Capítulo I

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Estoy aquí, muerto en vida. Queriendo morir pero siendo tan cobarde como para no terminar con esto, estoy aquí, frente al puente donde mamá, mi única familia perdió la vida hace un año, un mes antes de mi cumpleaños número 22.

Estoy aquí pensando en lanzarme de este maldito puente que me arrebato lo único que tenía en esta vida, hace aproximadamente seis meses que termine la universidad, en la que por cierto solo tenía un amigo, hace aproximadamente una semana que he faltado al trabajo, hace exactamente una hora desde que la señora Jones me llamó para decirme que he llegado al límite de faltas en el empleo y que si no voy mañana tendrá que despedirme, hace una media hora decidí venir aquí, a llorar porque no sé qué mierda hacer con mi vida, hace media hora que, de alguna loca forma comprendí que no tengo nada que perder, hace diez minutos que Niall llamo diciendo que está afuera del apartamento que compró mamá cuando yo era un niño, hace cinco que volvió a llamar para asegurar que yo ya iba camino allá.

Y hace segundos que trepe con demasiada dificultad por el barandal del puente, estoy tomado tan fuerte que mis extremidades están demasiado rojas, sin embargo, no logro sentir nada por el frío que transmite el agua a mis huesos y músculos. Cierro los ojos unos segundos tratando de pensar en todos los lindos momentos que pase los años pasados, el teléfono en mi bolsillo vibra una vez más y me preguntó cuánto tiempo más aguantará bajo la lluvia, sé que es mi rubio amigo y quiero colgar la llamada y terminar con todo de una vez, pero mi parte racional me dice que debo, aunque sea despedirme de él.
Así que con el brazo izquierdo me afianzó al barandal con la poca fuerza que me queda y descuelgo el teléfono con la mano libre.

-¿Dónde estás, jodido idiota? Llevo veinte minutos esperando y estoy que me cago de frío. -retengo sus palabras en mi mente, pensando que probablemente sean las últimas que escuche.

-Te he dicho que iba en camino.

-Lo has dicho hace diecisiete minutos ahora. Traje una muy grande pizza.

-Niall, no creo poder llegar muy pronto pero puedes pasar, debajo del extintor hay una llave.

-Eres una pequeña mierda Tommo, puede haber entrado hace tiempo y me sales con esta mierda. Por cierto deberías apresurarte, la pizza puede terminarse.

Su lado bromista hace que una risa tensa salga de mi porque sé que no llegaré, que no probaré ni un solo bocado de la pizza que ha llevado Niall, sin embargo me obligó a no decirlo en voz alta.

-Tendrás que guardarme una rebanada. - Esta vez suelto una risa pequeña para ocultar las lágrimas amargas que corren por mis mejillas, esta vez siento un agujero en el pecho y siento que mi sonrisa se hace real cuando escucho la risa del irlandés a través de la línea.

-Lo haré, pero no tardes o también comeré el helado que tienes en el congelador.

-Eres el tragón más estúpido del mundo y por eso te amo. Debo irme, no vayas a extrañarme. - sabía que mis palabras tenían doble sentido, pero Niall solo creyó que era uno más de mis chistes narcisistas así que colgó tras decir un muy divertido "Ay, mejores Tomlinson".

Entonces casi me suelto a reír porque es verdad, así que sin más me propongo respirar por última vez, tan profundo que parece que quiero terminarme el oxígeno que me rodea y cierro los ojos, sintiendo más real la fría lluvia que corre por mi cuerpo y el aire, que mueve mi cabello, hace aún más fuerte la tormenta y también abro más mis oídos para escuchar el fuerte sonido de los truenos y el golpeteo de la lluvia con el suelo. Y es solo entonces cuando mi cuerpo siente tranquilidad, solo en ese momento mi mente logra ponerse en blanco y me pongo a sonreír, porque siento que todo está bien luego de un largo tiempo de no sentirlo y me dispongo a soltarme del balcón porque se siente bien y me hace sentir seguro.

Lev Eller Dø. (L.S, terminada SIN editar)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora