Capitulo 3

78 1 0
                                    

Ya había pasado un mes desde que lo había conocido, cada día me convencía más que estaba rotundamente enamorada de él.

Todo dé el me cautiva, su forma de ser, sus cualidades, sus virtudes; Miles de veces me convencí que el hombre perfecto no existía, pero entendí que perfección tiene diferentes definiciones propia y él es la mia.

A su lado sentía cosas inexplicables y me decía a mí misma que debía de parar con esto. Pero no he encontrado la manera de decírselo, de explicárselo.

Simplemente porque no sé qué palabras utilizar, no tengo ni la menor idea de que le dire. No es como: "Manson, ¿Recuerdas a esa tipa que se desmayo de un balonazo? Soy yo, y tuve la loca idea de hacerme pasar por un chico para acercarme a ti, ¿Quieres ser mi niovio?... NO."

Una noche llore, porque sabía que si le decía me dejaría de hablar, y mi corazón bien alimentado de amor se partiría en miles de pedacitos.

En el trancurso de mi corta adolecencia, muchos me han gustado, mas nunca me había enamorado. Me siento tan tonta, mis estomago siempre da vueltas cuando estoy cerca de él.

Le conté todo a Alejandra cuando llegue a casa, estuvo enojada conmigo por haberla engañado y mentirle y se enojó mucho más cuando supo que lo estaba engañando a el.

Me advirtió miles de cosas. Pero su voz sonaba como disco rayado, sus palabras no tenían sentido con lo que yo pensaba. A las semanas le conté a Bertha y está entusiasmada quería conocer al hombre que me tenía vuelta de cabeza.

Le mostré unas fotos y le prometí que lo llevaría al baile de fin de año. Y eso haría, lo invitaría, me vestiría con un lindo vestido, intentaría andar en tacones y me maquillaría...me pondría espectacular para él.

Solo para el.

Este mes me había vuelto muy unida a él, hablábamos por teléfono continuamente. Manson tenía muchos problemas familiares, sus padres se estaban a punto de separar, yo "como buen amigo"-y futura novia compremetida esposa- le trataba de dar consejos.

Soy buena para darlos pero para seguirlos.. No.

Me agradaba cuando me decía que me estaba volviendo su mejor amigo, mi estómago volvia a sus andadas de revolucion, sintiendome fatal-Friendzone-. Lo estaba engañando y esa era una de las veces en las que me soltaba llorando.

Me gane su confianza y no de la mejor forma.

Cuando me pedía que le contara algo mío, le decía como era en mujer-normalmente-:mis gustos por los video juegos y todo aquello machorro de mis actitudes- diminitivamente femeninas-.

Coincidiendo en nuestra total diferencias.

-En dos semanas es la fiesta de fin de año-me rasque la nuca-.¿Quieres acompañarme?-pregunte, eleve la mirada y él estaba encestando.

El balón entro al aro, anunciando canasta

-¿Si porque no?-sonrió y volvió a tomar su balón, lo boto un par de veces para volvió a tirar, esta vez no callo. Me voltea a ver-.¿Es elegante o casual?-

-Elegante-sonreí.

Me lo imaginaba en traje, le quedaría espectacular, todo le queda bien.

Tortura oh vil tortura. Mordi mi labio examinando su delicia de trasero. Llamen a los bomberos y paramedicos... gracias.

-¿Tienes planes para hoy?-su pregunta me sorprendió, una pradera brotaba en mi interior.

¡Estupido bosque estomacal!.

¿Ella?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora