Lowlands

Arshire

—Meri...

—¿Qué es Meri?—Preguntó Muirfinn. Ren abrió los ojos y sobresalto. Respiro agitadamente.

—Me quede dormido—dijo en susurro. Como si no pudiera creerlo.

—Si...¿tiene algo de malo el que duermas?

Ren no podía creer como es que había despertado después de todo el tiempo que paso dormido para luego volverse a quedar dormido, y aun así, despertar con normalidad.

—Ven, te hice el desayuno.

—¿A mi?

—No, le hablaba a mi caballo, claro que a ti, chico tonto. Vamos. Tengo que ir al pueblo y de paso dije que te llevaría a ver los reinos.

Ren se levanto. Se vistió con las ropas prestadas de Muirfinn y desayuno con él. Luego salieron de la cabaña. Muirfinn preparo una carretilla para transportar cosas, poniendo en ella baldes vacíos y bolsas de lino igualmente vacías.

Efectivamente tenia un caballo. Lo agarro del cierrabocas para hacerlo caminar. Le adiciono la carretilla y lo condujo junto a ellos.

—¿No vas a montarte en el caballo?

—Frang esta muy cansado y sediento, no puedo hacerle eso a mi amigo.

Ren observaba a Muirfinn.

—¿Qué haces solo en el bosque?

—Es la cabaña de mi abuela y mi madre. Los dos fallecieron por que no teníamos dinero para vivir en mejores condiciones. Después de que los reinos se apoderaran de todo. No quedo más resignarnos a vivir en esa cabaña abandonada.

—¿Abandonada?, creí que dirías que fue construida por ustedes.

—No, ese lugar lleva más de trecientos años abandonado. Nadie sabe a quien perteneció antes. Mi abuela un día llego y se quedo. Mi madre era su única hija. Y cuando mi padre no quiso responder por mi, nos quedamos ahí.

"Bueno. Al menos lleva ahí más tiempo del que desaparecí"

—Entonces...—pronunció Muirfinn al cabo de un rato—¿Vas a discutir con los reyes sobre que "tu eres el único rey"?

—No me educaron para discutir, me educaron para hablar.

Llegaron al pueblo. Ren se sorprendió al darse cuenta de las condiciones en las que se encontraba la gente. Desnutridos, en chozas como casas, con la mirada fría y perdida por las esperanzas que ya no tenían. No se parecía en nada a cuando él era rey. Las personas en ese entonces se reunían con la familia en los festivales, comían todo lo que deseaban y vivían en casas de brillantes colores.

"¿Por qué deje que pasara esto?", Se lamentaba Ren.

Muirfinn dijo que iría a comprar algo de arroz y frijoles. Alimento a Fang y le dio agua. Ren lo acompaño en todo momento. Muirfinn sintió un gran aprecio por Ren en esos momentos.

Cumplió lo prometido. Lo llevo a conocer los reinos. Comenzando por Arshire (con el símbolo del Cordero).

Ren observo la majestuosa construcción del palacio con desagrado.

Al principio los guardias no les permitieron pasar. Pero Ren se apresuro a decir con seguridad que era un mensajero y venia a traerle al rey un importante y secreto mensaje. Los guardias dudaron pero después decidieron dejarlos pasar prometiendo estarlos vigilando.

Entraron a un salón grande y espacioso. Al fondo un trono se hallaba vació. Luego apareció el rey, con sus escoltas, para tomar este asiento.

—¡El rey Athol hablara!— Anunció un escolta.

—¿Cuál es el mensaje?—preguntó el Rey Athol. Llevaba una túnica de pieles importadas, anillos en los dedos y una gran corona.

—Mi nombre es Ren...

—No te pregunte tu nombre, te pregunte por el mensaje—lo interrumpió.

—Antes de decirle, primero permitame preguntarle: ¿Sabe por qué desapareció el rey Ren hace docientos años?

—El cobarde solo huyo, ve al punto—Ren apretó los puños.

—La cosa es que el rey Ren, tal vez no este muerto—. El Rey Athol lo miro con seriedad un breve instante.

—Llévense a este retrasado— Sentenció. Los guardias tomaron a Ren y Muirfinn para sacarlos a la fuerza. Ren quería resistirse.

Justo en ese momento un escolta se había acercado al Rey con un cofre en una almohadilla. Ren reconoció este cofre enseguida.

—Su majestad. La vitrina esta lista para poner el cofre de la fortune.

—¡Oigan no!, ese es el cofre de mi padre, ¡¿qué hacen con el cofre de mi padre?!

El Rey Athol volvió la vista a Ren quien trataba de zafarse de los tantos guardias que lo acorralaban.

—¿Tu padre? ¡Ja! este es regalo de mi padre—. Y acto seguido, Ren fue echado del reino de Arshire.

Ren estaba furioso. Golpeaba las puertas del palacio mientras Muirfinn lo miraba con mucha confusión.

—El cofre de mi padre—se repetía Ren—. Se apropiaron del objeto más valioso de Scotland.

—Si es el más valioso, ¿por qué lo mostraron frente a nosotros como si nada?

—Por que sabían que no eramos un peligro para ellos.