PARA VOLVER A AMAR. SIN EDITAR

6

— LEE— exclamó al recuperar la capacidad del habla, el extiende sus brazos sonriendo.

— Ali, por Dios creí que nunca te volvería a ver — dice abrazándome — te extrañe, cuando mamá me dijo que habías vuelto estaba en un viaje de negocios por eso no vine de inmediato — dice soltándome de sus brazos.

— Yo igual te extrañe, mírate eres tan diferente pero el mismo — digo sonriéndole.

— Tu solo creciste un poco — dice riendo — pero te vez aún más bello y tierno que antes, te sentaron bien los años — dice acariciando mi mejilla como lo hacía antes.

— Oye no te burles de mí, no crecí mucho pero tengo un increíble hijo— dice sonriéndole.

— Mi madre me dijo que tenías un hijo, no perdiste el tiempo — dice levantando las cejas.

— Fue el fruto de mi único encuentro sexual con alguien — digo y el hace una exclamación de asombro.

— Tuviste un hijo del hijo de puta de Green — dice más para sí mismo que para mí — y ¿Cómo es eso posible?— pregunta aun asombrado.

— Si tengo un hijo de él y soy una especie rara de humano hermafrodita — digo restándole importancia.

— y donde está, quiero conocer a mi sobrino — dice sonriendo pero no es una sonrisa del todo feliz.

— Lee ¿Que te sucede? sabes que aunque no he estado estos años puedes confiar en mi — hablo tocando su mejilla, picándome un poco con su barba rasurada.

— Nada, no me sucede nada — dice desviando la mirada, sonriendo.

— Sé que algo te sucede, siempre desvías la mirada cunado ocultas algo, algo que te lastima — sigo acariciando su brazo, era, no es mi mejor amigo y lo conozco.

— Siempre me conociste bien — dice suspirando — mi pareja me fue infiel, en mi casa y en mi propia cama — dice dolido — hace ya un par de meses y aun me duele — dice bajando la mirada — sabes que es lo peor, que tengo que verlo todos los días en mi trabajo — dice viéndome a la cara.

— Lee, cielo las cosas en la vida pasan por algo, quizás no era la persona indicada para ti, el dolor por una traición es duro pero debes seguir adelante, no debes estancarte — digo pensando en su confección — ignorarlo, si.... El ve que sufre, se creerá el Dios de tu vida y eso no puede ser —digo dando le ánimos.

— Pareces psicólogo — dice con una medio sonrisa.

— Créeme con un hijo aprendes estas cosas — sigo sonriéndole — ven te lo presento — digo halándolo para ver a Dan, Dan se encuentra comiendo algún tipo de postre sin mi permiso, le dará diabetes si sigue así.

— Daniel, te presento a un amigo —hablo al llegar a él, Daniel lo mira y me ve — él es Lee, es el hermano de Tai— digo y dan sonríe.

— Hola muchacho ¿Cómo estás? — saluda a Lee con entusiasmo.

— Bien gracias ¿Sabes artes marciales? Tai dijo que si — dice mi pequeño.

— Si, si se — responde el asiático sonriendo— ¿Quieres que te enseñe?— pregunta y Dan asiente efusivamente.

— Si, así podría defender a papa — dice Dan alegre, Lee solo me mira y sonríe.

— Bien, sigue comiendo, iré a hablar con Lee, estaré en la oficina — le digo caminando a la oficina.