Fife

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Muirfinn ya no deseaba llevarlo al siguiente reino. Con esa reacción, hasta a él le daba miedo que fuera a hacer algo muy estúpido que lograra afectarle a él también, pero Ren le insistió tanto que no tuvo más remedio que cargar con su locura. Continuaron con Fife ( con el símbolo del Moustro Ness).

Los reinos no estaban tan apartados uno del otro por lo que llegar al reino de Fife no fue difícil.

Lo que no esperaban era que al llegar se encontraran con una fiesta. Al contrario del reino de Arshire. En Fife los dejaron entrar con libertad.

—¡Echenme los cubos de hielo!—grito el rey Beathan. Sobre una mesa en el gran salón y dos botellas llenas, en las manos—¡Woooooh!

Mucha gente bailaba y se divertía. Ren estaba más que sorprendido.

"Enserio...¿por qué me fui?"

—¿Te sorprende?—dijo Muirfinn—El rey Beathan hace fiesta casi todos los días. Es una de las mayores razones por las cuales se han acabado las reservas.

Ren y Muirfinn se acercaron a la mesa donde se encontraba el rey Beathan bailando y gritando con mucha alegría.

—¿Quién es el rey?, yo soy el rey, ¿quién es el rey?, yo soy el rey.

—¡Rey Beathan! necesito hablar con usted—le grito Ren. El rey Beathan lo miro. Se bajo de la mesa inmediatamente.

—Claro que si, preciosa— Abrazo a Ren con mucho cariño.

—No soy una chica—dijo Ren.

Los tres almorzaron juntos. Ren le pregunto al rey Beathan si sabia por que desapareció el rey Ren. El rey Beathan estaba tan perdido que contesto:

—Solo desapareció y ya, ahora vamos a bailar linda.

—¡Que no soy una chica!—grito Ren.

Al ponerse de pie el rey Beathan, Ren pudo ver muy de cerca la túnica que usaba. Recordó haberla visto antes, pero lo que no recordaba era en donde.

—Beathan.

—¿Quién es el rey?

—Usted es el rey, ahora dígame, ¿de dónde saco usted esta túnica?

—Mi padre, que en paz descanse, se la había quitado aun anciano antes de que acabara la guerra.

Ren se quedo pensativo. "¿Un anciano?"

—¡Aquí están los cubos de hielo rey Beathan!

—¡Yehhh!

Muirfinn y Ren salieron sin más remedio del palacio. Ren estaba cansado de aquel tipo molestoso que no dejaba de confundirlo con una chica y tampoco dejaba de llamarse rey.

—Tu tienes algo en común con el rey Beathan... que ambos se llaman a si mismos rey—. A Ren no le había causado gracia el chiste.

—Con ese tipo no se puede hablar seriamente.

—¿Ya te cansaste de preguntar por "tu desaparición"?

—No, aun me faltan dos.

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