Capítulo 3

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Han pasado dos semanas desde que conocí a cierto hombre rizado, su rostro no ha desaparecido de mis pensamientos y menos aún lo ha hecho su imponente cicatriz, digo de mis pensamientos porque desde aquel día que tuve mi crisis no ha puesto un solo pie en el departamento, no voy a mentir tres días después de su desaparición había enloquecido, pero ¿Cómo no hacerlo?

Es decir, el me había convencido de renunciar a mi empleo porque el me ofrecería uno nuevo y había desaparecido, por otra parte, también picaba en mi el pensamiento de que literalmente no tenía en que caerme muerto. Mis pensamientos pararon cuando llegó un sobre con una caligrafía muy linda, era dinero que Harry había mandado para mí, al principio iba a negarme, pero no podía, no por lo menos en mi situación de desempleo, podría haber pedido mi antiguo empleo pero me ardía la cara de vergüenza, tan solo al pensarlo, había hecho un escándalo la última vez que estuve ahí, así que decidí aceptarlo, sin embargo sólo ocupe lo necesario pues Harry se había encargado de colocar en el sobre una cantidad exageradamente grande como para ser un sueldo.

La siguiente semana llegó un nuevo sobre, me sorprendió el hecho de que hubieran pasado tres semanas sin ver al rizado, de hecho ya había estado buscando empleo pero desagradablemente no había conseguido ninguno. Niall dijo que no debía preocuparme, que estaba bien para el mantenerme, pues él aún no había a renunciado a su empleo, dijo que hasta que Harry le diera algo seguro renunciaría.

Cuando el rubio me dijo ese lo maldije mil veces por no recomendarme hacer lo mismo, el timbre de mi departamento suena en la estancia y me encojo en el sillón, tratando de levantarme de él sin que la flojera doble mis piernas y me impida abrir, jalo hacia abajo la única prenda que me cubre en este momento; mi suéter color lila. Una vez que estoy frente a la puerta me levanto en mis puntas para observar a través del pequeño cristal, mi corazón bombea rápido cuando observó a Harry fuera de mi puerta.

Mis mejillas hierven porque la última vez que lo ví enloquecí y también porque para mí aún es un desconocido, eso aunado al hecho de que, en cualquier momento puede matarme y nadie haría nada, respiro profundo y me convenzo de que nada pasará, que él no va a matarme, que el alfa que está afuera me ha salvado. Sin embargo mi mente insidiosa me repite que nadie da ayuda de gratis, que todo tiene un costo, pero también me repite que si no abro seguramente encontrará la manera de entrar y que si en verdad quiere matarme una simple puerta con seguro no lo detendrá, por eso aunque estoy con la preocupación en su máximo esplendor, abro con sumo cuidado, tratando de esconder mis piernas desnudas detrás de la puerta, mis ojos barren la complexión del más alto por primera vez desde que nos conocimos.

Es alto, excesivamente alto, es delgado, sí pero eso solo hace sobresalir aún más sus poderosos músculos, su piel blanca completamente lechosa, que grita ser probada, cubre todo su escultural cuerpo. Me regaño mentalmente por ser tan fisgón y conecto mis ojos con los suyos rápidamente, me observa por lo que parece ser una eternidad y el silencio es lo único que nos acompaña en este momento.

Sus manos revuelven rápidamente su cabello, con nerviosismo y muerde su labio inferior con un poco de fuerza, abre la boca para hablar pero inmediatamente la cierra y repite la acción por lo menos cinco veces, hasta que logra articular unas cuantas palabras.

-Yo... Quería saber si todavía sigue en pie lo de rentarme una habitación.

Vuelve a mirarme pero esta vez casi con miedo, teniendo que le diga que no y lo heche de aquí sin tentarme el corazón, por un momento en verdad lo tomó como mi única opción, decirle que se largue y no vuelva nunca más porque no puedo negar que me aterra tenerlo aquí, sin embargo su mirada temerosa me hace tentarme el corazón, su timidez me transmite calidez y confianza, así que finalmente me hago a un lado y le señalo la entrada, insitandole sin palabras a entrar.

Lev Eller Dø. (L.S, terminada SIN editar)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora