Otro corte más

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Un corte por cada vez,

por cada vez que su mente,

le susurraba en mal tono una crítica diferente.


Por cada vez que le decía fea,

por cada vez que le gritaba horrible,

por cada vez que la llamaba inservible


Sólo que los cortes que ella se hacía,

sangraban de color negro cómo la tinta.

Y los cortes que le faltaban por hacer,

en vez de hacerlos sobre su muñeca;

Los escribiría en papel.

Desvaríos de un corazón poeta.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora