Capítulo 1 -Realidad-

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—Lo que paso anoche ¿Puedes olvidarlo?

—Qué...me pides eso ¿Cómo esperas que lo olvide?

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Marinette despertó y miró por la ventana por fin había llegado a la capital, tomó su celular y miró la hora.

—No es muy tarde. —Se estiró y bostezo, marco el número y su madre le contesto.

—Hola mamá, si ya llegué...creo que estaré en una hora... todo bien la colección fue un éxito...no, no ha pasado nada...ahora dime ¿qué tal se comportó mi princesa?...jajajaja sí, me alegra que estuviera quieta...o sí ella tiene papitis-aguditis, no me sorprende...iré directamente a la oficina a dejar el informe y después a la casa...dale un besote de mi parte...vale adiós.

Marinette guardo su celular y bajo del autobús, tomó un taxi y se dirigió a la compañía La moda del secolo moderno, al llegar se dirigió al cubículo de su jefa, varias chicas la saludaron y ella les regresaba el saludo, por fin después de dos años de lucha ella estaba trabajando en una compañía dedicada a la moda, aunque era una compañía Italiana no significaba que no tuviera su buena reputación en el mundo de la moda.

—Hola Mari ¿qué tal nos fue? —Pregunto una mujer de cabello castaña, ojos negros.

—Muy bien Sheilla, aunque muchos me preguntaron por ti. —Dijo Marinette entregando el reporte de la velada—Vendimos 43 prendas dela colección Mielle hubieras visto a Edgar estaba que se moría, también una compañía Española nos compró alrededor de 200 prendas de la colección Farfalla fueron las que más se vendieron, el color vivo y los pasteles son la tendencia hoy en día, que más te digo fue hermoso, me alegra que me hayas enviado.

—Tienes que aprender, además de las que trabajan aquí tú eres mi favorita. —Sheilla río, Marinette sonrió nerviosamente.

—No será porque te gusta mí...

—Jajajaja Mari que dices, bueno es un buen prospecto...pero no soy destruye familia hohohoho. —La mujer se sentó de nuevo en su escritorio— Por cierto cuando regrese le puedes pedir un autógrafo.

—Oye...—Marinette aseguró que los ojos de su jefa brillaban como estrellas, bueno era de esperarse después de todo se trataba de él.

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Hablo con unas compañeras de trabajo y salió de la empresa, por suerte a los que habían mandado a la presentación de la colección les habían dado ese día libre, la chica se drigió al centro comercial, compró algunos dulces, se detuvo y miró los vestidos.

—Esos le quedarán a mi princesa.

Compró un vestido y se dirigió a casa por mala suerte había tráfico pues al parecer había un accidente.

—Por suerte nuestra súper-heroína volvió a salvar el día. —Anunció la mujer de la estación de radio, Marinette sonrió pues su amiga no había dejado de salvar al mundo, tocó sus aretes y dejo salir un suspiro, miró por la ventana, observo el enorme anunció de perfume y aquel hombre rubio de orbes verdes.

—Que tonta. —Susurró y cerró los ojos.

Bajo del carro, camino por el parque, ese lugar le traía muchos recuerdos y entre ellos el más doloroso, movió su cabeza alejando aquel recuerdo, eso ya estaba en el pasado y ella había formado su propia vida y forjado un nuevo destino.

—Ya llegué. —Grito al entrar a la panadería, su padre salió y la abrazo, su padre parecía un poco más grande, después de todo el tiempo había pasado.

—Hija estás aquí ¿Estás bien? ¿Quieres comer algo?

—No, lo que quiero es ver a mi princesa. —Marinette salió de la panadería y subió al departamento, abrió la puerta y el olor a pastel de fresas la invadió.

—Mira quién llego mi amor. —Su madre salió de la cocina, tomó a la pequeña en brazos y se acercó a Marinette—Mami llegó.

—Hola mi amor. —Marinette tomó a la pequeña niña de cabello negro y ojos azules/oscuro—Mami regreso...

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—Fue hermoso...—Terminó de decir sonriendo—Mi primera pasarela y fue genial, también encargue un vestido y uno para Nozomi. —Marinette miro a su pequeña que dormía en el sillón—Ahora me concentraré en la próxima colección, Sheilla me dijo que un famoso diseñador escogería a alguna de nosotros para una colección para su marca.

—Increíble ¿Quién es el diseñador?

—No me dijo el nombre, siempre se hace la interesante pero bueno...mientras tenga trabajo todo está bien. —Marinette sonrío y miró su taza de té, era cierto hace dos años ella había pasado por muchas dificultades, haber dejado París cuando Nozomi tenía meses de nacida, luchar por ella y seguir estudiando, pero no se arrepentía pues no había pasado todo esto sola.

— ¡Hola interrumpo! —Alya entró gritando, Marinette y Sabine hicieron un gesto de silencio, Alya sonrió y paso—Lo siento no sabía que Nomi estaba durmiendo.

—Ay Alya. —Marinette sonrió y miró el collar de su amiga— ¿Qué hacías?

—Bueno deje unos encargos y hoy es mi día de descanso del trabajo, Mari no sabía que habéis regresado.

—La presentación fue ayer y decidí viajar en la madrugada para regresar rápidamente, no puedo dejar a Nozomi, además que...

—Bueno chicas yo iré acostar a mi niña, ustedes sigan hablando. —Sabine tomó a la pequeña en brazos y se dirigió a su habitación, al cerrar la puerta Alya se sentó a lado de Marinette.

— ¿Todo está bien?

—Sí ¿por qué lo preguntas?

—Parecías triste. —Alya tomó la mano de su amiga—Sabes que me puedes contar todo.

—Quién más que tú, sabes lo que pase, sabes el secreto que guardó y lo que debí dejar. —Marinette suspiró y sonrió—Desde que regresamos a Francia había evitado mirar sus fotos pero hoy un enorme cartel se me puso enfrente...quedé un poco en shock.

—Sí es así imagínate cuando te lo topes de frente.

— ¡No! Dios me salve de esa catástrofe...—

El celular de Marinette empezó a sonar, lo tomó y sonrió dulcemente.

—Es él...

—Contesta.

Marinette puso la video llamado—Hola, te tardaste en llamar...malvado.

—Lo siento amor, no me dejan solo ni un momento...—Se quejó el chico.

—Mari déjame hablarle. —Alya le quitó el celular y saludo—Hola cuñadito ¿qué tal va la gira?

—Hola Alya, bien espero pronto estar a lado de mi esposa e hija.

—Je, que nena...

— ¡Alya! —Marinette tomó de nuevo el teléfono y sonrió—Lo siento Luka ya sabes cómo es Alya.

—No te preocupes cariño lo entiendo. —Contesto el chico de ojos azules cabello negro/azul turquesa—Al menos estás entretenido.

—Tienes razón. —Marinette sonrió, él era su esposo, la persona que le ayudo en el momento que su vida se desmoronaba y no encontraba otra solución a su problema, él era quién la había salvado y le dio un futuro.

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Espero les haya gustado OuO este será otro de los fics que se suman a la lista y el tercero que hago de esta serie... es difícil pero no impodible ^^

Una Nueva VidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora