Cisne negro || L.S. ||

Capítulo 6

LLEGAMOS A LOS 200 LECTORES. WII. Perdón si tardo mucho en subir, es que me cuesta escribir y a veces me olvido xD. Ya sé, no es excusa. Enjoy

La cólera volvía a invadirlo. Veía como se caia en pedazos todo aquello por lo que tan duro habían luchado, todo lo que habian logrado. No estaba seguro de poder volver a hablarle a Eleanor sin insultarla, sentía tanta rabia que podría matarla ahorcada. Mientras sus manos se cernían sobre el volante del costoso y extravagante auto, su mente le recordaba que no era culpa de la chica, sino de Louis. Si bien ella tenía cierta parte de la culpa, no la culpaba completamente.

Se encargo de relajar sus expresiones faciales cuando se encontraba a solo dos cuadras de la disquera. Eran apenas pasadas las tres de la tarde, y agradeció que la asistente de Christian le reprogramara la cita, ya que no pensaba presentarse a las diez de la mañana.

Ingresó con el vehículo lentamente en el estacionamiento, el cual se encontraba completamente lleno de autos lujosos, y encontró una plaza de aparcamiento un tanto alejada del ingreso al edificio.

Al atravesar las puertas de vidrio, se topo rápidamente con un escritorio semicircular de madera, detrás del cual se encontraban dos jóvenes vestidas elegantemente. Una de ellas hablaba por teléfono y al desviar la mirada visualizó a Harry, acto seguido le hizo una seña a su compañera para que lo atendiera. La segunda señorita levantó su vista, escondida detrás de unas pequeñas gafas que coordinaban perfectamente con su estilo, y, luego de avisarle a Christian que él había llegado, le indicó que pasara a la oficina sin más preámbulos.

Las piernas de Harry se movían automáticamente por un camino ya conocido. Al doblar en uno de los pasillos, chocó levemente con una pequeña figura, enfundada en ropa deportiva. Cabello rubio, semi ondulado y llegaba a un poco mas abajo que sus hombros. Harry era una cabeza mas alto que ella.

Ella levanto su mirada y observó atentamente a Harry, quién se había agachado para levantar el celular de la chica que había caído ante el impacto entre ambos.

-¿Estas bien?-preguntó curioso, al ver que ella parecía no reaccionar.

-Si, bien-la desconocida tomó el móvil de las manos de Harry, quien observó las múltiples diferencias entre ellos: la diferencia de tamaños entre las manos de la chica y las suyas propias; las estatura; ojos azul profundo, que transmitían una mirada un tanto arrogante, rodeados de largas pestañas con una fina capa de máscara; e identificó un pequeño arito en el lado izquierdo de su nariz y varios en su oreja(en la izquierda al menos tres). Y bajo disimuladamente la mirada, observando el cuerpo de la chica. <<nada mal>> pensó. Ella, en respuesta, lo miro acusatoriamente y siguió con su camino.

Harry tocó levemente la puerta de la oficina de su representante, y al escuchar un "pase" como respuesta, ingresó en completo silencio.

-Harry-murmuro en forma de saludo.

-¿Que tal, Chris?-Harry tomó asiento en una de las dos sillas que decoraban el despacho.

Christian lo miró con una mirada severa, y comenzó con un discurso que ya había recitado en casos anteriores.

-Vallamos directo al grano, ¿te parece, Harry?-el chico de ojos verdes asintió monótonamente-Ya hemos hablado de esto antes: quiero que entiendas que todo lo que te pido es para mantenerlos en la cima, así funciona el negocio, ya lo sabes.

Harry solo lo miraba, su cara expresaba una completa falta de interés en el tema tratado.

-Sin embargo...-continuo luego de una pequeña pausa-esta vez no tendrás salir con una modelo, ni actriz ni cantante.

-Entonces, ¿que clase de monstru.. disculpa, que clase de mujer me toca?

La habitación fue llenada por un pitido, emitido por el teléfono ubicado en el escritorio. Christian le sonreía a Harry mientras levantaba el auricular y escuchaba atentamente.

-Bien-finalizó la llamada y volvió a centrar la atención en el joven que se encontraba delante de él-. Ella nos ayudará a mejorar las ventas en Latinoamérica, viene de algún país de esos, se mudó aquí para estudiar actuación. Seguramente tambien haremos que firme un contrato para representarla, y si sale contigo la ayudará en su carrera, también. Dos pájaros de un tiro.

Justo en ese momento se escuchó un suave golpeteo contra la madera de la puerta, Christian indicó que pasará y una melena ondulada rubia se asomo por la entrada.

Ella.

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Me quedó horrible, i know. Gracias por los 200 lectores, para mi es mucho.

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Xoxo