—¿Q-qué estás ha... haciendo?—apenas pudo pronunciar, con el rostro encendido en infinidad de tonos de rojo.
"Está... tan... cerca"
Por su parte Cole sabe que Jay le oculta algo, solo le da una mirada interrogante, con una de sus cejas ligeramente alzada, aunque de todos modos se notaba mucho más relajado que Jay en aquella situación, era como si tener su rostro a centímetros de distancia, como si sentir su respiración en su cara y como si tenerlo contra la pared, reteniéndolo con uno de sus brazos hubiese sido algo que ya tenía previsto en su mente, o lo más normal del mundo.
—Me puedes decir...—hablo bajo en son de reproche, con serenidad, acercándose a Jay todavía un poco más, tal cual si pudiera sentir los nervios de este—, ¿qué fue todo eso?
¿Lo... estaba intimidando?
Jay procuraba desviar la mirada, no perderse en aquellos oscuros ojos misteriosos que ahora parecían haberle robado el aliento y paralizado cada centímetro de su cuerpo, en cambio su corazón, haberlo dado una sacudida.
—Ah...—dijo, tratando de hacer sus labios funcionar—, yo... no sé...—¡vamos, no tenía que demostrar nerviosismo! decide mirarlo directo a los ojos, y aunque se arrepiente no puede apartarse—, no sé... ¿de lo que hablas?
Frunce el ceño en respuesta, entonces Jay sabe que aquella no había sido la respuesta correcta.
—¿Crees que soy tonto?—dice, ahora malhumorado, pero desafiante en cierto modo, sabiendo perfectamente lo que esperaba escuchar de Jay.
—¿Tal vez?—y aunque era lo que había dicho, su rostro solo mostraba cuan cerca estaba de desmoronarse como un castillo de naipes.
Cole pareció pensarlo, entonces lo que Jay nunca creyó que pasaría se hizo realidad.
Una sonrisa, una seductora y traviesa sonrisa se había asomado apenas en los labios del maestro de la tierra, entonces pasó a colocar otro de sus brazos al lado de Jay, esta vez dejándolo sin vía de escape alguna, obligandolo a encararlo.
—Así que soy tonto, ¿eh?—dijo despacio, cuando Jay apartó el rostro, de nuevo hizo su mano a un lado, esta vez para con ella sostenerlo de la barbilla, dejando su cara, que de por sí ya estaba cerca, aún más cerca.
Sus ojos, a pesar de ser oscuros cual cielo nocturno, dieron un destello y brillaron como un centenar de estrellas.
Y los de Jay, del desafortunado (¿desafortunado?) maestro del rayo solo reflejaban el revoltijo de emociones y sentimientos que ahora era su mente, que esta ni siquiera era capaz de entender qué diablos era lo que ahora estaba sucediendo frente a él.
—Si soy un tonto...—dijo, entrecerrando un poco los ojos—, ¿cómo es que puedo adivinar lo que estabas pensando allá dentro?
En un último intento por apartarlo coloca sus manos en el pecho de Cole, ignorando un instante, y lamentando hacerlo, que él aún seguía con el torso desnudo, entonces un escalofrío se apoderó de todo su cuerpo al sentir su piel desnuda contra sus dedos y un ligero temblor otorgó toda la razón a lo que Cole había asumido de aquel vergonzoso momento en la cocina.
—Si soy un tonto—ensanchó un poco más su sonrisa, triunfante—, ¿cómo es que puedo adivinar lo que estuviste a punto de hacer allá?
—Lo q-que yo... ¿qué?—titubeó.
—Ya sabes... algo como esto...
Acaricia su barbilla con su pulgar, bajando la vista hacia sus labios y volviéndola a sus ojos, diciendo algo solo con un gesto. Mientras Jay solo se mantuvo a la expectativa, dado que aún su mente trabajaba en cómo reaccionar.
En su cara, en su aturdida cara y sus ojos azules abiertos de par en par, una respuesta silenciosa hace a Cole ensanchar un poco aquella sonrisa de autosuficiencia.
Entonces, sin dejar lugar a ninguna otra palabra que irrumpiera con el momento, con la tensión, con el mismo silencio, lo besó.
Apenas toca sus labios al principio, apenas los siente sobre los suyos y la mente de Jay se había vuelto otro revoltijo más, ya sentía todo su cuerpo arder, temblar, deshacerse, fue un sentimiento, ¿o muchos sentimientos? muchas sensaciones que al instante de tocar los labios de Cole, de rozarlos un poco, de la inmensa carga eléctrica que había representado aquel toque, azotaron su mente, su pobre mente. ¿Qué estaba pasando?
Fue un pequeño beso al principio al que Jay simplemente no supo como responder, pero no tuvo la voluntad de rechazar, movido por esto Cole, que se había separado por menos de un segundo, estudiando su reacción, se anima un poco más, a besarlo de nuevo.
Esta vez de forma profunda, húmeda, mucho más subida de tono de lo que había sido aquel, si se puede decir, tímido primer beso.
Moviendo sus labios, cortándolo entre pequeños besos, pasando su lengua por su labio inferior, cuando este luego de aparentar rechazarlo parecía disfrutarlo tanto como él, ahora demandaba más cercanía. Entonces baja la mano de su barbilla, hasta rozarla al costado de Jay, dejándola en su cintura, atraiéndolo aún más hacia él, apoyando ahora su codo contra la pared.
Entonces...
Entonces...
¡¡Entonces despertó!!
Solo bastó un instante de mirar al techo para hacer su cuerpo reaccionar y darse cuenta de que...
—¡AAAAHHHDS!! ¡Una pesadilla!!
Y tras su rostro encenderse en colores y gritar comenzó a luchar contra sus sábanas, de una forma tan torpe que no pasó mucho hasta que se cayera, estrellando su cara contra el suelo.
—¿¡Podrías callarte!? ¡Son las cinco de la mañana!
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Ajajajsdjas
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Un pequeño accidente. [Bruises/Jole] Ninjago.
FanficDonde Jay no podía despegar la vista de Cole, entonces comienza a preguntarse porqué... ¡Vamos que no era nada extraño! ¡Solo tenía curiosidad! ___________ Pareja: Bruiseshipping (Cole x Jay) Esta historia está posicionada entre la temporada 2