Mi dulce obsesión || c.h|| #Book2 ||Adaptada|| (Semi-Hot) Terminada.

Capitulo 17:

Calum salió confundido y frustrado de aquella sala. Aquel doctor tenía razón, pero él no podía hacerlo. Más bien no quería. No creía poder hacer aquello. Levanto la miraba y vio a Tracy que lo miraba evaluándolo. Se tenso. No quería contarle de lo que había hablado con el doctor de lo contrario ella haría todo lo necesario para que lo haga. Incluso pagarle una prostituta, pensó. No. El no se acostaría con ninguna cualquiera. Nunca más, se dijo.

-Calum ¿Estás bien? –el asintió y salió de aquel lugar. Necesitaba llegar al departamento. 


*** 

___ estaba con muchos proyectos, ese año era el último en la universidad. Ya habían pasado dos años desde que Calum se había ido a quien sabe dónde. Lo extrañaba mucho, con toda su alma. Ni siquiera la había llamado una sola vez, no le había mandado cartas. Nada. Tampoco respondía sus e-mails. Luego de haber pasado un año de haberle mandado correos electrónicos cada mes, desistió. Era una pérdida de tiempo.

Estaba cargando algunos libros que necesitaría para su proyecto. Apenas podía con ellos. No se dio cuenta como ni cuando ya estaba tirada en el piso con sus libros esparcidos a su alrededor. 

-Lo siento mucho –se disculpo aquel extraño. Aun no lo había mirado.

-No se preocupe, más bien es mi culpa. Mi cabeza estaba en otro lugar –sonrió y lo miro. Frunció el ceño. Lo conocía pero no se acordaba de donde. 

-Señorita déjeme ayudarla –recogió sus libros. Vio su placa y se acordó. Era aquel policía que le había dado la noticia de su hermano.

-Usted es el oficial Clifford, ¿cierto? –el asintió confundido.

-¿Usted de donde me conoce? –ella le sonrió tímida y se sonrojo.

-Hace dos años me dio la noticia de mi hermano –el pareció recordarlo.

-Ohh, si –le devolvió la sonrisa- usted es la señorita Hood ¿cierto? –ella asintió.

-Por favor dígame ___ -él la miraba de una manera que la hacía incomodar.

-Claro.


Aquella tarde se dedico a hablar con aquel policía que bastante tiempo no veía. Le agradeció por todo lo que había hecho ya que había cumplido con su promesa. Meter preso a aquel bastardo que casi deja muerto a su hermano. Le parecía bastante agradable. Michael podría ser un buen amigo, pensó. Ya que no tenía a nadie más. Aquel policía que le había parecido tan desagradable ahora se encargaba de darle una nueva y mejorada impresión. Era todo lo contrario a lo que ella había creído. Era una muy buena persona. 

Ninguno de los hermanos sabia que aquel día cambiaría sus vidas. Ese algo que poco a poco se comenzaría a formar para dar lugar a un nuevo comienzo. Quizás a un nuevo final. ¿Qué camino elegirían? Ninguno sabría que elegir, solo esperaban que el camino que decidiesen tomar fuese el correcto. El camino de su corazón.