Un ultimo deseo.

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Tsuna mantenía su mano encima de la entrepierna de Kyoko masajeandola lentamente mientras continuaba besándola, los suaves gemidos de Kyoko podían ser sentidos en la boca de Tsuna, Kyoko se había quedado sin fuerza en sus brazos mientras abrazaba a Tsuna.

—Thuna, he fiente bien.

Kyoko intentaba hablar mientras aún continuaba siendo besada. Tsuna movió su mano debajo de la ropa interior de Kyoko hasta tocar su zona íntima directamente, sentía la suavidad y la humedad desde el instante en el que toco los labios de la chica y aquella pequeña esfera cuyo tamaño continuaba creciendo mientras más era estimulado.

—¡Haaa~!

Dio un fuerte gritó de placer que obligó a Tsuna a separarse de ella, Kyoko había llegado al climax por el simple roce de los dedos de Tsuna. Kyoko respiraba bruscamente mientras su short comenzaba a mostrar una enorme mancha, una mancha creada por todos los fluidos que continuaban saliendo de su lugar sensible.

—Tsu-kun, se-se sintió bien, pe-pero quiero, quiero que tú también te sientas bien.

Con las pocas fuerzas que tenía se levanto y comenzó a ayudar a Tsuna a quitarse el short que le había prestado hace unos momentos.

—E-este es el, es el pene de Tsuna —dijo mientras no podía dejar de mirarlo fijamente.

—E-esto, p-podrías n-no verlo directamente, ha-haces que me ponchar nervioso.

—Al igual que tú dijiste cuando viste mis pechos, es lindo y parece que me hipnotiza.

—Y-ya veo la pena que sentiste cuando lo dije.

—Jeje, es mi manera de vengarme.

Comenzó a mover su mano lentamente de arriba a abajo con un movimiento constante, este movimiento se sentía bien para ambos, pero por alguna razón su miembro no crecía ni un centímetro, parecía que el chico tenía impotencia en estos momentos por los nervios.

—Mmm, parece que no quiere ponerse erecto.

—L-lo siento, cre-creo que estoy realmente nervioso, pa-parece que lo arruine.

—N-no te preocupes, lograre que reaccione.

Acercó su rostro lentamente a la entrepierna de Tsuna y jugo usando su lengua en la punta del pene de Tsuna, en ocasiones lo metía en su boca creando sonidos eroticas que hacían sentir bien a Tsuna física y mental mente, pero aún así no lograba reaccionar en lo absoluto.

—Moh, parece que no funciona, al parecer no te gusto tanto como dices —dijo molesta, de brazos cruzados y con las mejilla infladas.

—¡N-no!, te equivocas, en verdad me gustas, pero

—Jeje, no te preocupes, estaba jugando, se lo nervioso que estas, además, no tenemos que tener sexo para hacer el amor, po-podemos, hacer otras cosas.

—Cla-claro, pero en verdad lo sie

Kyoko se abalanzó sobre él y comenzó a besarlo, estaba feliz de poder estar con Tsuna en estos momentos, pero aún así, Tsuna se sentía mal por no poder haber sido capaz de complacer por completo a Kyoko, pero para su suerte había un ángel vigilándolo en estos momentos.

A la distancia se encontraba un maravilloso hombre vestido de negro, y aunque su aparecía se afigura a la de un bebe no quiere decir que no tenga experiencia en estos campos, el maravilloso y magnífico Reborn vigilaba a Tsuna para ayudarlo y este era el momento, tomo a su confiable camaleón y este se transformó en un francotirador, la bala del último deseo estaba dentro y estaba lista para golpear la frente de Tsuna.

Reborn disparo con precisión pasando por un pequeño orificio en la ventana y golpeando la frente de Tsuna, en su mente comenzaron a aparecer las palabras de su último deseo antes de morir.

"Voy a morir, moriré sin poder complacer a Kyoko, si tuviera un último deseo me gustaría poder hacerlo con Kyoko" y con ese deseo en su mente, Tsunayoshi Sawada murio.

"¡¡Reborn, lo haré con Kyoko con mi deseo de muerte!!" Renació y gritó en su mente, y si, es posible.

La llama de la vida apareció en su frente y su cuerpo reaccionó a una energía de vida con una gran fuerza.

—Sabes Tsu-kun, me gusta poder estar contigo, te amo.

Kyoko abrazo a Tsuna y lo beso con ternura, fue un sentimiento tan Bello el que le transmitió que hizo que la llama de la vida y el poder de la bala desaparecieran del cuerpo de Tsuna, parece que el amor lo regresó a la vida.

—Kyo-Kyoko, yo también te amo.

Dijo llenando el corazón de Kyoko de pura felicidad, pero había otro sentimiento cubriendo una parte de su cuerpo, un objeto comenzaba a frotar la entrepierna de Kyoko, esto la sorprendió.

—¡Kyaa~!, Ts-Tsu-kun, pa-parece que, mnahh, lo siento tocándomahh~.

Ella comenzó a mover sus caderas frotando su entrepierna con la de Tsuna, aquel objeto que estaba citado y sin vida finalmente había conseguido algo de vigor, no se sabe si este vigor se lo entregó la bala de la vida o los sentimientos tan puros y bellos de Kyoko.

—Kyoko, ha-hay que hacerlo.

Dijo Tsuna con su mirada perdida en los movimientos de Kyoko, ella mantenía un ritmo constante con sus ojos cerrados y mordiendo ligeramente sus labios. La parte inferior de la chica se abría ligeramente mientras se frotaba contra el erecto pene de Tsuna.

—E-espera, a-aún me falta algo antes de hacerlo.

Se comenzó a levantar con dificultad dejando expuesto el pene completamente mojado por los líquidos que salían de Kyoko, movió su cintura hasta colocarla encima del rostro de Tsuna y frente a la cara de ella se encontraba el pene del chico que amaba.

—L-lo hare, lo voy a hacer.

Dijo nerviosa porque el tamaño era totalmente diferente al de hace unos minutos, nunca se imaginaria que aquella pequeña y tierna cosa se había convertido en algo tan grande.

La noche de KyokoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora