Capitulo uno.
Las lágrimas se escurren en mi mejilla cuando estoy suficientemente lejos. Mi corazón estaba latiendo desbocado en mi pecho y bajé los escalones del metro apresurada.
Alejo las lágrimas de mi cara con mis dedos pero no las detengo de seguir bajando
Repito las palabra de Jackson una y otra vez en mi cabeza
Esto no está funcionando
No puedo seguir contigo
Lo siento
Aprieto los párpados y miro sobre mi espalda con la esperanza de que Jackson estuviera ahí, de que me hubiera seguido. Pero no es así, estoy sola.
Ni siquiera llamó mi nombre una vez que me fui.
Recuerdo sus palabras de hace un mes y mi pecho se aprieta
Sabes que te quiero.
¿Había mentido?
Sacudo la cabeza, por supuesto que había mentido. Paso una mano por mi cabello y me quedo en frente de la estación esperando que llegara el metro, no miro otro lugar que no sean mis pies.
Quiero ir a casa. No quiero estar aquí más
¿Qué estaba mal conmigo? ¿Por qué Jackson no me quería?
Sabía que no era la chica más linda con la que Jackson había salido, pero sus palabras de hace unos meses me hacian sentir como si lo fuera, pero todo eso había cambiado, ya no me miraba de la misma manera. Nunca pensé que un chico como él se fuera a fijar en mi, yo era la menos indicada para salir con un chico tan perfecto como Jackson.
El metro se detiene enfrente de mi y de inmediato veo en el umbral de la puerta mi reflejo antes de que las puertas se abrieran y lo confirmo, soy un desastre.
Entro en el tren y camino hasta el final para sentarme en los asientos más vacíos, solo habían dos personas ahí. Tragué saliva y miré hacia el suelo mientras las puertas del tren se cerraban y empieza a moverse.
Saco mi móvil para ver la hora y al bloquearlo me quedo estancada en la imagen que se forma delante de mí: mi reflejo.
¿Quién querría andar con alguien como yo?
Seguro Jackson se había encaprichado con una chica aún más linda, más compatible con él, que no usaba los trapos que uso yo. Dejo escapar un suspiro, pienso en la posibilidad de que Jackson haya estado con alguien más y mi estómago se revuelve
Levanto la mirada y mis ojos se quedan entumecidos por un momento. Había un hombre leyendo el periódico con las piernas cruzadas y una mujer viéndose en el espejo mientras arreglaba su maquillaje de labios, pero del otro lado del vagón, mis ojos inquietos encontraron a alguien más
Sorbo por la nariz tratando de alejar mis lágrimas de mi rostro pero seguramente todavía estaba hecha un desastre.
Había un chico sentado en un asiento solitario. Un chico que estaba todo vestido de negro a excepción de sus zapatos blancos. Pero todo lo demás, su camisa, sus vaqueros e incluso la chaqueta de cuero que cubría sus hombros era negra. Entrecierro los ojos cuando levanta la mirada y puedo fijarme mejor en su rostro
Mira al frente pero no me mira. Su rostro estaba cubierto de lunares hasta el cuello, sus labios delgados pero largos estaban cerrados en una firme línea sin moverse y sus piernas extendidas con seguridad delante de él en el asiento.
Me paralizo cuando gira su rostro y sus ojos encuentran los míos, puedo asegurar que sus ojos eran de color avellana hasta que se oscurecieron varios tonos cuando me mira y yo quito la mirada.
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Jueves [Stydia] En pausa
أدب الهواةJueves. ©Todos los derechos reservados.© 2018 HISTORIA BASADA EN LA CANCION JUEVES DE LA OREJA DE VAN GOGH ADVERTENCIA: CONTENIDO ADULTO, SEXUAL TAL VEZ OFENSIVO (+18)