Reencuentro

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Los primeros en llegar a la sala del trono fueron Poseidón, Percy y Annabeth. —Tranquilo hijo, no tienes por que estar nervioso — dijo al notar la mirada de su hijo, Percy esbozo una sonrisa rogando a las Moiras que se apiadarán de él.

— Hola chicos, ¿todo bien? — preguntó Thalia al entrar en la sala.

— ¿Dónde está Phoebe? — preguntó Annabeth al no ver a la cazadora con su amiga.

— Ella se fue cerca de la media noche, me pidió que la despidiera de ustedes. — respondió Thalia con una sonrisa.

— ¿Y si es muy diferente? — preguntó la rubia con curiosidad.

— Demasiado, la Phoebe que conozco nunca se habría atrevido a ser amiga de un chico y por si fuera poco me ha revelado algo muy loco — dijo en voz baja esperando que Poseidón y Percy no la escucharán.

— ¿Qué es? — preguntó la rubia sin poder ocultar su curiosidad. Pero Thalia se quedó en silencio ya que Artemisa apareció en la sala sin dejar de observar a las chicas, en ese mismo momento Jason, Piper, Calipso, Leo, Hazel, Frank, Nico y Reyna llegaron uniéndose a la plática de las chicas.

— ¿Quién crees que sea el siguiente en aparecer? — pidió Thalia evitando la mirada de la Diosa de la Caza.

— Sólo espero que no sea Leo, imagínense tener que soportar a dos de ellos — dijo Piper con una sonrisa al ver la mirada de su amigo.

Nuevamente un destello de luz dorada iluminó la sala, obligando nuevamente a los presentes a cerrar los ojos, tan pronto como Zeus recuperó la vista bajó de su trono caminando a la mitad de la habitación. — ¿Cómo estás? — preguntó, había algo raro en Hera, lucía completamente diferente.

— ¿Dónde estoy? — preguntó la Diosa observando a todos los presentes aunque su vista se quedó fija en una cierta rubia. — Este no es mi mundo, ¿verdad? — Zeus solo asintió, incluso se veía un poco afectado.

— Alguien debería de comenzar con la lectura — ordenó Zeus, Hera observó a su alrededor y al percatarse que ninguno de los presentes se animaba a hacerlo decidió tomar el libro.

"El reencuentro."

Percy apareció en el bosque en Saratoga Springs, Utah, miró a su alrededor antes de iniciar su camino por la ciudad, había algo en aquella misión que le preocupaba, Hestia estaba bastante enojada cuando le dio la misión. Incluso lo había animado a castigar al mortal, algo que jamás había oído hablar de la bondadosa Diosa del hogar.

Sospechaba que no iba a encontrar algo agradable, solo esperaba que no hubiera ningún tipo de abuso sexual. Tenía bastantes problemas para controlar su ira cuando veía evidencia de ello. Percy comenzó a caminar más rápido mientras buscaba Turner Street. Quería sacar a la chica de allí lo más rápido posible. Finalmente vio Turner Street y rápidamente encontró la casa que estaba buscando, examinó a su alrededor tratando de encontrar alguna señal de peligro. La casa era grande, pero no estaba muy cuidada, parecía que había sido descuidada en los últimos años.

Atenea por primera vez se notaba bastante preocupada, aquel sitio le resultaba bastante familiar, solo esperaba que no fuera el mismo lugar que ella creía.

Cuando se acercó a la casa se percató de varias latas de cerveza esparcidas por todo el lugar.

"¡Chloe! ¡Chile! ¿Dónde estás? ¿Dónde te estás escondiendo mocosa?" gritó una voz masculina desde el interior de la casa.

La Diosa de la Sabiduría apretó los puños con furia, solo estaba agradecida que su hija estaba bien, -¿Por qué su contraparte nunca se había preocupado por el bienestar de sus hijos? - pensó furiosa

Leyendo El Campeón de la Reina versión 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora