Había pasado un año, uno horrible encerrados en la casa de sus tíos en Cambridge, Lucy y Edmund estaban cada día más abatidos, con la constante molestia de su primo Eustace, envidiaban a Susan y Peter, viviendo felices en Estados Unidos.
Un día, la...
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Tras el trabajo, el cual había que admitir que habían avanzado bastante, toda la tripulación se lanzó a la playa, refrescándose y limpiando su sudor en las frescas aguas, peleándose a modo de juego incluso si ya eran adultos. Edmund y Lucy estaban juntos, nadando cerca de la orilla, practicando, pues la pequeña había comenzado sus lecciones de natación hace poco, y con la experiencia anterior, Edmund pensó que lo mejor era no dejarlas de lado.
Caspian colgó la última prenda de ropa y dieron el trabajo por finalizado, Alexandra permanecía sentada en el mismo lugar, mirando a los marineros en la playa, su mano pasó por su frente, no se había dado cuenta de el calor que allí hacía, y de que estaba sudando tanto. Caspian se sentó a su lado pasando sus húmedos dedos por su cabello, pues él también tenía bastante calor, y estaba algo cansado, porque lavar a mano cansa, os lo puedo asegurar.
-Cuando salgan del mar, tendrán mucha sed, aprovechemos ahora -dijo Alexandra alzándose
El joven la miró, se estaba sacando las botas y los calcetines, y quitando el chaleco que llevaba sobre la camisa, sus pasos fueron firmes hacia una parte más profunda, donde la maleza cubría más las vistas desde el mar, y el riachuelo se hacía más ancho y profundo. Alexandra entró con cuidado para no resbalarse con las piedras, entonces se agachó, dejando que el agua la cubriera por completo. Caspian la seguía con sus ojos, y cuando ella le llamó con un gesto de la mano, hizo lo propio y luego corrió hacia allí, hundiéndose en el agua junto a la joven. Ambos flotaban en la superficie, haciendo ángeles con sus manos, uno al lado del otro, relajados por el frescor y el dulzor del agua.
-Nos iba haciendo falta un baño -rió Alexandra
-Y así lavamos la ropa de paso -contestó Caspian en igual tono jocoso -Aunque luego estaremos completamente empapados
-Luego es luego, y ahora, es ahora
La mano de Alexandra se apoyó sobre el pecho de Caspian, empujándolo hacia el fondo, que no estaba muy lejos, pero sí lo suficiente como para hundir su cuerpo. Cuando Caspian salió del agua sacudió su cabeza, y miró con divertida molestia como Alexandra se reía fuertemente, la tomó entonces por los hombros y la hundió en el agua, sus carcajadas resonaban incluso por debajo de la superficie, aumentando cuando la joven salió con todo el cabello sobre el rostro. Tan solo musitó un "ahora verás" que resonó como si tuviera eco bajo su larga melena, que echó hacia atrás con un movimiento, y comenzó así un juego entre ellos, como aquel día en la playa, en el que el cuerpo de uno se hundía bajo el del otro, llenando de risas el lugar.
Fue la voz de Rípichip quien interrumpió el jolgorio, el ratón vio como ambos estaban empapados, al igual que sus ropas, como el cabello de Alexandra colgaba delante ocultando el rostro de la joven, y las manos de esta estaban hundidas en el de Caspian, quien tenía sus brazos entorno a la cintura de ella. Una leve y divertida sonrisa se dibujó en el rostro del animal, Caspian quitó sus manos de aquel lugar y separó los mechones de los ojos de Alexandra, dejándole ver al caballero, los ojos de ambos se expresaban cómo si hubieran sido encontrados haciendo una travesura.
