Nadie puede saber de esto.

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Tsuna apretaba suavemente el pecho de Kyoko mientras ella solo podía gemir al ver cómo su cuerpo estaba siendo tocado y estimulado por aquel chico que amaba, estaban recargados sobre aquella gran reja que evitaba que cayeran de la azotea. Se besaban intensamente mientras juntaban sus cuerpos que prontamente ardían en las llamas del amor que se tenían.

—¡Nahh, Tsu-kun, s-si lo vamos hacer, de-debemos apresurarnos! —dijo Kyoko sabiendo que su tiempo era corto.

—S-si.

Tsuna le quito el chaleco a Kyoko y desabrocho su blusa rápidamente para comenzar a masajear sus pechos semi desnudos suavemente mientras los miraba extasiado.

—¡Ahh, mmnn, Tsu-kun, e-eso me gusta!

Tsuna levantó el sostén de Kyoko dejando sus pechos expuestos al aire libre, sus lindos pezones brillaban con la luz del sol de mediodía, Tsuna se agacha dejando su cabeza a la altura del pecho de Kyoko y comenzó a lamer su pecho dando un golpe de placer a la chica.

—Kyoko, tu pecho es tan suave y tiene un aroma y sabor tan dulce, no puedo parar de lamerlos.

—¡S-si, sigue así Tsuna, se siente tan rico!

Mientras continuaba lamiendo el pecho de Kyoko, Tsuna comenzó a bajar su mano hasta su entrepierna posándola encima de la ropa interior, comenzó a estimular la parte exterior de la vagina de la chica. Kyoko gemía con fuerza llamando la atención de Tsuna, volvió su rostro para ver el de la chica y solo pudo ver un hermoso rostro erotico que buscaba más erotismo.

—Ky-Kyoko, cre-creo que... —Kyoko cubrió la boca de Tsuna con su dedo índice.

—N-no necesitas decir algo, sólo hazlo, dámelo por favor.

Se dio la vuelta para poner sus manos sobre la reja y exponiendo su trasero a Tsuna, se quitó su ropa interior con una pequeña línea mojada y las dejo caer al suelo, Tsuna simplemente bajo su pantalón dejando a descubierto su pene y acercarlo a la entrepierna de Kyoko.

—Tsu-jun, te quiero dentro de mi, rápido por favor.

Kyoko movía sus caderas de forma provocativa llamando a Tsuna, él acercó su pene lentamente y lo introdujo de misma forma, el interior de la chica estaba mojado y ardiendo haciendo a Tsuna mover sus caderas con una velocidad alta y constante haciendo que el suelo de la azotea quedara manchado de los líquidos que salían de ambos chicos.

—¡Ahh~, Tsu-kun, se siente bien, más rápido, por favor hazlo más rápido! —pedía Kyoko con gritos desesperados.

—¡Ky-Kyoko, t-tu interior se siente tan bien, si-siento que voy a terminar!

—¡S-si, hazlo Tsu-kun, hazlo dentro de mi!

Rápidamente ambos habían llegado a su climax, ¿podía haber afectado que lo estaban haciendo al aire libre o en un área escolar?, ese pensamiento hacía que el placer que ambos sentían se volviera completamente abrumador.

—Haah, s-se sintió muy bien.

Tsuna sacó su pene dejando salir todo aquel líquido con el que había llenado el interior de la chica creando una escena algo erotica y a la vez un poco asquerosa. Kyoko se sentía débil perdiendo la fuerza de sus pies y terminando de rodillas.

—K-Kyoko, ¿e-estas bien?

—S-si, e-es solo que, se sintió muy bien, po-por lo que, jeje, perdí la fuerza de mis piernas, esto, po-podrías ayudarme a pararme y a ve-vestirme —dijo apenada.

Tsuna dio un grito de sorpresa al ver tal escena, Kyoko de rodillas con su trasero expuesto al aire al igual que su pecho y su ropa interior en el suelo con una línea mojada en la misma zona donde se encontraba su vagina.

—S-si, e-espera un segundo.

Tsuna tomó la ropa interior del suelo y limpio las pequeñas motas de polvo para poder colocárselas a la delicada chica, pero un error inesperado ocurrió, estas terminaron empapadas por todos los líquidos que aún salía de su zona erógena.

—¡Ma-maldición!, l-lo siento Kyoko.

—N-no te preocupes, y-yo también hubiera cometido el mismo error —dijo apenada mientras se arreglaba la camisa.

Tomo su chaleco del suelo y se lo coloco nuevamente, estaba vestida como si nada hubiera sucedido, pero lo que sí había cambiado era el aroma que salía del suave cuerpo de Kyoko, un aroma completamente erotico el cual podía olerse a la distancia.

—E-esto, Ky-Kyoko, te-temo decirte esto, pero, de tus piernas aún...

—¡Oh!, n-no puedo ir a clases así, cre-creo que iré a la enfermería, po-podrías decir al resto de la clase que me siento mal.

—Cre-creo que no hay otra opción, realmente lo siento, todo esto es mi culpa.

—Creo, que es mi culpa, después de todo, por mi culpa mi cuerpo es irresistible para ti, aunque tú también tiene la culpa ya que, tu cuerpo es irresistible para mí —dijo de una manera romántica mientras abrazaba a Tsuna.

—Jejeje, entonces los dos somos los culpables.

—Tsu-kun, realmente te amo.

—Yo-yo también te amo.

Al final se dieron un beso romántico antes de salir de la azotea, y justo cuando salieron de este la alarma de incendios sonó obligando a los chicos a salir corriendo, Tsuna pensaba que esto era gracias a Reborn y que había jalado la palanca anti incendios por lo que realmente no debían preocuparse, o eso es lo que pensaba ya que el salón de ciencias estaba en llamas.

—Esto, ¿esto lo hizo Reborn?

La noche de KyokoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora