1

20 1 0
                                    

*cinco años después*

Edward se levantó temprano, se ducho y bajo a desayunar, hoy debía llegar temprano a la preparatoria pues estaba presentando exámenes finales. Hacia 2 años que se había mudado a la ciudad con su tía ya que llegar a la preparatoria se le había vuelto muy complicado, así que sus padres decidieron que era lo mejor, ahora Edward iba al campo a pasar solo los fines de semana, algunas veces invitaba a sus amigos y se la pasaban genial ya fuera viendo películas, subiendo la montaña, o nadando en el rio que quedaba próximo a su casa.

Llego a la siete menos cuarto como era de costumbre y se reunió con sus amigos en una de las banquetas de la cafetería.

— ¡OH Ed!, luces horrible— exclamo Carlie cuando este tomo asiento—. ¿Qué ha pasado contigo?

—Sí, lo sé- firmo Edward revolviendo su rebelde cabello—. Es que me quede estudiando hasta muy tarde, ¿ustedes estudiaron?

—Que va—dijo Ben—. Eso se lo dejo a cerebritos como tú.

—No entiendo como siempre logras aprobar si nunca estadas— asevero Anna.

—Si prestas la suficiente atención en clases no necesitas estudiar— respondió Ben.

—Sí, pero a mí me gusta leer más acerca del tema- se justificó Edward— nunca se sabe lo suficiente.

—¿Lo ven? Es un nerd­—bromeo Ben.

En ese momento llego Frank y se acercó a la banqueta donde estaban todos reunidos.

—Hola chicos, —saludo Frank mientras se sentaba— ¿estudiaron para la prueba de hoy?

— ¡Otro! -exclamo Ben— es que son tal para cual, deberían casarse.

—¿Qué?, ¿de qué me perdí?—dijo Frank confundido.

—Nada, es solo que Ben es un idiota—explico riendo Carlie y todos rieron.

—Bueno chicos ya es hora de entrar a clases— anuncio Anna—. Será mejor irnos.

Justo en ese momento viene cruzando Zael con su grupo y se dirige hacia donde esta Edward y los demás.

—¿Qué tenemos aquí?—dice Zael con una maliciosa sonrisa—.Pero si son Edward y su club de zorritas.

— ¡Vete a la mierda! —exclamo Edward molesto—. ¡Siempre jodiéndonos la vida! ¿Qué no te cansas? ¡Joder!

—¡UHHH! Parece que alguien viene un poco malhumorado esta mañana— balbuceo burlonamente Zael.

—¡Púdrete! —. Fue lo unico que articuló Edward abandonando el lugar con sus amigos.

—¡Este chico ya me tiene hasta los huevos!— exclamo Ben molesto—. ¿Qué se le olvido la golpiza que le di en tercero?

—Solo ignóralo-propone Carlie­—. No olvides que por ese teatrito que montaste casi te expulsan del colegio.

—Sí, ya lo sé, pero es que me muero de ganas de partirle la cara de chivato.

Llegaron al salón y acto seguido llego la profesora de historia.

—Buenos días chicos, guarden el móvil y saquen una hoja, la prueba ya va a comenzar.

—Joder, esta mujer no espera ni siquiera cruzar la puerta para comenzar a dar la lata— musita Ben.

Transcurrida la hora de la prueba todos entregaron sus hojas y se retiraron del salón.

—¿Han visto lo fácil que estuvo todo?—expresa Edward.

—¿Me estas jodiendo verdad?—responde Ben y se escucha la risa burlona de todos.

—¿De qué te quejas?— bromeo Edward— si tú eres el que mayor atención presta en clases.

Al terminar las clases todos se despidieron, Edward decidió no tomar ningún bus hasta su casa si no que prefirió caminar un rato, en el camino pasaría por la biblioteca a regresar unos libros y a ver que encontraba nuevo para llevarse. Al entrar en la biblioteca quedo estupefacto al verle allí, era el último lugar del planeta donde pensaba que le encontraría.

noches de otoño.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora