Un pequeño accidente. [Bruises/Jole] Ninjago.

1.

¡Genial, aquello era simplemente genial! Maravilloso, buenísimo, casi escuchaba sus propios aplausos ante aquel pensamiento, es que simplemente su jodida situación no podía ser jodidamente mejor.

Porque, el único día que había estado esperando toooda la semana, donde no iban a pelear, salir lastimados o enfrentar algún nuevo enemigo, donde simplemente se tomarían un muy merecido descanso, pasar toda la tarde en el parque temático, ¿y quién sabe? Tal vez ir a la playa, divertirse, ¡y ver a su novia...! ¡Okay, su casi-novia en bikini! (Bueno, no es como si él pensaba mucho en eso, es decir, si tenía la oportunidad tampoco es como si fuera a desperdiciarla) Exactamente ese día, mientras todos salían a divertirse, ¿qué hacía él? ¡Limpiar! ¡Si, limpiar! ¡Limpiar y restregar todo el horrendo desastre que habían dejado en el cuartel, que ni siquiera era su culpa! Horrible, ¿verdad?

Si, horrible...

—En lugar de estar refunfuñando, ¿por qué no limpias mejor? Así terminamos antes.

¡Y es que esto era el colmo! 

Había estado dándole la espalda en todo momento, ignorando su molesta, muy molesta, presencia, que si, era uno de sus mejores amigos, ¡pero estaba enojado! Entonces se levantó y se volteó a verlo, quien le daba una mirada interrogante. Jay deseó poder lanzar rayos por sus ojos, tanto lo deseó que incluso intentó hacerlo, era el maestro del rayo, ¿no? ¡Tal vez ese podría ser un nuevo poder! Pero no... no pudo, entonces solo había mirado a Cole "feo" unos segundos antes de hablar.

—¿Qué limpie más rápido?—fruncía el ceño, levantando un poco la voz, ¡estaba irritado!—, ¡esto deberías estarlo limpiando tú, Cole! ¡Es todo tu culpa!

El maestro de la tierra devolvió el gesto, frunciendo el ceño, juntando sus cejas y entrecerrando los ojos.

Pero antes de poder hablar, como siempre, Jay ya lo había interrumpido.

—¡De no ser por ti estaría en este mismo momento junto a Nya!—se lamentó, agudizando un poco su voz—, ¡todo si no fuera por... por!

—¡Todo si no fuera porque metiste tus narices cuando te dije precisamente que no lo hicieras!

Jay quedó callado, y aunque su expresión fue un poema, uno que gritaba a los cuatro vientos que aquello no había sido su culpa, una pequeña, muuuy pequeña, parte de él, esa que sabe que de hecho no tiene razón, le había hecho cerrar la boca unos segundos.

Bueno, no demasiados segundos.

—¿Y yo como iba a saberlo? ¿Cómo iba a saber que una sopa podía explotar? Es decir, ¿¡Qué clase de sopa explota!? ¡No se supone que las sopas exploten!

Cole pasa una mano por su rostro, soltando un pequeño suspiro, resignado, irritado suspiro.

—Primero, no era una sopa—comenzó a enumerar con los dedos de su mano derecha, empezando con el meñique, donde con la otra mano sostenía un trapo—, segundo, es una receta muy volátil y delicada, pero tú no sabes nada de eso—muestra su dedo anular, hablaba tal cual le explicara que dos más dos es igual a cuatro—, y tercero, por algo especifiqué que nadie se acercara y tú fuiste el único idiota que lo hizo—finalizó con su dedo medio junto a los otros dos.

—Debiste ser más explícito...—murmuró, desviando la mirada, entonces pareció reaccionar—, ¡ey! ¿a quién llamas idiota!?

—Tú no debiste dejar caer una llave inglesa en la olla, en serio, Jay, ¿una llave inglesa?

—¡Te digo que no fue mi culpa, simplemente se cayó!

Suspira de nuevo.

—Mejor sigamos limpiando, no tiene caso discutir.

Jay abrió los labios para hablar una vez más, luego los cerró al mismo instante y refunfuñó entre dientes, volviendo a restregar el suelo... ¡peor aún, es que aquello no salía por nada del mundo! ¡Parecía... parecía estar hecho con pegamento!

Cole simplemente volteó, continuando su tarea de restregar las paredes, aquella iba a ser una tarde muy larga...

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Este será algo así como un mini-fic, bruises, por supuesto(?)

Que seguro no pase de los seis capítulos, si alguien lee esto, espero que te guste!

Correcciones son bienvenidas!!