10 corregido

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— ¡Alex, por Dios que te sucede! llevas dos meses así — el grito de Lana me hace reaccionar, haciéndome apagar el horno donde se encontraba un pastel carbonizado.

— Por Dios, lo siento, lo siento, es que.... Aaaaaahhhhh— grito por la desesperación de no comprender lo que me pasa.

— ¿Qué te sucede? — pregunta esta vez con un tono condescendiente guiándome a la oficina— ese tal Demian ¿te hizo algo? — pregunta ya en la oficina, la miro a los ojos.

— No, bueno si, solo me confeso que le gusto y no lo puedo sacar de mi cabeza, aunque cada vez que lo veo lo trato lo menos posible, lo evito pero eso solo hace que me inquiete aún más — digo cansado tratando de buscar una explicación — hasta mi padre me pregunto si el me gustaba — digo mirando hacia el techo.

— ¿Y te gusta?— pregunta mi amiga.

— Creo que sí, nunca sentí algo así por nadie, Dios — digo mirando el suelo.

— Corazón, eres humano, es normal que sientas eso, por fin llego la persona que te robo el corazón — dice tomando mi mano entre las suyas.

— ¿Qué hago? es la primera vez que no sé qué hacer — digo viendo a los ojos de la morena.

Sigue a tu corazón, eso me dijiste cuando estuve en tu lugar y fue un gran consejo — dice levantándose para irse y dejarme solo.








— Alexis ya me voy — dice David asomándose a la cocina— Dan esta en tu oficina— dice cuando nuestras miradas se encuentran, asiento y este se despide con la mano.

— Ok David, que estés bien— respondo mientras sierro la válvula del gas— yo me quedare hasta tarde revisando algunas cosas de la contabilidad — digo llegando a él.





Después de verificar que todo en la cocina este en su lugar y que los insumos estén guardados, me dirijo a la oficina para organizar la documentación, no se cuento tiempo llevo revisando papeles, Dan se quedó dormido, estoy tan metido en mis cosas que me sobresalto cundo escucho una voz.

— Papá, tengo hambre — dice Dan tocando mi hombro.

— En la encimera de la cocina deje algo para que comieras — digo y lo veo dirigirse a la puerta, está por tocar el pomo para abrir la puerta, cuando un fuerte estruendo se escucha en el área de atención.

— ¡Dan!— exclamo para detenerlo — espera aquí — digo saliendo para ver qué sucede.

Jamás pensé encontrarme con un transformador de energía en medio de mis mostradores y una cantidad de cables eléctricos chispeantes por doquier ¿Qué muerda paso aquí? pensé, no sé en qué Memento ni como solo veo todo ser envuelto en una gran llamarada que rápidamente consumo a las mesas, cortinas y demás cosas, tomo el extintor y trato de aplacar el fuego para que no alcance las pipas de gas que hay en la cocina.

— ¡Dan, llama a los bomberos! — grito tratando de apagar el fuego.

— NO HAY TONO— grita desesperado — PAPÁ— vuelve a gritar.

— Cálmate amor, toma mi móvil y marca de ahí — digo dejándole mi móvil y corriendo de vuelta a tratar de controlar el infierno en mi local, escucho un grito y un fuerte dolor en mi cabeza deja todo negro.





Un fuerte estruendo me hace reaccionar, abro los ojos sin saber qué es lo que está pasando pero rápidamente todo vuelve a mi mete me incorporo para encontrarme con un Dan lloroso junto a mí, me duele horrores la cabeza, toco la parte más dolorida y veo algo de sangre en mi mano.

PARA VOLVER A AMAR.  SIN EDITARDonde viven las historias. Descúbrelo ahora