Perseguida Por Un Maníaco

Traición

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Al terminar mi jornada universitaria de hoy, llego a casa totalmente cansada; así que decido tomar un ducha para despejar la mente. Entro en la bañera, abro el grifo y dejo que el agua corra a través de mi cuerpo... Son muchos los acontecimientos vividos en tan poco tiempo.
En primer lugar está ser perseguida por quién sabe quién, y ahora está Mike, ese chico que está haciéndome sentir sensaciones nuevas para mí.  Ojalá sea mentira eso de que sólo juega conmigo.

Al salir de la ducha, decido vestirme con mi pijama de unicornio e ir a la habitación de Susan  a ver que tiene que contarme.

- Susan! ¿Estás ahí? - le pregunto a través de la puerta.

- Sí, pasa por favor.

- Es que quedaste en contarme algo esta mañana, luego llegó Mike y pues...

- Sí, si sí; ya sé - dijo interrumpiéndome - Es que no fuiste la única que tuvo una noche emocionante el sábado.

- ¿QUEE? ¿Qué pasó?  - pregunto casi alarmada.

-Pues, Noah y yo...

- Se besaron? - pregunto interrumpiéndola.

- ... Sí y estamos intentando una relación.

- ¡Ooh amiga! - exclamo acercándome a ella para abrazarla - estoy tan feliz por ti.

Pasamos unas horas contándonos los detalles, le comenté sobre lo sucedido con Tiffany y nos pasamos todo el rato riendo.

- Oye Soph...

- Dime Susan

- Es mejor que te vayas a dormir, mañana nos espera otro gran día en la universidad.

- Me quedaré a dormir contigo... - dije adormilada.
No sé en qué momento, pero caí en un profundo sueño.

Amaneció en un abrir y cerrar de ojos; al despertar miro la hora ¡Joder! Voy a llegar tarde.
Me apresuro a entrar al baño, ya ahí  me cepillo los dientes y tomo una rápida ducha.
Al salir abro el armario y me pongo la primera ropa que toman mis manos: jeans holgados al cuerpo,  suera negra y tenis negros.
Literalmente parezco un zombie andante.
Bajo a la cocina, tomo un vaso de jugo de naranja y me apresuro a salir de la casa. Me quedo asombrada al ver a Mike afuera mirando su reloj como si estuviera esperando a alguien ¿A mí?  No creo, me hubiera avisado.

- ¡Mike! - le digo para llamar su atención, él levanta la cabeza y centra su atención en mí. - No esperaba verte aquí tan temprano...

-Pensé que te gustaría que te llevase a clase, pero vale, si quieres me voy - dice dando media vuelta para entrar en su coche e irse.

-Espera... - digo sujetándolo del brazo haciéndolo girar hasta quedar frente a mí -  No quise decir eso, es decir, me alegra verte... Te echaba mucho de menos.

- ¿Ah sí? - contesta alzando una ceja - Pues debo decir lo mismo señorita, he extrañado mucho tu compañía Soph.

Se acerca a mí, toma mi rostro entre sus manos y deposita un tierno, casto y fugaz  beso. Me toma de la mano y me ayuda a introducirme en su coche.
Durante el camino disfrutamos de un cómodo silencio, él, de vez cuando, toma mi mano y va depositando suaves besos en ella.

De pronto la duda me invade y siento que debo preguntarle algo...

- Oye Mike... - digo para llamar su atención.

- ¿Sí hermosa? - contesta.

Esa respuesta me produce un ligero cosquilleo por todo el cuerpo.

- Es que... Han pasado muchas cosas,  nos hemos besado, lo hemos pasado bien y pues... - siento que no sé como continuar.

- ¿Y pues? - Me anima él, aprovechando el rojo del semáforo para mirarme a los ojos (cosa que me hace poner más nerviosa).

- ¿Qué somos?

- ¿Cómo que qué somos? - dice.

Puedo jurar que ya me estoy arrepintiendo.

- Sí... - logró decir.

