, fruta, y café.

Y me lo entrego. ¿Por qué eran tan lindo conmigo? Jamás me habían traído desayuno a la cama. Y menos a una que no es mía.

Provecho- me dijo emocionado.

Gracias- le dije mientras le daba un beso en la mejilla.

Termine de desayunar, el se fue a cambiar a otro cuarto.

Antes de irse me dijo que me podía meter a bañar. Y lo hice.

Entre al baño que había en el cuarto, y era una baño grande, blanco, que tenía jacuzzi. Sí que era grande.

Después de unos minutos, salí del baño. Y en el colchón que ya están tendido por cierto. Había ropa con una nota:

- Espero que el baño fuera excelente, compre está ropa para ti, espero que te guste, te espero abajo.

Firma Thomas Brodie-Sangster.-

Me puse. Era linda, pero no mi estilo.

Baje, unas largas escaleras.
Y Thomas me tomo del brazo. El estaba vestido con un traje negro, y se le veía muy bien.

¿Lista?- me dijo dulce.

Claro- respondí con una sonrisa.

Pero antes, te tendrás que vendar los ojos.

¿Para que? - dije confundida.

Solo confía en mí- me dijo con esos lindos ojos color avellana.

-Bien- dije un poco molesta.

Me llevo hasta el auto, y me vendo los ojos.

Durante el trayecto me dormí, pues no podía ver nada.

Cuando llegamos, Thomas me ayudo a bajar del coche, por qué aún tenía el vendaje. Cuando baje, pude escuchar el sonido del mar, pude sentir la brisa en mi cara, me gustaba cuando pasaba eso, por qué me hacía sentir algo.

Cuando Thomas me quito el vendaje, después de unos segundos de adaptar mi vista, Vi enfrente de mi una GRAN casa blanca.

¿Te gusta? Por qué aquí nos quedaremos todo el fin de semana. -me dijo Thomás emocionado.

Tomé aire, y volteé a ver a Thomas.

¿En que demonios estabas pensando?- le dije enojada.

¿Disculpa?- me dijo confundido.

¿Por qué me trajiste Thomas? No sé ni quién eres.- le dije aún enojada.

-Perfecto. Aquí nos conoceremos.- me dijo alzando sus dos cejas.

Millas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora