A veces me siento como una obra
de esas que cuelgas en la pared,
de una chica que observa
melancólicamente hacia el horizonte,
estando atrapada entre las cuatro esquinas del canvas.
A veces me siento como el pintor,
que inmortaliza a la chica,
al mismo tiempo que la aprisiona
en acuarelas y papel.
¿Seremos nosotros mismos
los que creamos las prisiones?
Y nuestras pasiones, como el pintor
que no reparó en conservar a su musa
sin detenerse a preguntarle
si le gustaría ser exhibida a extraños
colgada en una pared.
Otras veces me siento como el observador,
buscando un atisbo de realidad concreta,
entre tanta abstracción,
indagando, esperando encontrar
en los demás motivación,
porque en mi obra no hay suficiente.
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Desvaríos de un corazón poeta.
PoesíaPoemas y frases que suelo escribir cuando estoy muy triste, muy feliz, o simplemente, no tengo nada que hacer. Disclaimer: todas las ilustraciones usadas en cada capítulo de esta historia pertenecen a su autor, yo sólo las tomé prestadas para ilustr...