el fantasma de la opera de slink mason (recomendada)

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al día siguiente el trabajo en el gran teatro era lento y pesado, clint no podía creer como había cambiado la personalidad del señor wallace tan rápido, era como si la aparición del señor dan lo hubiera convertido en el ser desagradable que era ahora, la ausencia de su amigo robert le pesaba en lo mas profundo del alma.

merceline estaba ahí, para desgracia de ambos, wallace miraba todo con desagrado desde uno de los palcos, clint se hallaba atornillando una hilera de acientos frente al gran escenario
-hola clint- merceline se sentó junto a el, pudo notar como el chico estaba distante y aun deprimido, olvidar a un amigo como lo era robert no era algo de la noche a la mañana

-hola merceline...- clint seguía en lo suyo

-como te sientes el día de hoy?- merceline tenía un tono calmado y compasivo

-estoy bien- respondió a secas el chico- no te acompañó el día de hoy tu novio?-
-mi novio?- merceline negó con la cabeza- he decidido venir sola a verte-
-clint dejo caer la llave con la que atornillaba la hilera de bancas y se seco el sudor con un trapo- no necesito tu lastima merceline... puede que sea un tipo solitario ahora, pero jamas decidí mendigar algo de compañía-
-no es nada de lastima- merceline le tomo de la mano y eso sorprendió a clint- escucha clint, tu me importas...-

-a si? y porque tuve que ser yo el que solo se quedara viéndote en manos de otro chico-

-bueno es que... no lo se clint no se que me paso es como si estar contigo en este lugar fuera parte de algo, fuera el orden de las cosas... pero al salir de aquí, me siento diferente, la magia solo esta en este teatro clint no se explicarlo- clint pudo notar en los ojos de merceline que no mentía, estuvo a punto de responder cuando wallace lo llamo desde unos escalones

-clint muchacho... ven aquí- su tono de voz era seca 

-maldita sea ahora que?...- clint se levanto caminando hacia wallace mientras merceline observaba desde un lugar apartado, sabia que clint estaba en problemas que tal vez era por su culpa

-que ocurre señor?- clint tenía en mano la llave y el trapo en uno de sus bolsillos

-escucha clint... aun lamento la muerte de tu amigo, se que era alguien importante para ti y por eso decidí ser tolerante contigo, ademas... no me has traído problemas, y siento que es mi deber... evitarte esos problemas- la expresión de wallace era firme y segura de si misma

-no entiendo a que se refiere señor...- dijo clint a punto de marcharse pero wallace lo detuvo

-esa jovencita es la hija del señor fausto dan, es una chica casi de clase alta, el señor dan es un hombre poderoso muchacho, te haría desaparecer en un segundo entiendes? te perderías en el olvido, sin familia o personas cercanas que reclamarían tu cuerpo... entiendes? aléjate de ella chico... se lo que te digo...- clint pudo ver como wallace lo tomaba del hombro como si fuese un padre aconsejando a su hijo, esa sola idea le repugnaba a clint, era como si wallace lo tomara como un idiota... ese viejo pretencioso... es por su culpa que ahora robert estaba muerto, de un movimiento se aparto la mano del hombro

-a que pretende jugar señor wallace? es que quiere ayudarme? o solo quiere salvar su pellejo ah? si no fuera por que sus manos están manchadas con la sangre de mi amigo... si no fuera por eso usted y su frió corazón me echarían a la calle ahora mismo... pero oh... solo usted y su retorcida alma y la poca conciencia que le queda no lo dejan descansar en paz cierto? no... es mas que eso... es que todos en este lugar tienen familias que mantener, bocas que alimentar... por eso toleran sus malos tratos... y sabe que si me echa de aquí... como yo no tengo nada que perder... iré de inmediato y diré que por su maldita indiferencia le costo la vida a mi amigo... es eso verdad? si me desaparecen a mi también... todo recaerá sobre usted... pero yo señor wallace... yo! no le tengo miedo.-