JunMyeon era un niño listo, un pequeñito muy tímido y con un gran corazón, amante de las sagas de Star Wars y de los libros con muchos bosquejos relacionados con la ciencia ficción y fantasía, siempre con una imaginación brillando alto.
Todas esas pequeñas cositas hacían que sus sonrisas fuesen más frecuentes de lo normal, formando dos medias lunas y unas mejillas más apretuchables, dando dulzura a quien lo mirase.
Solía jugar solo en los horarios de descanso a llenar sus manitas de tierra hasta que escuchase nuevamente la campana resonar en sus pequeños oídos, siempre llegando tarde por no terminar sus historias con sus personajes extravagantes y sin mucho sentido.
Era un niño inteligente, resolvía los problemas matemáticos con facilidad e intentaba poner atención en diversas materias siempre, pero su mente estaba en las nubes de algodón todo el tiempo, haciéndolo volar fuera del asiento.
A veces se imaginaba teniendo amigos con los que podía correr y esconderse dentro de juegos, tomarse de las manos y hacer dibujos hasta la hora de dormir... Pero eso siempre solía estar dentro su cabeza. Era realmente vergonzoso en la mayoría de las cosas y eso lo hacía ponerse triste algunas veces, transformando a sus personajes en pequeñas gotas hechas de lágrimas.
Así pasaba el tiempo, con altos y bajos, visitando la luna antes de dormir y dándole un beso de buenas noches, siguiendo su bonita rutina antes de cerrar los ojos.
Y así fue cómo transcurrió todo, con JunMyeon a sus 10 años viviendo junto a sus padres en una casa en cercanía del bosque y algo ajena al pueblo, visitándolo cada semana o mes para cosas necesarias dentro del hogar.
Sus libros dejaron de estar repletos de dibujos y ya indagaba acerca de Vicent van Gogh, el hombre que tuvo como obra ese cuadro que tanto le llamó la atención en las afueras, "La noche estrellada".
Sentía que si veía las estrellas más de la cuenta y les pedía un deseo a cada una de ellas, algo mágico se presentaría en su vida, algo tan maravilloso e indescriptible que le haría saltar el corazón una y otra vez dentro de su pecho.
"Linda estrellita, la que observa mi ventana todas las noches, ¿crees que por fin pueda ocurrirme algo sin estar soñando?"
El pequeño JunMyeon se sostenía en uno de sus codos frente a la ventana con contornos de madera, ubicando una de sus pequeñas manos en su abultada mejilla, observando la plenitud del cielo, con sus ojos brillar y sus labios curvos hacia arriba.
"Estrellita, tú y tus hermanitas están de acuerdo con lo que digo, ¿verdad?"
JunMyeon se levantó del lugar en el que estaba, del asiento que estaba junto a la ventana y la cerró, dejando las cortinas abiertas para que las estrellas lo acompañaran esa noche, acostándose entre sus frasadas calientes junto a ese pijama de algodón con planetas por doquier.
Refregó su rostro contra la suave almohada y cerró por fin sus ojos, sintiendo esa esperanza de que el día siguiente sería diferente a ese.
Sería mágico.
Se dejó sumergir en las aguas de colores de ese sueño que lo llenaba de emoción y lo hacía moverse de un lado hacia otro sobre su cama, sin mucha necesidad de despertar para aburrirse.
Pero antes de caer en lo más profundo de ese sueño pensó para sí mismo y se dijo; "JunMyeon, mañana todo será diferente".
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Keeper Of The Leaves - [SeHo | HunHo]
Fiksi PenggemarJunMyeon solía ser el tipo de niño que vivía en las nubes, creaba historias con personajes ficticios y adoraba leer. Su casa se ubicaba cerca del bosque y día a día veía animales rodearlo, maravillándose cada vez más con cualquier cosa que se le pre...