Cuando me estaba ahogando,
me tendiste la mano,
ayudándome a emerger
de vuelta a la superficie.
Pensé que era porque querías salvarme.
Pero dime;
si de verdad quisiste salvarme
de esas aguas oscuras
para suspenderme en ácido,
que me destrozó por completo.
Me dejaste marcada,
casi muerta.
¿Para qué me tendiste la mano?
Si igual querías matarme a tu manera.
Esta vez,
no aceptaré la mano de nadie.
Emergeré de mis propias cenizas.
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Desvaríos de un corazón poeta.
PuisiPoemas y frases que suelo escribir cuando estoy muy triste, muy feliz, o simplemente, no tengo nada que hacer. Disclaimer: todas las ilustraciones usadas en cada capítulo de esta historia pertenecen a su autor, yo sólo las tomé prestadas para ilustr...