PARA VOLVER A AMAR. SIN EDITAR

16

Después de pasar una increíble y muy acogedora noche en casa de Demian, el moreno decide llevarme a casa antes de irse a trabajar. En el trascurso del camino hablamos de todo lo que hizo durante el mes en que estuvo ausente, después de escuchar todo lo que tuvo que hacer entiendo por qué no tenía tiempo de llamar, de hecho, ahora que lo pienso ¿Cómo puede hacer tantas cosas? no quiero pensarlo, si solo administrando mi pastelería en ocasiones quiero arrancarme el cabello, imagino que para Demian debe ser mil veces peor. Rio por las cosas que dice mi novio, pero mi risa muere en cuento Demian doble la esquina antes de llegar casa de mi padre. Muchos autos y furgonetas se encuentran estacionadas en las calles y personas con cámaras y micrófonos llaman frenéticamente a la puerta de mi padre.

— Pero... ¿Qué pasa aquí? — pregunto en el momento que Demian se estaciona.

Como si de una jauría de animales hambrientos se tratase, los reporteros y camarógrafos se lanzan contra el auto rodeándonos mientras toman fotos y hablan aceleradamente haciendo preguntas. Me encojo en mi lugar sintiendo un poco temeroso, Demian toma mi mano un segundo, antes de soltarla y salir del auto, hago lo mismo, pero al segundo en que abro la puerta y salgo soy bombardeado con preguntas referentes al abuso sufrido en mi pre-Adolescencia haciéndome quedar congelado en mi lugar, hacen preguntas sobre Daniel, sobre Ángel y sobre Demian.

— Aléjense de él — escucho la voz de Demian algo lejos antes de sentir como soy cubierto por un par de brazos enormes a medida que se abren paso entre el mar de reportero— ¡Aléjense! — el grito de Demian me trae de vuelta a la realidad momentos antes de entrar a casa.

— ¿Me quieren explicar que carajos pasa allí afuera? — pregunto entre asustado y enojado.

— Pasa que el malnacido de su gemelo se entregó a las autoridades, confeso su delito y dio una declaración donde relato lo sucedido, también tuvo el descaro de pedir disculpas públicas por sus actos— las palabras cargadas de desagrado de mi padre me aturden, lo veo estar de pie junto a la isla de la cocina sosteniendo una taza en sus manos con obvia expresión de molestia— fue la gran noticia de la maña— dice antes de darle un sobro a su taza

— ¿Por qué? — pregunta Demian — después de tanto tiempo — Demian se ve desconcertado es entendible yo estoy de la misma forma.

— Él ha estado muy raro desde hace un tiempo — digo más para mí que para el resto — el día que le deje hablar con Dani, él se veía afligido y algo mal como si sufriera — digo viendo las escaleras— Demian, ve con tu hermano, si en tu casa la cosa esta igual necesitan alguien que tome el control de la situación — el me mira y asiente algo inseguro—yo me encargo de todo aquí — caminando a la puerta, doy un suspiro y salgo, las cámaras se abalanzan sobre mí— les pido por favor que se retiren, están asustando a mi hijo — hablo con seriedad viendo a todos los presentes — no deseo tener que usar en su contra la ley de protección al menor, cuando sepa que es lo que ocurre con gusto les aclarare sus dudas — digo y vuelvo a entrar a la casa.

— No se irán así nada más — dice Demian mirándome.

— Si lo harán, la ley de protección al menor los obliga a mantener la distancia si hay un menor de edad en medio del problema — digo y veo por la ventana como de mala gana empiezan a marcharse — ve y Mantén a tu familia en una pieza— giro para darle un beso en la mejilla — nos veremos en la estación en unas horas — giro a ver a mi padre— papá necesito que saques a Dani de aquí, llévalo a montana con los primos mientras arreglo esto — pido o le suplico, la verdad no sé cómo se escuchó.

— Está bien — dice dando media vuelta y entrando a la cocina, veo a Demian y asiento para que se vaya.

— Dani — llamo desde la puerta.