De la limusina que acababa de llegar baja un hombre ya mayor vestido en un pulcro traje negro.
Edwin Jarvis un fiel mayordomo. Abrió la puerta trasera y después bajo una castaña de ojos azules en un traje muy formal para una chica de 14 años.
Anabelle Stark
JARVIS: ¡Bienvenida! El campamento SHIELD para chicas. ¿Así qué viajamos desde Londres para esto?
El hombre observa a su alrededor con ojo crítico, al terminar su evaluación hace una mueca.
ANNY: Es muy pintoresco ¿No te parece?
JARVIS: No lo se, ese no es el término que yo utilizaría. -saca una libreta de su saco- ¿Revisamos la lista de tu Madre?
ANNY: Sí.
JARVIS: Bien, veamos. Vitaminas.
ANNY: Si las traje.
JARVIS: Minerales.
La castaña espera un momento y cuando recibe la mirada interrogativa del hombre asiente y responde...
ANNY: También.
JARVIS: Lista diaria de frutas y vegetales.
ANNY: Todo en orden... Una de frutas y otra de vegetales. Continua.
JARVIS: Bloqueador. Pomada. Repelente de insectos. Sobres. Estampillas. Fotografías de tu Madre, de tu Abuelo, y por supuesto de tu adorado mayordomo, su servidor.
ANNY: Creo que ya tengo todo.
JARVIS: ¡Ah! Y un pequeño detalle que te envió tu abuelo. -le entrega una caja de cartas de pokér- ¿Habrá alguien en este continente que pueda vencerte con inteligencia en el pokér?
ANNY: Pues lo dudo, pero gracias. Y gracias también por traerme.
Ambos se abrazan pues serían unos meses muy largos si Anny no se encontraba con ellos.
JARVIS: No lo olvides. Si cambias de parecer y quieres que vuelva por ti antes de terminar el campamento, sólo bastará una llamada.
ANNY: Gracias, pero estaré bien. Te veré en ocho semanas querido amigo.
JARVIS: Te extrañare.
Se despidieron con un saludo que solo ellos sabían, finalizando con un fuerte apretón de manos.
JARVIS: Diviertete mucho.
ANNY: Lo haré.
Anny ve como su fiel mayordomo se aleja con un par de lágrimas que corren por sus mejillas, y sube a la limusina que está esperándolo desde hace tiempo.