- A ver Soph - comienza a decir adaptando un tono mucho más serio, pone el coche en marcha mientras continúa hablando - no sé si estoy listo para una relación.

Eso ha dado directamente en el fondo de mi corazón.

- Es decir, eres hermosa Soph y me encantas. Pero no sé si quiera tener algún compromiso por ahora... - concluye.

- Entonces ¿Todo esto fue sólo diversión para ti? - contesto con los ojos llenos de lágrimas.

- No Soph, no pienses eso.

- ¡Cómo quieres que no piense eso Mike! ¡Joder! - le grito - ¡Confié en ti! Y resultaste ser igual que todos...

- ¡No Soph! No digas eso.

- Detén el coche - le ordeno.

-No Soph... - dice en voz baja.

- ¡Que detengas el coche, joder! O me aviento de él y créeme me me vale el daño que me pueda hacer - le grito ya decidida - ¡Prefiero llegar a la universidad caminando, como siempre, que llegar con un farsante como tú!

Aparca el coche en la acera y, sin pensarlo dos veces, abro la puerta y salgo del coche. Él sale tras mí y me llama:  - ¡Soph! ¡Espera!

Yo le contesto: - Lo que tengas que decirme ya no me interesa. ¡Jugaste conmigo Mike! ¡Creía que eras diferente! Y ahora déjame,  debo llegar a la universidad.

Antes de que pueda decir nada, me echo a correr en la calle. No puedo creer que haya sido tan estúpida y creer que él si podría quererme, el chico más lindo de la clase de matemáticas, por Dios Sophie como pudiste ser tan inútil.

De repente recuerdo lo escrito en la mini-carta... oh por Dios, quien sea que haya sido solo quería evitarme este dolor que siento ahora.  ¿Quién será?  Esto me está extrañando aún más...

Dejo de pensar tantas tonterías y llego a la universidad, me encamino a la cafetería para comprar una botella de agua total, ya perdí mi primera clase de hoy con tanto tráfico y problemas.
Me siento en una de las mesas de la cafetería para descansar un poco, a unos metros de mí,  veo que Susan y Noah se acercan.

- Parece que a alguien no le fue tan bien hoy - dice Susan al llegar para sentarse frente a mí - ¿Qué pasó Soph? ¿Estabas llorando?

Le echo una mirada indiscreta a Noah en forma de largo de aquí,  la necesito a ella, no a ti. Él la entiende rápidamente y se levanta, se ofrece a traer un sándwich y un jugo para cada uno. Se lo agradezco en el alma, muero de hambre.

- Ahora sí Soph - dice Susan - ¿Qué fue lo que pasó?

Le conté todo lo sucedido con Mike. Al final solo me miró y dijo: - Es un idiota Soph, no te merece. Así que ahora sí,  a disfrutar la vida nena. Mejores chicos vendrán.

Y pues sí,  estoy de acuerdo con ella. Vendrán mejores.
Noah llega con los sándwiches y jugos,  nos disponemos a desayunar.

Pasado un largo rato, vamos juntos a la clase de psicología. En el pasillo nos encontramos con una no muy agradable vista, Mike estaba presionando a Tiffany sobre unos casilleros. Literalmente comiéndose la viva, besándola como si no hubiera un mañana.

Siento unos mini-celos en mi interior, sin embargo, paso por su lado como si no me importara.

- Vaya, miren quién es, nada más y nada menos que la solterona de Sophie - me dice Tiffany lamiéndose los labios.

- Prefiero ser una "solterona" y no ser una lacra como tú - le digo satisfactoriamente - Por cierto Mike ¿No que no era tu tipo? ¡Si son tal para cual! La misma basura.

Doy media vuelta y me voy a mi clase.
Yo no perdí a nadie él me perdió.
Pasé  todo el día distraída con mis clases y al llegar a casa hice mis deberes, tomé una ducha y me metí a la cama. De veras necesito un descanso con todos los acontecimientos de hoy. Mañana un gran día me espera...