I Don't Like Your Music. || dylmas

Capítulo Uno.

La banda de Thomas está en San Francisco por un par de días y, aparte de tomarse un descanso del tour por el mundo que acababan de terminar hace unas semanas, los chicos quieren cambiar de ambiente y tocar, que para algo es lo que más les gusta, en locales menos abarrotados y más tranquilos. El grupo estaba compuesto por cuatro chicos, Ki Hong, cantante y guitarrista, Dexter, el batería, y Thomas y Will, ambos tocando el bajo. Estos cuatro amigos llevaban ya cuatro años con su banda y habían logrado ganar más de cien premios y pasar de tocar solamente en su ciudad natal, Londres, a hacer giras por todo el mundo, visitando lugares tan exóticos para ellos como Singapur o Pekín.

Los cuatro son un poco torpes y desastrosos, pero las fans los aman por ello y les idolatran, gritando incluso si uno de ellos hace algo tan simple como beber agua, por ejemplo. Ki, al ser el cantante principal suele ser el que más atención recibe por los entrevistadores, pero al recibir quejas de las fans por no dar más tiempo en cámara a sus otros ídolos, esto ha ido cambiando un poco con el tiempo, causando la alegría de los otros tres chicos. El asiático es un chico muy simpático pero tranquilo y tímido en la vida real, al que le encanta bromear con el hecho de que odia su banda, ya que sus compañeros se están riendo de él por casi cualquier cosa que diga. Después está Dexter, definitivamente el chico más hablador de todos ellos, también el más activo por las redes sociales y el más mayor a su vez. En algunas entrevistas el chico incluso comentó que era el único al que le dejaban pasar a bares sin pedirle el carné de identidad, y cuando veían a los otros tres chicos detrás le preguntaban si se hacía cargo de ellos. Will, sin embargo, era un poco más reservado antes de entrar a la banda, pasó por una etapa muy triste en su vida, pero dijo que salir de ella fue muy fácil gracias al apoyo incondicional de sus tres mejor amigos, y, por supuesto, de las fans. También es un amante empedernido de Japón y el anime, y, cómo no mencionar la pizza. Incluso escribió una canción sobre su comida favorita una vez. Y, por último, pero no menos importante, está Thomas, el bajista. Adora a los perros y es el mejor amigo de Will desde secundaria, gracias a esto surgió la banda.

Los cuatro están ahora sentados detrás de una pequeña cortina, a punto de tocar en un bar pequeño de la ciudad. No es como si se pudieran encontrar muchos de esos en San Francisco, la ciudad es enorme, pero una amiga de Dexter que es dueña del local les ha dejado estar allí y había reservado plaza solo para los clientes habituales que quisieran venir. Como siempre, antes de tocar, cada uno se lava los dientes y hacen un choque de puños amistoso, para después desearse suerte, luego dejar a Dexter salir el primero, al que le siguen Will y Thomas, y por último, Ki, que comienza a cantar al ritmo de la melodía que tocan todos. Es una de sus nuevas canciones, tranquila, sobre amor no correspondido. Después, cambian drásticamente el ambiente y las caras largas de las personas que los escuchan se convierten en caras alegres al escuchar dos canciones pop-rock sobre una aventura de una noche y otra sobre fiestas y dinero. Thomas, concentrado en lo que hace, no se da cuenta de la mala mirada que le echa un castaño desde el público hasta que le toca cantar a él y es obligado a mirar al público. Alza una ceja no entendiendo que es lo que ha hecho mal, ¿acaso se ha equivocado de acorde? ¿Y si está muy despeinado, o va mal vestido? No entiende el por qué pero ese chico tan apuesto le pone muy nervioso y no puede permitirse eso en escena así que mira a otras personas sonriendo fingidamente.

Cuando el espectáculo termina, ya que todo el mundo desde un principio sabía que iba a ser corto, Thomas le pregunta a sus compañeros si ellos también habían visto al chico de la mirada acusadora entre los demás espectadores. Ellos niegan con la cabeza, diciendo que deberían haber sido alucinaciones suyas, y bromeando un poco sobre cómo debería dejar de subirse a escena borracho. Pero él sabía que no era mentira, sobretodo porque no había bebido ni una gota de cerveza... Aún.

Se acerca al barman y le pide un ron cola para luego quedarse mirando a la nada, removiendo su bebida con una pajita y jugando con el paraguas de colores que le han puesto en el vaso. Sacude la cabeza y le quita importancia a la persona anterior, y piensa que podrá beber tranquilamente, hasta que...